Varón de 65 años de edad, sin metabolopatías conocidas, exfumador desde hace 15 días de unos 20 cigarrillos/día desde hace aproximadamente 40 años y exbebedor desde hace 13. Acude a la consulta de atención primaria refiriendo flemón dental1. Presenta desde hace 3 días inflamación e induración en la zona mentoniana izquierda. En la arcada dental inferior se visualiza una zona con ligera supuración compatible con un absceso, por lo que se pauta tratamiento y se solicita valoración por odontología, quien deriva al servicio de urgencias por dicha lesión. Allí refiere empeoramiento desde hace una semana, con dolor, sangrados ocasionales y pérdida de peso sin fiebre, disfagia y disnea. En la exploración se aprecia una extensa lesión exofítica con áreas ulceradas que ocupa toda la encía inferior, comprendida entre ambos cuerpos mandibulares, y se extiende al suelo oral anterior y a la cara ventral lingual, objetivándose también tumoración indurada paramandibular derecha que impresiona de infiltración ósea, adenopatías bilaterales en niveles i/ii y apertura oral conservada. Externamente presenta gran tumoración, con signos de infección y puntos sangrantes, la cual necesita curas diarias por parte del personal de enfermería (fig. 1).
Se cita para cirugía maxilofacial en 4 días. El equipo de maxilofacial diagnostica un tumor gingival de aspecto maligno muy extenso que afecta a la sínfisis y a la parte anterior de ambas ramas horizontales mandibulares, palpándose linfadenopatías de pequeño tamaño cervicales bilaterales.
Concluyen que es un tumor susceptible de tratamiento quirúrgico, por lo que se pide preoperatorio añadiendo función hepática, PET-TC y angio-TC. Se realiza biopsia, dando como resultado lesión neoplásica de tipo escamoso que muestra focal queratinización atípica. El tumor muestra bordes de infiltración de tipo pujantes asociados a un componente inflamatorio.
La PET-TC (fig. 2) informa de extensa tumoración mandibular con infiltración y destrucción ósea de la sínfisis y extensión bilateral a través de las porciones horizontales de predominio derecho, asociado a adenopatías submandibulares izquierdas y presencia de otras adenopatías laterocervicales inespecíficas, masa hipermetabólica y con áreas necróticas en la región gingival inferior, más voluminosa en el lado derecho que afecta a la región submandibular e infiltra al suelo de la boca.
El paciente no quiere recibir información de la gravedad ni extensión de su enfermedad, se niega a ser intervenido quirúrgicamente y a recibir cualquier tipo de tratamiento.
Los procesos malignos orales suponen entre el 1-5% del total de los cánceres2 diagnosticados, y el mandibular es poco frecuente. Los factores de riesgo más habituales son el tabaco, el consumo de alcohol y la infección por el virus del papiloma humano2,3. La mayor parte de estos tumores se manifiestan en forma de una hinchazón, habitualmente indolora.
Dependiendo del estadio en el que se encuentre el cáncer y del tamaño del tumor existen varios tipos de tratamiento. La cirugía, que es eficaz en los tumores localizados es una de las más habituales, seguida de la quimioterapia y la radioterapia. Estas técnicas se pueden aplicar por separado o conjuntamente, con resultados exitosos, con un resultado estético aceptable4, permitiendo su reintegración a la vida social en un periodo de tiempo razonable.