Presentamos el caso de una mujer de 26 años, sin antecedentes médicos de interés, atendida en Urgencias por presentar una lesión exudativa en zona abdominal de 4 días de evolución, sin prurito ni otros síntomas sistémicos.
Durante la anamnesis, la paciente negó el uso reciente de ropa nueva, cambio en el detergente habitual u otro desencadenante conocido. Manifestó que la lesión podría ser secundaria a exposición solar en la playa unos 7 días atrás. Comenta que sufrió quemaduras que no le produjeron especial interés, pero que, progresivamente, al impregnarse el área con aceite de oliva y diversas cremas con aloe vera, la evolución había sido tórpida hasta el punto actual. Negaba febrícula y fiebre; tampoco mostró otra sintomatología sistémica.
En la exploración, objetivamos una placa eritematosa sobreelevada que ocupa toda la región abdominal con lesiones vesiculosas de aspecto perlado, muy frágiles, que exudaban contenido seroso a la vitropresión (fig. 1). No objetivamos telangiectasias, lesiones ampollosas ni otras lesiones en el resto de la superficie corporal (incluyendo palmas, plantas y cuero cabelludo).
Impresionaba de miliaria cristalina. Recomendamos que evitara lociones y aceites sobre la zona y que intentara mantener la zona lo más seca posible. Además, un tratamiento tópico con corticoide de potencia alta junto con tratamiento antibiótico tópico y sistémico, dada la extensión. Realizamos estudios de función tiroidea, metabolismo del hierro y autoinmunidad (anti-ADN) que fueron normales, así como cultivo de exudado de lesión, que también resultó negativo. Se recomendaron curas cada 24-48h en el centro de salud y fue informada de los signos o síntomas de alarma por los que consultar (principalmente, mala evolución de lesión o presencia de febrícula/fiebre).
Pasados 10 días, se objetivó clara mejoría de la zona abdominal (con buena adherencia a tratamiento), sin reacciones adversas, con correcta evolución y excelente estado general (fig. 2).
En el diagnóstico diferencial, debemos tener presente la foliculitis (inflamación del folículo piloso con presencia de pápulas eritematosas perifoliculares que evoluciona progresivamente a pústulas blancoamarillentas), exantema inducido por fármacos (en este caso descartado gracias a anamnesis) y probable etiología autoinmune dentro de las enfermedades epidérmicas ampollares autoinmunes (por ejemplo, pénfigo IgA; descartado inicialmente dada la ausencia de afectación sistémica y de otra clínica concomitante)1.
La miliaria es una dermatosis más prevalente en población infantil y en climas tropicales. En su fisiopatología interviene una alteración estructural y funcional de los conductos excretores ecrinos, con una alteración en el drenaje de las glándulas ecrinas2. Existen 3formas de miliaria3:
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Miliaria cristalina (comúnmente, sudamina): obstrucción del conducto ecrino en el estrato córneo.
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Miliaria rubra: obstrucción en el estrato de Malphigii.
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Miliaria profunda: obstrucción inferior a la unión dermoepidérmica.
Una correcta anamnesis y filiación es fundamental, ya que los errores supondrán para el paciente tratamientos (tópicos o sistémicos) innecesarios con efectos adversos evitables.
Consideraciones éticasEn el trabajo no se ha utilizado experimentación en animales y se incluye iconografía de una paciente, que se mantiene en anonimato, con su consentimiento para la publicación.
FinanciaciónPara la elaboración del presente artículo no se ha recibido ningún tipo de ayuda ni financiación económica por parte de entidades públicas ni privadas.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.