Prescripción de medicamentos en receta y en informe de alta del servicio de medicina interna de un hospital general
Objetivo. Analizar la prescripción de medicamentos realizada por el Servicio de Medicina Interna de un hospital general (Hospital Universitario de Valme) en los 2 documentos donde se origina la prescripción (informes de alta y recetas oficiales), evaluar los indicadores de uso racional del medicamento (URM) definidos en el Contrato Programa (CP) del Servicio Andaluz de Salud (SAS)1 y el cumplimiento de los objetivos establecidos en él, además de analizar las posibles desviaciones entre la prescripción en el informe y en la receta oficial.
Diseño. Estudio observacional retrospectivo sobre las prescripciones de medicamentos al alta hospitalaria realizadas por el Servicio de Medicina Interna, tanto en los informes como en las recetas oficiales, durante el primer trimestre del año 2003.
Emplazamiento. Hospital Universitario de Valme. Nivel de atención especializada.
Mediciones principales. Cumplimiento de los objetivos de URM establecidos en el CP del SAS1. Evaluación del porcentaje de adecuación de la prescripción al alta a la Guía Farmacoterapéutica del hospital (GFT).
Resultados. Se revisaron 400 informes de alta y 5.798 recetas. En la tabla 1 se exponen los resultados de los indicadores del CP evaluados en los informes de alta y en las recetas realizadas. En todos ellos, las diferencias entre los resultados en ambos documentos fueron estadísticamente significativas. De los 6 indicadores de URM establecidos en el CP, tan sólo cumplieron con los objetivos 3 indicadores en los informes y uno en las recetas. La adecuación de la prescripción a la GFT del hospital ha sido del 66,8% en los informes de alta y del 46,3% en las recetas.
Discusión y conclusiones. Con respecto al porcentaje de adecuación a la GFT, destacamos que el resultado obtenido en las recetas (46,3%) es bastante desfavorable en comparación con los comunicados en la bibliografía (50,0-79,7%)2-5.
El porcentaje de prescripción en principios activos en los informes ha sido mucho más favorable que en las recetas (un 15 frente al 7,6%, respectivamente; p < 0,001), lo que hace pensar en la existencia de factores externos en los criterios de prescripción del especialista. Esto nos motiva para la próxima realización de estudios que permitan identificar cuáles son estos factores y cómo se puede actuar sobre ellos.
Se observan diferencias aún mayores al comparar el resultado de prescripción en principio activo en receta con el obtenido en atención primaria de nuestra área sanitaria, dato facilitado por los servicios centrales del SAS (un 7,6 frente al 22,9%; p < 0,001). Estos resultados resaltan la importancia de poner en marcha en los hospitales intervenciones encaminadas a unificar criterios de prescripción en ambos niveles para así reducir la prescripción inducida.