En solo 4 meses, la pandemia global causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2ha generado un estrés sin precedentes a nivel mundial, no sólo en el sistema sanitario sino en toda la sociedad. En España ha supuesto un cambio radical en la forma de ejercer la medicina y la enfermería familiar y comunitaria, y en este momento nos planteamos qué cambios son necesarios para prestar una atención de calidad en el contexto actual.1,2El sistema sanitario precisa adaptarse a los cambios previsibles3 no solo en la atención (nuevas tecnologías y telemedicina), sino también en la prevención y promoción de la salud como parte fundamental de la atención que prestamos.
En este contexto, nos enfrentamos a amenazas y a oportunidades en la prevención clínica que se suman a las anteriores,4 a las que el Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud PAPPS de semFYC no debe ser ajeno. Como punto de partida hemos de reafirmarnos en las características necesarias a preservar por su gran valor en la atención primaria: la atención longitudinal y la accesibilidad5 (ambas van juntas). El objetivo de esta editorial es revisar e identificar las amenazas y oportunidades de la promoción y prevención de la salud, desde la perspectiva de atención primaria, en el nuevo contexto de la era COVID-19.
Esta editorial se ha elaborado con aportaciones de los grupos de trabajo del PAPPS y de su Organismo de Coordinación, y resume el documento OPORTUNIDADES Y AMENAZAS para la prevención y promoción de la salud y el PAPPS en el contexto de la pandemia Covid-19.6
La atención telefónica, la telemedicina y la videoconferencia, sustitutiva de la atención presencial, que ha sido necesario implementar, puede suponer una serie de cambios de efectos inciertos para la prevención y la promoción de la salud. Las AMENAZAS para la prevención de esta nueva situación incluyen la posible pérdida de oportunidad para la implementación de las actividades preventivas, la barrera de accesibilidad a ciertos colectivos sociales y culturales, y las limitaciones inherentes al propio medio de comunicación no presencial. Para que la intervención preventiva sea eficaz es importante la empatía, la calidad de la relación profesional paciente y la calidez de la comunicación clínica, y todo esto puede verse dificultado con la atención a través de herramientas electrónicas. La consulta telefónica orientada a la resolución de problemas clínicos puede perjudicar las actuaciones clínicas de prevención sobre estilos de vida saludables y aumentar la fragmentación de la asistencia que prestamos. Finalmente, la visita no presencial tiene sus indicaciones y en ningún caso debe considerarse un sucedáneo de poca calidad de la visita presencial, y nunca deben ser una imposición de los gestores o directores.
También se abren OPORTUNIDADES para la prevención que nos permiten orientar los servicios sanitarios hacia los principales problemas de salud de la comunidad y prestar los servicios de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación necesarios para resolver esos problemas:7
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Dejar de hacer consultas administrativas que no aportan valor (certificados, informes inútiles, renovación de medicación y otros) puede ser una oportunidad para disponer de tiempo y hacer más prevención basada en la evidencia.
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Se abre una posibilidad muy importante para el fomento del auto cuidado y el automanejo de la enfermedad y de la salud.
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La aceptación mayoritaria de los recursos telemáticos genera la oportunidad de establecer comunicación proactiva entre los profesionales y los pacientes para incidir en las medidas de promoción y prevención con la población atendida.
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El desarrollo tecnológico y el avance en los registros de las historias clínicas permitirán la monitorización de los estilos de vida y de los parámetros de salud de las personas, tanto en sus domicilios como en su entorno social, favoreciendo intervenciones selectivas y muy dirigidas a prevenir enfermedades.
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La situación de esta pandemia, de naturaleza comunitaria, ha favorecido un claro compromiso de los ciudadanos con la corresponsabilidad y la importancia del empoderamiento en el control de la enfermedad, junto con la percepción de que el sistema sanitario por sí solo es insuficiente para evitar las enfermedades.
La obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial y el tabaquismo se han revelado como factores agravantes en la infección por COVID19. Aspectos, todos ellos, muy relacionados con la prevención y la cronicidad. La intervención sobre estos factores de riesgo requiere intervenciones repetidas en el tiempo en las que la longitudinalidad propia de la atención primaria tiene un valor fundamental. Se abre una oportunidad de influir desde el PAPPS para que se implementen políticas de prevención y control de las enfermedades no transmisibles. La alianza para la prevención de enfermedades no transmisibles RedENT8 puede ser una plataforma importante para influir en las medidas políticas. Otras oportunidades para la prevención se resumen en la tabla 1.
Otras oportunidades para la prevención en la era COVID.19
1. | El valor clínico y la visión social de las vacunas va a cambiar. Existe interés social que podemos aprovechar para divulgar el valor y la indicación de cada vacuna, con mejor información, superando la falsa pero extendida dicotomía del “vacunas sí o no”. |
2. | Se nos presenta una oportunidad única de poder incidir en el valor de la prevención en salud mental; de detectar factores de riesgo de conflictos o trastornos mentales e intervenir en los procesos de duelo, y de situaciones de aislamiento social y necesidades no cubiertas, brindando sostén y acompañamiento emocional, evitando medicalizar el malestar de la vida cotidiana (ansiedad-tristeza-laboral…) y facilitando la participación de los activos sociales en su abordaje9 y.10 |
3. | El trabajo en equipo multidisciplinar médico de familia, pediatra, enfermera, trabajador social y administrativos es más importante que nunca. Esto permitirá flexibilidad y mejorará la adaptabilidad a las circunstancias cambiantes. |
4. | Surge la oportunidad de incorporar la visión social y trabajar con perspectiva socio-sanitaria, tanto a través de las trabajadoras sociales de los equipos como desde las consultas. |
5. | Con una orientación comunitaria trabajaremos los requisitos para la promoción de la salud, y el refuerzo de la acción comunitaria. Se impone ir tejiendo redes en promoción y prevención de la salud en todas las comunidades autónomas. |
6. | Son necesarias sinergias, trabajo colaborativo y comunicación con la atención hospitalaria para ofrecer una atención compartida y no fragmentada también en la prevención y promoción de la salud |
El valor de la prevención debe influir en las políticas y a los políticos. Es preciso potenciar el papel de abogacía de la salud de nuestro programa, e intentar firmar acuerdos de colaboración-asesoramiento estables en el tiempo, desde grupos de trabajo o desde el propio programa PAPPS, tanto con Ministerio como con Servicios de Salud territoriales. Se nos presenta una oportunidad de una mayor colaboración entre la Atención Primaria y la Salud Pública, tanto en el sistema de vigilancia de enfermedades transmisibles como en las crónicas y estilos de vida.
Para finalizar, queremos manifestar desde el PAPPS que la sociedad en su conjunto ha mostrado su respeto y reconocimiento por la tarea de los profesionales sanitarios. Es un buen momento para reforzar el compromiso entre personas, sociedad y profesionales para trabajar colaborativamente para la preservación de la salud.