La gripe es un importante problema de salud pública, también en gestantes, con más riesgo de infección y complicaciones que el resto de la población, sobre todo en casos de comorbilidad1. La principal estrategia preventiva es la vacunación antigripal (VAG). Una vacuna inactivada y, por tanto, segura durante la gestación, que además reduce el riesgo de hospitalización por gripe2, incluso en lactantes hasta los 6 meses de edad3. Sin embargo, aunque numerosas sociedades científicas e instituciones sanitarias recomiendan la VAG en cualquier trimestre de gestación, la cobertura continúa siendo baja. En España, en 2007/08 se situó en un 4,1% según datos autoinformados4.
Además de la percepción del riesgo de gripe, y los conocimientos y actitudes frente a la vacunación, destacan como factores predictores de la VAG en gestantes, la recomendación por parte de los sanitarios5,6. En Cataluña, los ASSIRes son centros públicos de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva, con abordaje preventivo, de promoción de la salud, además de asistencial en los que se atienden a las gestantes. Se realizó un estudio para conocer la cobertura de la VAG en estos centros, y analizar los factores asociados (tabla 1).
Variables asociadas independientemente con la vacunación antigripal en gestantes. Análisis de regresión logística
Variable | ORc | IC 95% | ORa | IC 95% |
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ASSIRes con dirección por objetivos | 5,7 | 1,8-17,7 | 6,8 | 1,9-25,4 |
Haber recibido consejo sobre la vacunación antigripal por parte del matrón/a | 8,0 | 4,0-15,7 | 10,7 | 4,8-23,7 |
Haberse vacunado contra la gripe en temporadas anteriores | 3,4 | 2,0-5,7 | 3,4 | 1,0-11,2 |
Creer en los beneficios de la vacunación antigripal | 4,6 | 1,9-11,1 | 4,1 | 1,4-11,4 |
ASSIRes: Atención a la Salud Sexual y Reproductiva; ORa: odds ratio ajustada; ORc: odds ratio cruda; IC 95%: intervalo de confianza del 95%.
En junio de 2014 se aplicó una encuesta telefónica transversal a gestantes atendidas de bajo riesgo, durante la temporada gripal 2013/14, por matrones/as en 7 ASSIRes de zonas con diferente concentración demográfica de Cataluña. El tamaño muestral se calculó bajo el supuesto de cobertura de la VAG 4,1%, un riesgo alfa del 5% y una precisión del ±2,5%. El sistema de muestreo de las gestantes fue estratificado, aleatorizado y proporcional por ASSIRes.
La variable dependiente fue la VAG de la gestante (autoinformada y contrastada en historia clínica). Las variables independientes se agruparon en sociodemográficas, atención sanitaria recibida, conocimientos y actitudes frente a la VAG, antecedente de la VAG e historia obstétrica. Como medida de frecuencia se empleó la prevalencia, y como medida de asociación la odds ratio cruda (ORc) y la odds ratio ajustada (ORa). Todas estas medidas fueron acompañadas del correspondiente intervalo de confianza del 95% (IC 95%), y el nivel de significación aceptado, fue de p<0,05.
Participaron 328 mujeres, el 48,4% (328/678). No observándose diferencias significativas entre las que aceptaron o no participar respecto a la edad, el país de origen y el ASSIRes. La cobertura de la VAG autoinformada fue del 21,3%, con IC 95%: 16,9-25,7%, frente a la registrada del 16,8% con IC 95%: 12,8-20,8%. El nivel de concordancia positivo entre ambas fuentes de información fue del 74,3% (55/74), y el índice Kappa del 0,773 (p<0,001).
La VAG, constatada en la historia clínica, se asoció con el hecho de ser atendida en un ASSIRes con dirección por objetivos (DPO), haber recibido la recomendación de su matrón/a, creer en los beneficios de la vacunación y haberse vacunado previamente contra la gripe.
Aunque los datos de nuestro estudio cuadruplican los de estudios previos, muestran todavía una baja cobertura de la VAG. Para los sanitarios es primordial considerar que la VAG a las gestantes es una medida preventiva eficaz para reducir la morbimortalidad materno-infantil por gripe, y que su recomendación sanitaria, subrayando los beneficios de la misma, es crucial para su aceptación. Además, el hecho que el ASSIRes determine como DPO que el matrón/a informe y vacune a la gestante atendida, supone el acceso inmediato de la gestante a la VAG, minimizando la pérdida de oportunidad de inmunización. Las prácticas de los matrones/as y el tipo de ASSIRes son claves para mejorar de la cobertura de la VAG en gestantes.