Sres. Directores: La lumbalgia se ha constituido como el síndrome doloroso más común que afecta al ser humano y es una de las causas de consulta más frecuentes en atención primaria. Así mismo, se la considera como una de las causas más importantes de absentismo laboral en la edad media de la vida siendo, por todo ello, responsable de un gran coste sanitario, económico y social1-3.
Con el fin de evaluar la importancia de las lumbalgias en atención primaria, me propuse estudiar la repercusión de este trastorno en una consulta semiurbana de medicina general: el grado de incidencia, de absentismo laboral, profesión, antecedentes psicopatológicos y clasificación del síndrome doloroso.
Para ello realicé un estudio descriptivo prospectivo de lumbalgia registrada en una consulta de medicina general entre julio de 1993 y abril de 1995, en un pueblo de la isla de Menorca (Es Castell). Para tal efecto, procedí a definir las variables dependientes (edad, sexo, profesión, síndrome doloroso, pruebas diagnósticas, envío a especialistas, absentismo y antecedentes psicopatológicos), y a su registro en una base de datos médica «Hipócrates». Desglosando, por un lado, los casos incidentes correspondientes al año 1994, que al relacionarlos con el total de historias clínicas abiertas (HC) a 31 de diciembre de 1994 (1.750), por estratos de edad y sexo, pudieran extraerse sus tasas específicas; y por otro, determinando el total de casos incidentes en el período estudiado, para el análisis del resto de las variables.
Habida cuenta de que prácticamente el 90% de las lumbalgias se solucionaron en nuestro nivel, de 7.739 actos médicos (excluyendo, visitas administrativas de incapacidad temporal y repetición de medicación), se registraron 265 consultas por lumbalgias, que correspondieron a 130 pacientes incidentes (98 en 1994), que produjeron el 3,4% de la demanda generada en este período. La tasa bruta de incidencia por HC fue de 5,6 casos por 100 HC en el año 1994. La edad de presentación osciló entre los 16 y 82 años con una media de edad de 47 (DE: 17,7) y con un crecimiento progresivo hasta los 65 años, donde alcanzó el 11,1 casos por 100 HC y año.
Fue el primer síndrome doloroso consultado, representando el 100% lumbalgias mecánicas (LM). El 76,6% de éstas correspondían a LM no irradiadas, el 17,4% a LM referidas y sólo el 6,0% a LM irradiadas. El 83,1% eran LM agudas, y el resto subagudas o crónicas. En el 64,4% no pudo averiguarse la causa exacta del síndrome doloroso, siendo las principales causas conocidas las que se agrupan en la tabla 1. Los antecedentes psicopatológicos se representaron en el 33,1% de los pacientes (45,7% de las mujeres). Según la actividad laboral existía un predominio de las profesiones en bipedestación y con flexiones frecuentes de la columna. Y, por último, han condicionado el 8,1% de las IT extendidas en este período (1.975 días de IT, lo que representa 65 días por lumbalgia de media, DE: 148).
Los datos presentados corroban que la demanda asistencial por esta enfermedad en nuestro entorno es alta (3,5%), especialmente en poblaciones jóvenes y trabajadoras. La falta de tradición en acudir a las mutuas de accidentes de trabajo y una gran accesibilidad a la atención primaria son factores que, sin duda, inciden en la gran demanda por esta sintomatología en la consulta de atención primaria. Los datos relativos a la profesión y a los antecedentes psicopatológicos no hacen más que indicar el origen multifactorial de esta enfermedad y la gran repercusión del ambiente laboral y de la personalidad premórbida de estos pacientes4-6.
Agradecimientos
Quiero agradecer a Maties Torrent, epidemiólogo del área de salud de Menorca, y a Miquel Ferran, traumatólogo del Hospital Asepeyo (Barcelona-Anglí), sus inestimables aportaciones.