Los fármacos coadyuvantes en el tratamiento del dolor pueden usarse solos o combinados a analgésicos para potenciar su efecto. Destacan entre ellos los antidepresivos, anticonvulsivantes y ansiolíticos, sin embargo su consumo está asociado a un mayor riesgo de accidente de tráfico1 e incluso mayor probabilidad de ser culpable2. A medida que progresa la evidencia, se va concretando que el mayor riesgo de accidente está asociado al uso de benzodiacepinas de vida media larga, dosis alta y las primeras semanas de su consumo. Además fueron las sustancias medicinales más frecuentemente detectadas entre los conductores fallecidos en España entre 1991 y 2000. El porcentaje en 2011 de conductores fallecidos que resultaron positivos a psicofármacos fue del 9,49%3.
A pesar de estos datos, la percepción de riesgo es baja, ya que según la encuesta (EDADES) de 2009, únicamente el 60% de la población general considera que el consumo esporádico de tranquilizantes pueda generar riesgo4. El objetivo de este trabajo es presentar los datos de dos estudios, sobre la percepción de riesgo de accidente y la información recibida por los pacientes conductores de vehículos que estuvieran con tratamiento analgésico que pudiera reducir la capacidad de percepción. Ambos estudios tuvieron una duración de 3 meses, incluyeron pacientes que acudieron por primera vez a una consulta de rehabilitación general y cumplían los siguientes criterios de inclusión: a) tratamiento analgésico coadyuvante que pudiera alterar la capacidad de conducir (ansiolíticos, miorrelajantes, anticonvulsivantes, antidepresivos u opiáceos), y b) condujeran habitualmente vehículo de motor.
La edad media en 2005 fue 47 años. Siete eran mujeres y 6 varones (n = 13). Nueve estaban en tratamiento con benzodiacepinas de vida media corta. Ninguno era conductor profesional. En 2012, la edad media fue 43 años. Cuatro eran mujeres y 7 varones (n = 11). Ninguno era conductor profesional. Nueve estaban en tratamiento con benzodiacepinas de vida media corta (tabla 1). El motivo de consulta de los sujetos a estudio fue dolor cervical y/o lumbar.
Características de la muestra 2012
Sexo | Edad | Dolor | Benzodiacepinas (mg) | Tramadol (mg) | Pregabalina (mg) | Tryptizol (mg) | Percepción del riesgo |
M | 31 | C | Tetrazepam 50 Ocasionalmente | (0-0-10) | No | ||
V | 54 | C | Tetrazepam (0-0-50) | No | |||
M | 58 | C | Diazepam 5-0-10 | (0-0-75) | No | ||
V | 30 | L | Alprazolam (0-0-0,5) Tetrazepam (0-0-50) | 50-50-50 | (25-0-75) | No | |
V | 55 | C | Lorazepam (0-0-1) | (75-0-75) | No | ||
V | 57 | L | Tetrazepam (0-0-50) | Sí | |||
M | 47 | L | (0-0-50) | No | |||
V | 34 | L | Tetrazepam (0-0-50) | No | |||
V | 45 | C L | Tetrazepam (0-0-50) | No | |||
V | 26 | Tetrazepam (0-0-50) | No | ||||
M | 42 | L | Diazepam (0-0-10) Tetrazepam (0-0-50) | Retard 200 (1/día) | Sí |
C: cervical; L: lumbar.
Según la información obtenida a través de la entrevista clínica, los resultados del primer estudio en 2005 fueron que todos habían sido informados sobre los efectos secundarios, pero ninguno consideraba la conducción como actividad de riesgo y, en 2012, que todos excepto uno habían sido informados sobre los efectos secundarios y 9 casos no consideraban la conducción como actividad de riesgo, entre los cuales estaba el que no recibió información.
El estudio DRUID refleja una mayor probabilidad de conducción tras el consumo de drogas que tras alcohol5. Estos resultados y la escasa percepción de riesgo, tal y como reflejan en el informe de 2011, pudieran atribuirse a que no había habido política disuasoria en el ámbito de las drogas.
En la población general la percepción de riesgo respecto al consumo esporádico de hipnosedantes ha disminuido en los últimos años, siendo menor en el grupo de mayor edad y en las mujeres. La limitación de este descenso podría tener un gran impacto en salud ya que los accidentes de tráfico, según la revista Lancet, ocupan el octavo lugar entre las causas de muerte en el mundo a nivel global, causando el mismo número de víctimas mortales que la diabetes y algo inferior al provocado por cáncer de tráquea, bronquios o pulmones6. Como conclusión destacar que las benzodiazepinas están entre las 6 clases de fármacos más frecuentes detectados en víctimas de accidentes de vehículos a motor. Sin embargo, la percepción de riesgo de los conductores continúa siendo baja. Estos resultados pueden servir de referencia para futuros estudios que evalúen el impacto global en salud y diseñar actividades preventivas que integren políticas sanitarias y sociales, además de las de tráfico.