Presentamos el caso clínico de una mujer de 43 años, originaria de Cochabamba (Bolivia), y residente en Palma de Mallorca desde 2005, sin antecedentes personales de interés. Consulta por cuadro de 2 meses de evolución, de presíncopes ocasionales, no rotatorios, autolimitados, acompañados de vegetatismo (sudoración), sin otros síntomas prodrómicos asociados. Durante el estudio se le realiza ECG en el que se observó bradicardia sinusal y bloqueo AV de primer grado (fig. 1A). Dada la clínica, alteraciones del ECG y la procedencia de la paciente, se orientó inicialmente como enfermedad de Chagas.
Se confirmó la presencia de bradicardia sinusal severa, BAV de 1.° grado y BAV de 2.° grado tipo Mobitz II diurnas en el estudio electrocardiográfico y mediante telemetría (fig. 1B), correlacionado con la clínica de la paciente. La serología de Chagas fue positiva. El estudio digestivo descartó afectación por Chagas a ese nivel. Mediante ETT se descartó miocardiopatía avanzada y aneurisma apical, por lo que se inició tratamiento con benznidazol 100mg/8h con buena tolerancia, y se implantó marcapasos DDDR, sin complicaciones, con ECG al alta en RMP 60lpm. Desde el implante permanece libre de síntomas cardiológicos en seguimiento ambulatorio.
Con este caso queremos destacar la importancia de los antecedentes epidemiológicos en el manejo de la lipotimia/síncope.
La enfermedad de Chagas es endémica en algunas zonas, sobre todo rurales, de latino-américa. Sin embargo, a partir de la primera década del siglo xxi, dados los patrones de migración existentes, observamos casos de enfermedad fuera de áreas no endémicas, especialmente en Europa y América del norte, siendo España el segundo país del mundo en que más casos se describen tras EE. UU.1.
En la enfermedad de Chagas el tripanosoma se fija en los plexos nerviosos de la musculatura lisa, por lo que las manifestaciones clínicas más frecuentes son la afectación cardíaca y la digestiva2. Respecto a la afectación cardíaca encontramos 2 entidades, la miocardiopatía crónica que deteriora lentamente la contractilidad y el sistema de conducción, y la miocardiopatía isquémica, que continúa siendo la principal causa de afectación en la población latinoamericana. En ambas entidades se puede desarrollar bradicardia como resultado de una disfunción del nodo sinoauricular o por un bloqueo auriculoventricular avanzado, lo que requiere terapia de estimulación permanente3. Por este motivo, muchos de los pacientes finalmente necesitan el implante de un marcapasos (MCP) o de un desfibrilador automático implantable (DAI), según el grado de afectación cardíaca.
En conclusión, ante una lipotimia, síncope, bradicardia, hemos de considerar el contexto epidemiológico del paciente ya que enfermedades como el Chagas podrían pasarnos desapercibidas.
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