Sr. Director: Para mejorar la investigación en atención primaria (AP) en nuestra unidad docente, se instauró desde el año 2006 un nuevo plan formativo para los residentes de medicina de familia, desarrollando varios cursos y talleres, y un «club de revistas».
Esta iniciativa partía de conseguir un conjunto de preguntas clínicas, de las que surgen en el trabajo habitual del médico de familia en el centro de salud, para que fueran la base de búsquedas bibliográficas basadas en la evidencia e iniciar así su formación en investigación.
El objetivo actual es divulgar los resultados para rentabilizar la información cualitativa conseguida dentro de una estrategia de mejora de la docencia de los residentes.
En el primer taller de investigación para los residentes de primer año (promoción 2006-2010), realizado en diciembre de 2006, tras más de 6 meses de estancia en AP, se realizó una «tormenta de ideas» para conseguir buenas preguntas clínicas. Éstas se han agrupado según su contenido de acuerdo con las grandes áreas formativas del programa de la especialidad. Participaron 29 de los 30 residentes de la promoción (uno no pudo acudir), y se obtuvo un total de 84 preguntas. Se han obtenido 35 preguntas clínicas-biológicas y 49 no clínicas.
Las preguntas clínicas ordenadas por número corresponden a: gestión clínica y calidad asistencial (31 preguntas), relación médico-paciente (23), demanda asistencial (21), tratamiento y prescripción (21), diagnóstico (15), enfermedades cardiovasculares (13) y problemas de los residentes (11). Este catálogo de preguntas se ha utilizado en el club de revistas.
Las preguntas no clínicas, por su contenido, indican malestar, dificultades o problemas de los residentes, y se refieren a calidad asistencial, relación médico-paciente, gestión del centro de salud, relación residente-tutor-paciente, y situación y ambiente laboral (tabla 1).
Ejemplos de algunas de las preguntas son los siguientes: ¿cuál es el número de pacientes hiperconsultadores por cupo y qué demandan? ¿Es posible realizar la historia, diagnosticar y tratar una enfermedad en 300 segundos? ¿Pierde el médico credibilidad si le plantea sus dudas al paciente?, entre otras.
Entre las preguntas obtenidas hemos identificado oportunidades formativas y de mejora del nivel de competencia clínica de nuestros residentes pero, sobre todo, de sus actitudes, preocupaciones y necesidades, que aportan una información muy valiosa y difícil de conseguir por otras vías para la planificación de la formación de este grupo de residentes.
Además, estos hallazgos nos han permitido proponer las siguientes medidas: realizar actividades de mejora de la comunicación tutores-residentes, utilizando la retroalimentación formativa; organizar actividades formativas específicas sobre los déficit más importantes detectados, por ejemplo, de talleres, o grupos de trabajo de los propios residentes, y proponer actividades de investigación sobre docencia.