Con el objetivo de valorar la utilidad y concordancia diagnóstica de la ecografía abdominal realizada por un médico de familia, se diseñó un estudio descriptivo longitudinal.
Se realizó en un centro de salud rural situado a 35km del hospital o centro de especialidades más cercano, con una población de 12.000 habitantes de más de 40 núcleos de población, con 10 médicos de familia.
Se dotó al centro de salud con un ecógrafo Esaote MyLab 50 con 2 sondas multifrecuencia y software para ecografía abdominal, y se formó a un médico del equipo con un curso de 100h. Se incluyó un total de 177 pacientes.
En cada estudio ecográfico se incluyó una valoración del parénquima hepático, vesícula biliar e hilio hepático, parénquima esplénico, parénquima renal bilateral y vejiga urinaria, y se consideró concluyente siempre que fue posible la visualización de las estructuras relacionadas con la indicación. En caso contrario, se consideró no concluyente y se derivó para la realización de la ecografía por parte de un radiólogo externo. Se analizaron las ecografías abdominales realizadas en un año, desde noviembre de 2007 a noviembre de 2008. Las exploraciones concluyentes se etiquetaron como normales o patológicas. Las enfermedades se dosificaron en: enfermedad no relevante (hallazgos morfológicos anómalos, no relacionados con la indicación y que no requirieron seguimiento, confirmación diagnóstica ni intervención terapéutica), y enfermedad relevante (tabla 1).
Estudios patológicos encontrados
Enfermedad no relevante | Enfermedad relevante | ||
Granulomas hepáticos | 3 | Litiasis biliar sintomática | 5 |
Quistes hepáticos simples | 9 | Esteatosis hepática | 5 |
Quistes hidatídicos calcificados | 4 | Angioma hepático | 5 |
Pólipos de vesícula menores de 1 mm | 7 | Hidronefrosis | 2 |
Litiasis biliares asintomáticas | 17 | Litiasis renal | 4 |
Quistes renales simples | 22 | Riñon pélvico | 1 |
Doble sistema calicial | 4 | Hepatocarcinomas* | 2 |
Bazo accesorio | 2 | Coledocolitiasis* | 1 |
Total/porcentaje de exploraciones concluyentes | 68/47% | Colecistitis* | 2 |
Aneurisma aórtico* | 1 | ||
Cáncer vesical* | 1 | ||
Esplenomegalia gigante Mielofibrosis* | 2 | ||
Rotura renal tras traumatismo* | 1 | ||
Metástasis hepáticas* | 2 | ||
Íleo mecánico* | 1 | ||
Total/porcentaje de exploraciones concluyentes | 35/21% |
Todas las ecografías patológicas se contrastaron mediante:
- •
Repetición de la ecografía a cargo de un radiólogo externo.
- •
Informe hospitalario en caso de ingreso.
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El material grabado en soporte digital, que examinó un ecografista del Servicio de Patología Digestiva del Hospital de León.
Fueron concluyentes 163 estudios (92%). Hubo un 37% de exploraciones sin enfermedad, un 47% con enfermedad no relevante y un 21% con enfermedad relevante (tabla 1) La concordancia de los hallazgos ecográficos patológicos fue de un 93% (intervalo de confianza del 95%: del 87 al 99%), con resultados similares a los encontrados en otros estudios que llevó a cabo personal no radiólogo1–4.
El tiempo medio de espera fue de 2,3 días.
El valor de la ecografía como prueba diagnóstica está claro, y cabe dilucidar si el médico de familia puede llegar a alcanzar un determinado estándar de calidad que asegure la fiabilidad de sus resultados. Hay pocas publicaciones sobre la capacidad de realización de ecografías abdominales y concordancia en médicos de familia3,4, pero sí hay trabajos sobre el tema en diversos colectivos de «no radiólogos» como cirujanos1, médicos de urgencias2,5 e incluso residentes5, con resultados muy similares. También a través de comunicaciones a congresos4,6 y por la actividad de grupos de trabajo específicos de ecografía en atención primaria hay experiencias muy sólidas y de larga duración.
Como dato negativo, estaría el tiempo que ha invertido ese profesional en su formación y en la realización de las pruebas, que puede llegar a las 2 horas semanales.
El dilema fundamental no es si «seremos capaces de hacer las ecografías como los radiólogos», sino si el ecógrafo «puede llegar a ser una herramienta útil en el centro de salud».