Objetivo. Conocer la prescripción de novedades de utilidad terapéutica baja (medicamentos tipo C) de los médicos generales de la provincia de Toledo. Determinar si hay variabilidad de uso y analizar posibles factores explicativos de ésta.
Diseño. Descriptivo, transversal.
Emplazamiento. Áreas de salud Toledo y Talavera de la Reina.
Participantes. Prescripciones en el año 2004 de medicamentos considerados de tipo C en el territorio del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha por parte de los 344 médicos generales de las 2 áreas.
Mediciones principales. La unidad de medida fue el número de envases prescritos por cada 100 habitantes con tarjeta individual sanitaria (TIS) adscrita al médico. Se determinó la presencia de variabilidad mediante el cálculo de la razón y el coeficiente de variación. Como posibles factores explicativos se estudiaron las siguientes variables de cada médico: sexo, edad, formación MIR, ubicación de la consulta (rural/urbana) y población asignada (TIS).
Resultados. La prescripción global de medicamentos tipo C fue 18,37 envases/100 TIS. Al analizarla por equipos de atención primaria, la media fue 18,46 ± 6,71; coeficiente de variación del 36,36%, con un rango de 8,77-38,56 y una razón de 4,39. El análisis individual por médico muestra una media de 18,20 ± 9,98 coeficiente de variación del 54,82%, un rango de 2,24-71,86 y una razón de 32,08.
La prescripción fue inferior en los facultativos MIR y en los ubicados en zonas urbanas (fig. 1). Entre las variables cuantitativas (edad y cupo), sólo se encontró relación significativa entre envases/100 TIS y el tamaño del cupo del facultativo (rho de Spearman = 0,146).
FIGURA 1. Envases de medicamentos tipo C/100 tarjetas individuales sanitarias (TIS) según diversas variables cualitativas.
Discusión y conclusiones. La cantidad de fármacos tipo C prescritos en 2004 en la provincia alcanza una cifra nada despreciable y difícilmente justificable, por tratarse de medicamentos que no aportan importantes beneficios en eficacia y seguridad1. Un elevado uso de estos fármacos debe llevarnos a reflexionar sobre la calidad de la prescripción; se considera que su utilización es indicio de una posible ineficiencia2 y, por tanto, no es recomendable.
Se ha podido constatar, además, la presencia de una importante variabilidad en la prescripción de estos fármacos, tanto individualmente como entre equipos. En general puede decirse que tras la variabilidad en la práctica clínica se esconde un uso inadecuado de los recursos por sobreutilización o infrautilización3, y especialmente en este caso por tratarse de fármacos cuya utilización implica ya por sí misma una baja calidad2. Diferentes variables relacionadas con el médico podrían explicar en parte la variabilidad encontrada. Sería necesario tener en cuenta, además de lo analizado, otras posibles causas que también pudieran influir en la decisión de introducir nuevos fármacos de baja utilidad terapéutica en la práctica clínica (prescripción inducida, información aportada por la industria, etc.)4.