Aunque más del 40% de los médicos desarrollará su trabajo en atención primaria, hay poca orientación hacia esa salida profesional en la mayoría de las facultades españolas. Pese a esfuerzos iniciados hace más de 17 años1 y aunque se han desarrollado progresivamente actividades docentes en pregrado por parte de médicos de familia2, no hay actualmente en nuestro país ningún departamento de Medicina de Familia (MF)3. La impresión general es que los estudiantes desconocen la profesión del médico de familia y no la consideran una opción adecuada para formarse en posgrado.
Los resultados de este estudio, cuyo objetivo fue conocer opiniones de estudiantes de Medicina sobre algunos aspectos de la MF y su importancia en el pregrado, se presentaron durante un foro para estudiantes desarrollado en un congreso4.
Mediante un cuestionario autoadministrado se recogieron valoraciones subjetivas de alumnos de 2.o ciclo de la Facultad de Medicina de Murcia. Se indagaron opiniones de alumnos sobre la importancia que consideraban que nuestra facultad concedía a la MF y la que ellos pensaban que tenía para su formación como médicos. Se preguntó sobre si elegirían MF para su formación posgraduada, se valoraron las prácticas de MF realizadas en centros de salud y se indagó sobre si éstas aportaban algo diferente a lo enseñado en otras disciplinas.
Doscientos dieciséis estudiantes (un 66,2% de mujeres) contestaron el cuestionario voluntariamente, con una tasa de respuesta global del 47,16% sobre el total de alumnos matriculados.
El 58,8% de los estudiantes opinó que era poca la valoración que nuestra facultad daba a la MF, e incluso un 6,5% de los alumnos creía que era ninguna. La importancia que subjetivamente le concedieron los estudiantes fue totalmente diferente: mucha para el 52,8% y bastante para el 40,3% de los alumnos.
Menos de la mitad de los alumnos había realizado prácticas en centros de salud. Sólo 84 alumnos opinaron sobre una experiencia, que el 80,56% de ellos consideró como buena o muy buena. Casi la mitad de los que aportaban información (45,6%) creía que no enseñaba algo diferente a lo aprendido hasta entonces y un 8,8% contestó que no ofrecía nada. Destacar como respuestas abiertas algunas repetidas: “los médicos de otras especialidades desprestigian a la MF”, “la MF es básica para la formación y debería ser obligatoria”, “te aporta humanidad”, “ofrece visión global de la medicina” o “una sola semana de prácticas no da tiempo a valorarla”.
Respecto a la posibilidad de elegir MF para su formación posgraduada sólo el 1,4% de los encuestados la tenía como primera elección, mientras que un 48,1% la consideraba entre sus alternativas. Un 35,2% de los alumnos contestó que sólo la elegiría si no consiguiera acceder a otras especialidades y un 15,3% que nunca lo haría. No hubo diferencias por género en cuanto a las preferencias por MF (tabla 1).
Planteamiento de expectativas de formación de posgrado en Medicina de Familia según sexo*
Primera opción N.° de alumnos (%) | Entre mis opciones | Sólo si no consigo mi primera opción | Nunca lo haría | Total | |
Hombres | 1 (1,47%) | 28 (41,17%) | 24 (35,29%) | 15 (22,25%) | 68 (100%) |
Mujeres | 2 (1,39%) | 73 (54,04%) | 51 (35,66%) | 17 (11,88%) | 143 (100%) |
Total (agrupados, hombres y mujeres) | 3 (1,42%) | 101 (47,86%) | 75 (35,54%) | 32 (15,16%) | 211 (100%) |
Como discusión de nuestro estudio hay diferentes aspectos para valorar. No se analizó el sesgo de falta de respuesta, por lo que al contestar menos de la mitad de los matriculados la validez de los resultados podría ser discutible. El que los alumnos contestaran voluntariamente al terminar un examen quizás esté en el origen de este dato.
Llama la atención la discordancia entre la importancia que los alumnos creen que nuestra universidad da a la MF en contraste con la que le conceden los alumnos. En cualquier caso no parece corresponder esa importancia subjetiva con la escasa valoración que le otorgan como opción para su formación posgraduada. Se podría pensar que esta segunda respuesta sería más sincera y que, en parte, los alumnos respondieron a la pregunta sobre su valoración subjetiva según lo “socialmente conveniente”. En cualquier caso, es evidente que el desprestigio social y el que otros profesores le conceden a la MF, sumado a la imposibilidad de que la conozcan de forma más completa y objetiva, podrían influir en este resultado.
La conclusión más clara de nuestro estudio es que necesitamos aumentar el prestigio de nuestra especialidad tanto a nivel social como académico. La incorporación de MF como asignatura troncal a nuestras facultades, tal y como acaba de ocurrir en nuestro entorno, se hace imprescindible como una de las condiciones necesarias para este cambio cultural.
Como conclusión global podemos decir que la MF sigue siendo una gran desconocida para nuestros estudiantes, lo que hace que no la valoren como una buena opción para su formación posgraduada.
Estudio presentado en un foro de estudiantes desarrollado durante el XVI Congreso Regional de la Sociedad Murciana de MFyC; 2009 mar; Molina de Segura, España.