La transmisión de microorganismos patógenos en el curso de procedimientos odontológicos conlleva la posibilidad de contraer enfermedades graves potencialmente transmisibles, como las hepatitis virales o la infección por VIH1. El riesgo aumenta cuando se realizan técnicas cruentas que provocan soluciones de continuidad en la mucosa oral, como las punciones con agujas contaminadas o las heridas ocasionadas por instrumental afilado2.
Los guantes son un método de barrera primordial, ya que pueden reducir hasta en un 50% el volumen de sangre transferido por una punción accidental3. La frecuencia de perforación de los guantes durante procedimientos odontológicos ha sido objeto de numerosos estudios, aunque hasta la fecha en ninguno de ellos se han analizado técnicas realizadas por el higienista dental y este constituye el objetivo primordial de este trabajo.
Entre septiembre y diciembre de 2015, reunimos un total de 200 pares de guantes de látex libres de polvo, no estériles, talla «S» (n= 400 guantes, Naturflex® BarnaImport Médica SA, Cornellá de Llobregat, España) que habían sido utilizados en una Unidad de Salud Bucodental del Servicio Gallego de Salud (SERGAS) para efectuar alguno de los siguientes procedimientos: tartrectomías, sellado de fisuras, exámenes de salud oral/fluorización tópica o limpieza/embolsado de instrumentos dentales. Todos los procedimientos fueron realizados por el mismo higienista dental con la técnica de guante único, de acuerdo con las normas de seguridad universales. Se utilizó una muestra control de 100 guantes de látex y de la misma marca comercial, para cuantificar las perforaciones secundarias a defectos de producción. Un único observador evaluó la integridad del guante utilizando la metodología de «sobrecarga de agua» descrita en la norma EN-455 y previamente aplicada por otros autores4.
En los guantes control no se detectaron perforaciones. En el grupo de estudio, se identificaron 12 perforaciones (3% de los guantes utilizados), 6 en la mano derecha y 6 en la izquierda. La distribución de las perforaciones según el tipo de procedimiento se muestra en la tabla 1. En ningún caso se detectó más de una perforación en el curso de un único procedimiento (se observaron perforaciones en el 6% de los procedimientos efectuados).
Distribución de las perforaciones según el tipo y duración de los procedimientos
Procedimientos | N | Duración (media ± SD) | Perforaciones | ||
---|---|---|---|---|---|
Derecha | Izquierda | Total | |||
Limpieza/embolsado instrumental | 50 | 15 ±0 | 1 (2%) | 2 (4%) | 3 (6%) |
Exploración oral y fluorización tópica | 50 | 8,98±2,29 | 3 (6%) | 0 (0%) | 3 (6%) |
Tartrectomía | 50 | 25,09±6,19 | 1 (2%) | 4 (8%) | 5 (10%) |
Sellado de fisuras | 50 | 19,55±5,76 | 1 (2%) | 0,0%) | 1 (2%) |
Total | 200 | 17,15±7,35 | 6 (3%) | 6 (3%) | 12 (6%) |
Los dedos afectados en la mano derecha fueron el pulgar (n= 2) y el índice (n= 4). En el pulgar, una perforación se asoció con un sellado de fisuras y las otras dos con limpieza/embolsado de instrumental. Las perforaciones en el dedo índice ocurrieron durante el examen de la cavidad oral/fluorización tópica (n= 2) y durante una tartrectomía (n= 1).
En los guantes utilizados en la mano izquierda, se detectaron perforaciones en todos los dedos excepto el anular. Las tartrectomías causaron un total de 4 perforaciones, en los dedos pulgar, índice, medio y meñique. La limpieza/embolsado del instrumental ocasionó perforaciones en los dedos índice y pulgar.
No encontramos relaciones estadísticamente significativas entre las variables analizadas y la aparición de perforaciones, ni al analizar todos los guantes en conjunto ni distribuidos en subgrupos derecho e izquierdo.
La tasa de perforación del 6% del presente estudio fue similar a la de trabajos previos realizados entre odontólogos5, aunque esta varía ampliamente según la técnica realizada, correspondiendo las más altas a los procedimientos endodónticos (44%)6.
Teniendo en cuenta las limitaciones de este estudio, los resultados sugieren que las perforaciones de los guantes producidas durante los procedimientos realizados por los higienistas dentales son impredecibles y que la ausencia de perforaciones macroscópicas no garantiza una protección completa, por lo que debe extremarse la concentración independientemente del tipo de técnica que se practique y valorar el empleo de doble guante al efectuar tartrectomías.