Introducción
En los últimos 10 años, los avances tecnológicos e informáticos han sido trascendentales y han originado un cambio radical en la vida cotidiana. La profesión sanitaria no podía quedarse al margen de este progreso y también se ha sumado a la incorporación de las nuevas tecnologías para la realización de la asistencia sanitaria. Muchas consultas de atención primaria ya están trabajando actualmente con la historia clínica informatizada1, ya que aporta muchas ventajas en la consulta, como un mayor contenido de información, una mayor legibilidad, la protocolización, la transmisión de resultados e informes y la ayuda en la investigación2. Pero también puede conllevar algunos inconvenientes: cambio en la relación médico-paciente1,3, incógnitas acerca de la confidencialidad1,4 y dificultad para algunos profesionales. Algunos opinan que la informatización aporta ventajas en la consulta5 sin alterar la relación médico-paciente y que la confidencialidad es un tema que preocupa tanto a profesionales como a pacientes.
En nuestro centro de salud (CS), la introducción de la informática ha sido reciente. Esta innovadora forma de trabajar ha generado algunas inquietudes respecto a este cambio. Nos preguntamos si ha mejorado la asistencia sanitaria, si nos gusta y estamos cómodos con el manejo del ordenador, si ha cambiado la relación con los pacientes, qué opinan los pacientes sobre este tema y, sobre todo, si lo que opinan es parecido o distinto a la opinión de los profesionales.
En este contexto, se ha realizado este estudio con el fin de averiguar qué opinan los pacientes y los profesionales sanitarios acerca de la informatización de nuestro centro de salud.
Pacientes y métodos
Se trata de un estudio transversal realizado en el CS de Santa Eugènia de Berga (Barcelona), que se compone de los siguientes consultorios: Santa Eugènia, Taradell, Folgueroles, Sant Julià de Vilatorta, Calldetenes y Viladrau.
La población de estudio es, por un lado, el personal sanitario que trabaja en el momento del estudio en el centro (12 médicos/as y 12 enfermeros/as) y, por otro, la población perteneciente a dicho CS (unos 15.000 habitantes). De esta última población se obtuvo una muestra mediante muestreo consecutivo de 386 pacientes (precisión 0,05, confianza 95%, prevalencia 50%). Se excluyó a los pacientes < 15 años, a los desplazados, las visitas domiciliarias, las urgencias vitales, los analfabetos y las personas que, por su enfermedad de base, no estaban capacitadas para contestar el cuestionario.
En el CS de Santa Eugènia de Berga, la informatización de las consultas se implantó en junio de 2003 mediante el programa e-cap del Instituto Catalán de la Salud.
El estudio se realizó durante el primer trimestre del año 2004.
Se repartieron 2 tipos de encuestas anónimas autorrellenables: la primera iba dirigida a los profesionales sanitarios, estaba compuesta por 12 preguntas cerradas y 1 abierta, se administró en un mismo día y se dio una semana de plazo para contestarla.
La segunda encuesta, dirigida a los pacientes, constaba de 14 preguntas cerradas y 1 abierta. Se repartió durante 2 días a todos los pacientes que cumplían los criterios de inclusión y que fueron visitados por el médico y/o enfermería de todos los consultorios. Las encuestas se recogían antes de abandonar el centro.
Los datos obtenidos se analizaron con el programa SPSS para Windows versión 10.0. Se muestran los resultados descriptivos de ambos cuestionarios con sus intervalos de confianza del 95% (IC del 95%) y se comparan las respuestas de los profesionales y los pacientes a las preguntas comunes mediante la prueba de la *2 o el test exacto de Fisher.
Resultados
La edad media de los 407 pacientes atendidos que constituyeron la muestra es de 48,4 ± 17,2 años (IC del 95%, 46,7-50,1) y un 63,6% (IC del 95%, 58,8-68,4) es mujer. Se obtuvieron 21 encuestas de los profesionales, 12 de médicos (100%) y 9 de enfermería (75%). La edad media es de 43,9 ± 7,5 años (IC del 95%, 40,5-47,3) y un 71,4% (IC del 95%, 51,7-91,1) es mujer. Declaran utilizar el ordenador habitualmente (más de 2 veces por semana) un 38,6% de los pacientes (IC del 95%, 33,8-43,4) y un 76% de los profesionales (IC del 95%, 57,4-94,6).
En la tabla 1 se analiza el método que prefieren los profesionales sanitarios para los diferentes aspectos que se registran en la consulta. En general, la mayoría prefiere el ordenador como herramienta de trabajo para el registro en la historia clínica de las diferentes actividades. El único aspecto en que ambos profesionales prefieren la historia de papel es en el registro de condicionantes y problemas.
Un total de 16 profesionales opinó en la pregunta abierta: 6 de ellos creen que hay que mejorar el programa informático; 4 se preocupan por el tema de la confidencialidad; 2 opinan que les falta experiencia y que con el tiempo mejorarán; 2 más creen que les falta formación sobre el programa informático; sólo 1 opina que el hecho de trabajar con ordenador empeora la consulta porque se pierde contacto con el paciente.
Al preguntar a los pacientes si les molesta el ordenador en la consulta, sólo un 2% respondió afirmativamente.
Un 91,4% de los pacientes (IC del 95%, 88,6-94,2) considera que el ordenador es útil para el profesional sanitario, mientras que este porcentaje disminuye a un 75,9% (IC del 95%, 57,2-94,6) cuando se pregunta a los propios profesionales si lo consideraban útil para ellos.
Respecto a la pregunta abierta a la posibilidad de añadir alguna cuestión sobre el tema, 60 personas dieron su opinión: 30 pacientes señalan la introducción del ordenador en las consultas como algo positivo; 12 pacientes muestran su opinión y cierta inquietud sobre la posible pérdida de privacidad, sin embargo valoran más el hecho de tener mayor accesibilidad a sus datos que la preocupación que les genera la posible pérdida de confidencialidad y confian en la ley de protección de datos y en la profesionalidad de los sanitarios; 4 personas se quejan de que el tiempo de espera ha aumentado con la informatización de las consultas.
En la tabla 2 se comparan las respuestas a las preguntas comunes realizadas tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios. En todas las preguntas se han excluido las respuestas «no sé». En todas las preguntas analizadas se observan diferencias estadísticamente significativas.
Una mayoría de pacientes está interesada en ver la pantalla del ordenador (54,3%), mientras que sólo un 11% de los profesionales cree que los pacientes tienen este interés. La relación y la duración de la visita ha cambiado poco según la opinión de ambos, si bien esta percepción es más acusada en los pacientes. La pérdida de confidencialidad es percibida mucho más por los profesionales (47,4%) que por los pacientes (10,6%). En cuanto a la pregunta sobre el método preferido, la mayoría de los profesionales (90,5%; IC del 95%, 77,7-100) prefiere trabajar con el ordenador, mientras que el 66,2% de los pacientes (IC del 95%, 61,5-70,9) considera que es indiferente (*2 = 36,87; gl = 2; p < 0,0005).
De los 6 profesionales que creen que la relación ha cambiado, 5 (83%) consideran que el cambio ha sido a peor, mientras que del total de los pacientes que ven que la relación ha cambiado tan sólo el 10,5% lo valora de forma negativa.
Discusión
La informatización ha significado un cambio en el manejo de las consultas de atención primaria. Este trabajo se ha realizado en un momento privilegiado en que la informatización empezaba a introducirse en el CS, pero puede ser que la opinión de los encuestados (pacientes y profesionales) varíe en los próximos años.
En muchos estudios se valora la opinión de los profesionales y de los pacientes por separado6,7; en éste, en cambio, se compara la opinión de ambos en el mismo momento.
La validez externa de este estudio queda limitada a emplazamientos similares con profesionales y pacientes con parecidos conocimientos y perspectivas sobre la informatización. Aunque la población estudiada ha estado muestreada durante un período corto y, por tanto, seguramente ha quedado sobrerrepresentada por los más utilizadores, creemos que su opinión sobre este tema no debe diferir del conjunto de la población atendida por el centro. Por otro lado, fueron muy pocos los pacientes que se negaron a contestar, por lo que creemos que no hay sesgo por falta de respuesta.
La opinión favorable de nuestros profesionales sobre la informatización de las consultas concuerda con la de otros estudios1,5,8 . El registro de condicionantes y problemas es el único aspecto de la historia clínica que siguen prefiriendo realizar en papel. Esto puede ser debido a la falta de costumbre o a las carencias del programa informático utilizado. Esta opinión es favorable tanto para los médicos como para el personal de enfermería y, en general, prefieren el ordenador como herramienta de trabajo el 84% de los primeros y el 100% de los segundos.
Nos han sorprendido las diferencias de opinión entre los profesionales y los pacientes. Los primeros creen que ha habido mayores cambios en la relación, que ha aumentado la duración de las visitas y, sobre todo, muestran mayor preocupación por la pérdida de confidencialidad. Parece que los profesionales sanitarios estamos más preocupados por las posibles implicaciones negativas de la informatización de la historia clínica que los propios pacientes.
Médicos, enfermeros y pacientes estamos viviendo un proceso de innovación tecnológica de las consultas imparable y son muchos los aspectos susceptibles de ser estudiados para que revierta en una mejora común en beneficio del usuario y del sistema de salud.
Agradecimientos
Los autores muestran su agradecimiento a todos los profesionales del centro y a los pacientes que han contestado la encuesta por su colaboración.