A pesar de ser la principal causa evitable de morbimortalidad y muerte prematura en el mundo, el consumo de tabaco se ha vuelto a incrementar en la mayoría de los países desarrollados, constituyendo un hábito cuyo inicio precoz en la adolescencia se encuentra estrechamente relacionado con el tabaquismo persistente en la edad adulta, y conlleva numerosos efectos adversos para la salud, provocando que un tercio de las personas fumadoras mueran prematuramente. De este modo, el consumo de tabaco es considerado uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades no transmisibles, siendo la primera causa de morbimortalidad a nivel mundial1,2.
El rol desempeñado por las enfermeras se considera fundamental en la identificación de la persona fumadora, la intervención en deshabituación tabáquica y en el seguimiento del paciente durante el proceso de abandono3,4. Por lo tanto, es necesario poder garantizar desde la formación universitaria que las enfermeras dispongan de los conocimientos, las habilidades y la confianza necesarios en intervenciones eficaces para dejar de fumar, fundamentalmente en el control del consumo de tabaco y en el valor que posee la intervención en deshabituación3.
El objetivo de este estudio fue comparar el nivel de los conocimientos sobre los efectos directos e indirectos del consumo de tabaco entre estudiantes y profesionales de enfermería. Se realizó un estudio descriptivo transversal mediante un cuestionario autoadministrado. La muestra fue elegida entre estudiantes de prácticas del Grado en Enfermería y los profesionales de enfermería que se encontraban en un hospital de León, España. Un total de 324 estudiantes y 252 enfermeras aceptaron participar en la encuesta. El cuestionario fue elaborado de acuerdo con estudios previamente validados5,6. La participación fue voluntaria y anónima, y los participantes leyeron y firmaron por escrito un consentimiento informado que se entregó de manera previa al cuestionario. Se preguntó acerca de los conocimientos sobre diferentes problemas de salud que pueden desarrollarse como consecuencia directa del consumo de tabaco o por la exposición al humo ambiental del tabaco.
De la muestra, la mayoría de los estudiantes y profesionales fueron mujeres (más del 85%), con un promedio de edad entre los 21 y los 40 años, respectivamente. La prevalencia total de consumo de tabaco fue del 14,5% en los estudiantes y del 19,1% en las enfermeras. La edad de inicio de consumo en los estudiantes fue de 15,7 (±1,5) años, y de 17,8 (±3,1) años en los profesionales, siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p<0,001) (tabla 1). La mayoría de los participantes conocía que el consumo de tabaco era factor de riesgo del cáncer de pulmón, garganta y laringe. Sin embargo, uno de cada 5 desconocía la relación entre el consumo de tabaco y la aparición de cáncer de vejiga y la leucoplasia de la cavidad bucal. Con respecto a los profesionales, aquellos con contrato fijo y más de 10 años de experiencia obtuvieron mejores resultados en conocimientos que sus opuestos. En cuanto a la exposición al humo de tabaco, el 20,4% de los estudiantes y el 10,7% de los profesionales desconocían la relación entre la exposición y la probabilidad de que naciera un recién nacido con bajo peso.
Características sociodemográficas y del consumo de tabaco de los participantes
Características sociodemográficas | Consumo de tabaco | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
n | % | n | % | p | |||
Consumo de tabaco | Estudiantes | Fumadores | 47 | 14,5 | |||
Exfumadores | 22 | 6,8 | |||||
No fumadores | 255 | 78,7 | |||||
Profesionales | Fumadores | 48 | 19,1 | ||||
Exfumadores | 58 | 23 | |||||
No fumadores | 146 | 57,9 | |||||
Estudiantes | Sexo | Mujer | 280 | 86,4 | 42 | 15 | 0,524 |
n=324 | Hombre | 44 | 13,6 | 5 | 11,4 | ||
Curso académico | Primero | 94 | 29 | 22 | 23,4 | 0,005a | |
Segundo | 90 | 27,8 | 15 | 16,7 | |||
Tercero | 72 | 22,2 | 6 | 8,3 | |||
Cuarto | 68 | 21 | 4 | 5,9 | |||
Estudios previos | Bachiller | 266 | 82,1 | 35 | 13,2 | 0,139 | |
No bachiller | 58 | 17,9 | 12 | 20,7 | |||
Edad | Media ±DT | 21,2±5,2 | |||||
Profesionales | Sexo | Mujer | 215 | 85,3 | 40 | 18,6 | 0,666 |
n=252 | Hombre | 37 | 14,7 | 8 | 21,6 | ||
Servicio trabajo | Especiales | 94 | 37,3 | 15 | 16 | 0,601 | |
Hospitalización | 118 | 46,8 | 24 | 20,3 | |||
Otros | 40 | 15,9 | 9 | 22,5 | |||
Tipo de contrato | Fijo | 114 | 45,2 | 17 | 14,9 | 0,129 | |
Temporal | 138 | 54,8 | 31 | 22,5 | |||
Experiencia profesional | Más de 10 años | 157 | 62,3 | 33 | 21 | 0,306 | |
Menos de 10 años | 95 | 37,7 | 15 | 15,8 | |||
Edad | Media±DT | 40,2±11,6 |
Este estudio ha mostrado cómo la formación universitaria durante el Grado contribuye de manera significativa a afianzar el conocimiento de los estudiantes. Aun así, es necesario desarrollar nuevos contenidos y metodologías docentes para trabajar las competencias de los estudiantes en deshabituación tabáquica. En el caso de los profesionales, la experiencia y los conocimientos que hayan podido adquirir durante su etapa laboral ha hecho que los resultados obtenidos sean aceptables. Sin embargo, el nivel de tabaquismo detectado indica que lo aprendido no se traduce en aplicación del contenido.
FinanciaciónEste estudio no recibió financiación.
Consideraciones éticasEste estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Universidad de León, cuyo número de registro fue: ETICA-ULE-030-2022, así como por el Comité de Ética del Hospital de León, con número de registro 2304 (31 de enero de 2023).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.