Introducción. Diariamente en las consultas de atención primaria se evidencia el fenómeno del envejecimiento poblacional1,3,6. Ciertas personas con el envejecimiento presentan un deterioro importante de la función física que genera una alta dependencia4. La OMS estableció en 1974 unos criterios que definían un perfil de anciano de alto riesgo (AAR)1. El médico de familia necesita herramientas que identifiquen situaciones de riesgo para posteriormente intervenir de forma multidisciplinaria como forma de prevenir la dependencia y, en la medida de lo posible, la mortalidad precoz2,5.
Objetivos. Estudiar la prevalencia de AAR en una cohorte de pacientes mayores de 65 años. Analizar la mortalidad de esa cohorte transcurridos 5 años. Intentar establecer relaciones entre la mortalidad y el hecho de cumplir o no criterios de AAR.
Diseño. Estudio de cohortes prospectivo.
Emplazamiento. Atención primaria. Centro de salud en una población de 40.000 habitantes. Nuestro centro cubre los servicios sanitarios correspondientes al núcleo histórico de la población. Es la zona de pasado agrícola-industrial del municipio.
Participantes. De acuerdo con la bibliografía disponible3, se estimó una prevalencia de 0,38, con un error α de 0,05 y una precisión de 0,08. Realizamos un muestreo sistemático de pacientes atendidos en el centro y mayores de 65 años. La cohorte resultante fue de 171 pacientes.
Mediciones principales. Se entrevistó a cada uno de los seleccionados y se incluyó una valoración del grado de dependencia funcional utilizando las escalas de Barthel y Lawton. Cinco años más tarde se registra la mortalidad de la cohorte estudiada y la fecha de la defunción. Para obtener esta información se cruzaron los datos registrados en el sistema informático SIAP-Plus para la gestión de historias clínicas y el registro civil del municipio.
Se considera AAR si se cumple uno de los siguientes criterios propuestos por la OMS: ingreso hospitalario en el último mes, vivir solo, viudez en el último año, cambio de domicilio en los últimos 3 meses, edad > 80 años, dependencia funcional (Barthel < 60), demencia (registrada en la historia clínica).
Resultados. Edad media 75 años (DE ± 6; IC del 95%, 65-95). El 67% eran varones. Cumple criterios de AAR el 57% de la cohorte (IC del 95%, 50-64). Entre los clasificados como AAR las frecuencias relativas de cada uno de los criterios de inclusión son las siguientes: mayor de 80 años (30%), vivir solo (22%), cambio de domicilio reciente (13%), demencia (12%), ingreso hospitalario reciente (9%), dependencia funcional (8%), viudez (6%). Los clasificados como AAR cumplían un único criterio en el 58% de los casos, dos en el 25% y tres en el 11%.
Transcurridos 5 años, había fallecido el 28,3% de los clasificados como AAR, frente al 15,2% de los que no cumplían criterios de AAR. Con una diferencia estadísticamente significativa (p = 0,04). En el análisis bivariante, las variables que más se asociaban estadísticamente con la mortalidad eran la edad (p < 0,0001) y el índice de Barthel < 60 (p = 0,035). El riesgo relativo de morir en el grupo de AAR es de 1,86 y la proporción del riesgo atribuible 0,46.
Conclusiones. Se observa una elevada prevalencia de AAR en la cohorte estudiada que afecta principalmente, en nuestro caso, a varones. Aquellos pacientes que cumplieron criterios de AAR presentaron mayor mortalidad, casi el doble (RR, 1,86), respecto a los que no cumplían criterios de AAR. El resultado en cuanto al sexo difiere de otras publicaciones y lo atribuimos a la tipología de la población atendida, donde el papel desempeñado por la mujer corresponde con el de ama de casa tradicional que visita en pocas ocasiones el centro de salud. Los médicos de familia debemos prestar mayor atención a los determinantes de salud de tipo social: vivir solo, viudez.
Los resultados de este estudio únicamente han sido presentados como comunicación oral en las II Jornadas Interdisciplinares de la SAP Baix Llobregat Nord. Celebradas el 15 de junio de 2002 en Martorell.