Sres. Directores: Dentro del debate actual sobre la calidad asistencial en atención primaria, interesa destacar las opiniones de un experto no médico, conocido por todos, como es López de Arriortúa, quien afirma que para mejorar la calidad de los servicios la empresa debe centrar sus esfuerzos en recoger las opiniones, deseos y expectativas de los «señores clientes» en primer lugar, y de los «señores trabajadores» en segundo lugar1. Existen numerosos trabajos publicados sobre encuestas de opinión o de satisfacción de usuarios2, pero no tantos sobre las expectativas de los «señores trabajadores del EAP». Por ello hemos leído con interés el artículo publicado en su revista «Relación médico-paciente y entrevista clínica: opinión y preferencias de los médicos» 3. Una de las conclusiones de dicho artículo es que más del 60% de los encuestados se sienten satisfechos con su trabajo en el sistema sanitario público, siendo apreciablemente mayor el grado de satisfacción con la comunicación y la relación mantenida con sus pacientes, mientras que hay una actitud más crítica hacia los aspectos organizativos y de funcionamiento del equipo.
Dentro de los procesos de evaluación y mejora de la calidad, los relacionados con los profesionales tienen una especial relevancia. La satisfacción del personal se considera como un factor limitante de calidad asistencial cuando la misma es baja o muy baja1. Por todo ello, en nuestro equipo nos planteamos la realización de una encuesta de satisfacción laboral.
El centro de salud de Santa Lucía atiende a unas 20.000 personas de parte del casco histórico de la ciudad de Zaragoza. La población presenta un nivel socioeconómico bajo, de tal manera que aunque los habitantes de esta zona son sólo el 3% de la población aragonesa, es aquí donde se encuentran el 37% de los «pobres extremos» de Aragón (los que ingresan menos de 12.000 ptas./mes). Otro apunte significativo hace referencia a las infraestructuras: un 34% de las viviendas se califican como «en mal estado» o «infrahumanas». Por otro lado, los profesionales realizamos nuestro trabajo en un local, situado en unos bajos, que se caracteriza por ser pequeño, tener consultas oscuras y sin ventilación natural, presentar goteras, etc. A priori, las características de la población atendida y la infraestructura donde se ubica el centro no favorecerían un alto grado de satisfacción en el desarrollo de nuestro trabajo.
Se realizó la encuesta de opinión con 3 apartados: el primero preguntaba sobre la satisfacción personal de los profesionales, el segundo sobre la valoración crítica de distintos aspectos de organización del trabajo y el tercero hacía referencia a la organización interna (existencia de grupos de trabajo, reuniones de equipo, reuniones de formación continuada, etc.).
La encuesta fue contestada por 35 de los 43 trabajadores del centro de salud, lo que equivale a un 81% de participación. Las respuestas a la pregunta «¿me siento satisfecho en el desempeño de mi trabajo?» se muestran en la figura 1. Otros resultados destacables son que el 70% de los profesionales se sienten «satisfechos» o «muy satisfechos» en la relación con los miembros del equipo y que el 67% califican como «alta» o «muy alta» su integración.
Una de las principales conclusiones de la encuesta es el alto grado de satisfacción, a pesar de los condicionantes ya descritos. Pensamos que la motivación personal, y sobre todo las características del trabajo en equipo, influyen poderosamente en estos resultados. Por todo ello, queremos destacar la necesidad de esforzarnos continuamente, como dice Pritchard4, en «aprender a trabajar en equipo».