En el manejo farmacológico de la hipertensión arterial y la falla cardiaca se han utilizado los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y los bloqueadores del receptor de angiotensina ii (BRA-II) en monoterapia o sumados con otros grupos farmacológicos con muy buenos resultados a corto y a largo plazo1. Sin embargo, al utilizar estos 2 bloqueantes del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) simultáneamente no se obtienen beneficios clínicos importantes; de hecho, no disminuye la mortalidad cardiovascular ni general comparada con la monoterapia de cualquiera de los 2, pero sí se incrementan potencialmente las reacciones adversas, en especial el daño sobre el riñón. Por lo tanto, el doble bloqueo del SRAA debe evitarse en estos pacientes y solo debe emplearse de forma selectiva con algunos beneficios solo en nefropatía diabética2-4. Por esta razón se plantea describir los resultados obtenidos a partir de la intervención periódica y sistemática de prescriptores de IECA+BRA-II en 2 empresas aseguradores denominadas Entidad Promotora de Salud (EPS) del régimen pago de salud en Colombia, en la ciudad de Bogotá, durante los años 2010 a 2014, con el fin de reducir esta práctica inadecuada.
Se llevó a cabo un estudio cuasiexperimental, prospectivo, antes y después, sin grupo control, donde se realizó una intervención en pacientes que se encontraban en manejo farmacológico con la combinación de IECA+BRA-II, en el período comprendido entre el 1 de enero de 2010 y el 31 de noviembre de 2014. En una fase previa se identificaron los pacientes con esta asociación durante los 59meses del seguimiento. La intervención consistió en 3 estrategias principales: 1)reuniones con directores de EPS, médicos líderes de los programas de atención primaria y profesionales auditores; 2)reunión con médicos prescriptores, y 3)envío de literatura científica de referencia a los riesgos del uso conjunto de estos 2 grupos de fármacos. La información de la prescripción se obtuvo de la base de datos de dispensación de medicamentos de la empresa Audifarma S.A. Los resultados de la intervención fueron evaluados durante los meses siguientes, buscando una disminución en la proporción de pacientes que estaban recibiendo simultáneamente IECA y BRA-II.
Se realizaron un total de 108 actividades diferentes en la ciudad de Bogotá, que incluyeron 20 reuniones con los directores médicos y los auditores de las EPS y 8 reuniones con un total de 80 médicos prescriptores, además de un gran número de correos electrónicos recordando la importancia de que el paciente reciba solo uno de los 2 medicamentos. La población promedio asegurada durante los años de seguimiento de las 2 EPS estudiadas varió de 2.038.928 en el año 2010 hasta 2.842.588 personas para el año 2014 (crecimiento del 39,4%). El primer mes de seguimiento se encontraron 70.109 pacientes con algún IECA o BRA-II, mientras que en el último creció a 112.801 (incremento del 60,9%). De estos, al comienzo un total de 2.071 pacientes estaban recibiendo la combinación de algún IECA más un BRA-II (2,9% de usuarios de inhibidores del SRAA) comparados con 619 pacientes al final del seguimiento (0,55%), hallando una reducción neta del 70,1% de los sujetos que recibían la asociación.
En la figura 1 se puede observar la tendencia de consumo promedio mensual de cada año de los usuarios de IECA o BRA-II, así como el número de pacientes formulados con la asociación.
Con esta sencilla intervención se logró reducir el número de pacientes con la co-prescripción de IECA+BRA-II en cerca de tres cuartas partes, resultados significativos si se tiene en cuenta que tanto la población afiliada como el número de pacientes que recibían estos fármacos estuvo creciendo. Los resultados de esta intervención son superiores a los encontrados por los mismos autores respecto al uso de verapamilo de liberación convencional5, mostrando la recepción correcta de la información brindada, lo que puede evitar sobrecostos para el sistema, pobre beneficio para el paciente y algunos riesgos propios de la combinación2,3.
Los resultados obtenidos indican la necesidad de reforzar la formación de los profesionales mediante educación continuada acerca del uso apropiado de los medicamentos utilizados a diario en la práctica clínica6.
FinanciaciónEl presente trabajo recibió financiación de Audifarma S.A., de la Universidad Tecnológica de Pereira y de Colciencias.