El estudio JUPITER se diseñó para comprobar si rosuvastatina era mejor que el placebo para disminuir los episodios cardiovasculares (CV) en normolipidémicos con niveles altos de proteína C reactiva de gran sensibilidad. Incluyó aleatoriamente a 8.901 sujetos en cada grupo y se planteó para un seguimiento de 5 años1. Sin embargo, el Comité de Seguridad lo paró a los 1,9 años de mediana de seguimiento, porque consideró que había demostrado beneficios en la disminución de eventos CV.
Entre los análisis posteriores que se han realizado con los datos del estudio JUPITER, llaman la atención los cálculos que consisten en extrapolar hasta 5 años los valores del número de pacientes que es necesario tratar (NNT) conseguidos en los 1,9 años que duró el ensayo. En un artículo reciente, Koenig y Ridker realizaron un análisis post hoc de la variable secundaria «mortalidad CV o IAM o ACV» de pacientes del JUPITER, considerando como riesgo CV los valores>5% según la tabla Score, y estratificando en 2 subgrupos:>65 años y≤65 años2. Los resultados los informan como porcentaje de episodios por 1.000 pacientes-año. Con los datos proporcionados por los autores en su publicación, hemos calculado los resultados para esta variable secundaria a 1,9 años y resultan estadísticamente significativos, pero de baja a muy baja relevancia clínica para todos los grupos de pacientes, como se refleja en la tabla 1, donde se ha calculado el NNT por time to event3.
Análisis post hoc para la variable secundaria «mortalidad CV o IAM o ACV» de pacientes del estudio JUPITER (cálculo por time to event)
Rosuvastatina (%) | Placebo (%) | HR (IC 95%) | NNTa (IC 95%) | |
Todos los pacientes con riesgo CV>5% | 1,79 | 3,46 | 0,50 (0,27-0,93) | 58 (40-420) |
Pacientes>65 años con riesgo CV>5% | 1,31 | 2,38 | 0,57 (0,43-0,78) | 103 (77-201) |
Pacientes≤65 años con riesgo CV>5% | 1,10 | 2,41 | 0,47 (0,32-0,68) | 79 (61-131) |
Sin embargo, los autores, a pesar de que el JUPITER duró 1,9 años y los NNT no pueden extrapolarse a un tiempo de seguimiento mayor, informan sus curvas de supervivencia hasta los 4 años, reduciendo los NNT proporcionalmente para obtener 28, 41 y 36, respectivamente (no aportan los intervalos de confianza).
En otra situación, por ejemplo para la variable «mortalidad por todas las causas», el NNT calculado por riesgos acumulados, que fue 182 en 1,9 años (IC 95%, 99 a 1.126) −un resultado estadísticamente significativo pero de una relevancia clínica muy baja−, si se extrapola de 1,9 a 5 años, multiplicándolo por 1,9 y dividiéndolo por 5, se obtiene un NNT de 69. Esta forma de operar es un atentado contra la bioestadística, pues si bien el NNT se podría interpolar desde el tiempo de duración real de un ensayo a un tiempo menor que este (aceptando un cierto error), lo contrario es matemáticamente una falacia porque supone que la densidad de eventos se mantiene constante, cuando en ningún momento se ha probado. Es un error que ya denunciaron en su día Laupacis y Sackett en el artículo donde propusieron por primera vez el NNT en 19884.
Para facilitar la comprensión de lo que supone extrapolar los resultados del NNT, supongamos que el ensayo hubiera durado 2 años y que para la variable «mortalidad por todas las causas» el NNT hubiera sido 32. Si extrapolamos a 4 años, el NNT se reduce a 16; si extrapolamos a 16 años se reduce el NNT a 4, y si extrapolamos a 64 años el NNT queda reducido a 1, lo que significaría que por cada sujeto que tratamos con el medicamento evitamos una «muerte por todas las causas», es decir, la inmortalidad.
En el ejemplo real del JUPITER, si se extrapola el NNT de 1,9 a 5 años (y aún peor si es a 10 años) se incurre en una falacia, porque a base de ir reduciendo el NNT, al llegar a NNT=1 se habría descubierto la inmortalidad.