Averiguar la influencia que tiene el paso por la universidad en la modificación de los hábitos de consumo de tabaco y alcohol y el ejercicio físico en los estudiantes universitarios.
DiseñoEstudio descriptivo, transversal.
EmplazamientoÁmbito universitario de Murcia.
ParticipantesSe selecciona una muestra de 1.179 alumnos.
IntervencionesSe utiliza un cuestionario autocumplimentado y anónimo. Consta de 36 preguntas con 4 escalas de medida: grado de información sanitaria sobre RCV, consumo de tabaco, consumo de alcohol y realización de ejercicio físico.
ResultadosLos estudiantes universitarios (EU) del último curso se declaran fumadores: el 39,2 frente al 36,4% de los de primer curso (NS). El 81,6% de los de primer curso consumen alcohol durante los fines de semana, frente al 81,1% de los del último curso (NS). En la valoración general del consumo de alcohol el 13% deja de consumir o consume menos y el 10% consume más, aunque la mayoría (55,2%) no modifica su hábito de consumo. Respecto al ejercicio físico, la frecuencia de EU que refieren practicar más ejercicio es de un 21,2% en los del primer curso frente al 20% en los del último curso (NS).
ConclusionesEl paso por la universidad no parece tener influencia positiva en los hábitos y estilos de vida de los jóvenes. Es necesario aplicar medidas para potenciar estilos de vida saludables entre los universitarios.
To find out the influence that going to University has on changing smoking and alcohol habits, and on physical exercise in students in the EU.
DesignCross-sectional descriptive study.
SettingUniversity of Murcia.
ParticipantsA sample of 1179 students was selected.
InterventionsA self-filled and anonymous questionnaire was used. It consisted of 36 questions using 4 measurement scales: level of health information on cardiovascular risks (CVR), smoking, alcohol consumption and doing physical exercise.
ResultsA total of 39.2% of university students in their last academic year said they were smokers, compared to 36.4% in the first year (NS). A total of 81.6% of first year students had consumed alcohol at weekends, compared to 81.1% of those in their last year (NS). In the overall assessment of alcohol consumption, 13% «stopped drinking or drank less» and 10% «drank more», although the majority (55%), did not change their drinking habits. As regards physical exercise, the number of students who did more physical exercise was 21.2% in the first academic year, compared to 20% of students in their last year (NS).
ConclusionsGoing to University does not seem to exercise a positive influence on the habits and lifestyles of young people. Measures should be taken to encourage healthy lifestyles in Universities.
Hay evidencias suficientes que relacionan los factores ambientales adquiridos durante la vida, como los hábitos y estilos de vida, con la aparición de enfermedades y eventos cardiovasculares1–3. Durante los primeros años de la vida adulta se adquieren determinados hábitos que incluyen el tipo de dieta, el sedentarismo o el tabaquismo, entre otros, cuya modificación posterior resulta difícil, y que determinarán la salud cardiovascular futura de los individuos en la vida adulta. Por ello, resulta de interés conocer qué hábitos, relacionados con el riesgo cardiovascular (RCV) futuro de los individuos, comienzan a integrarse al final de la adolescencia. La caracterización de los factores de riesgo cardiovascular modificables de la población joven española es útil en la orientación y la planificación de actuaciones, consejos e intervenciones de carácter preventivo.
El consumo de alcohol y tabaco son hábitos ampliamente extendidos en la sociedad y particularmente en la juventud, lo que no permite prever que a medio plazo disminuyan de forma importante los problemas de salud relacionados con estos hábitos en esta población. Los estilos de vida nocivos, entre los que se incluyen conductas de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas en los jóvenes, representan un tema relevante en nuestra sociedad, que precisa de un abordaje multifactorial y multidisciplinario4–7.
Aunque en la promoción de estilos de vida sanos o saludables la responsabilidad es compartida en varios estamentos, la adopción de estilos de vida en los jóvenes debería ser una de las tareas a cumplirse en la universidad, por medio de la promoción de la salud, propiciando la adquisición de estilos de vida sanos que redundan, como se ha demostrado, en una mayor supervivencia y mejor calidad de vida de los individuos8–13.
Por lo tanto, hay una necesidad de propiciar hábitos y estilos de vida sanos en los jóvenes en todas sus etapas del desarrollo, sin descuidar el abordaje preventivo y de promoción de la salud en la etapa universitaria, de modo que la universidad fomente la adquisición del conocimiento junto con la promoción de estilos de vida saludables que mejoren la salud cardiovascular futura.
El objetivo de este estudio es averiguar la influencia que tiene el paso por la universidad en la modificación de los hábitos de consumo de tabaco y alcohol y el ejercicio físico en los estudiantes universitarios, comparando los hábitos de los alumnos que cursan primero con los del último curso.
Material y métodosEstudio observacional, descriptivo y transversal de base institucional mediante cuestionario.
El estudio fue realizado en la Universidad Católica San Antonio de Murcia. Para la selección de la muestra, se partió de los 3.139 estudiantes universitarios (EU) del primero y el último curso de los estudios que se imparten en la universidad. El cálculo de la muestra se realiza para una población finita, según el principio de máxima indeterminación, con un nivel de confianza del 95%, error alfa de 0,05 y un contraste de hipótesis bilateral, que resulta en una muestra mínima necesaria de 1.068 individuos. Se seleccionó una muestra de 1.179 alumnos mediante un muestreo aleatorio consecutivo, de tipo cluster o por conglomerados.
Se confeccionó un cuestionario, de tipo autocumplimentado y anónimo, de 36 preguntas, que fue objeto de validación según la metodología aconsejada para la construcción y el diseño de cuestionarios14–16. Los resultados cualitativos de las reuniones de consenso de expertos dieron lugar a los diferentes componentes o áreas, y originaron las preguntas sobre las que se confeccionó el cuestionario. Tras asegurar su comprensibilidad (test inicial en 20 alumnos), se realizó un test cuestionario piloto en 100 EU y se procedió a su validación. La consistencia interna del cuestionario resultante, tras la realización de la prueba piloto, se mostró adecuada para las áreas de información sanitaria (α=0,7622), tabaco (α=0,9462), alcohol (α=0,8274) y ejercicio (α=0,9124), no así para los antecedentes familiares de RCV (α=0,3366). El cuestionario utilizado, objeto del estudio, reunía las condiciones de ser una herramienta útil en la valoración de los hábitos de vida, relacionados con el RCV, de los jóvenes universitarios, y constituyó el cuestionario definitivo.
La variable independiente analizada en este artículo ha sido el curso realizado (el primer curso de carrera o el último), pues el objetivo principal es analizar cómo afecta el paso por la universidad al consumo de alcohol y tabaco y el ejercicio físico. Las variables dependientes han sido la información sanitaria (conocimientos medidos en los ítems del cuestionario), el consumo de tabaco (consumo de, al menos, un cigarrillo en el último año), alcohol (consumo de, al menos, una bebida alcohólica en el último año) y la realización de ejercicio físico (realización de algún tipo de actividad deportiva el último año). El cuestionario aplicado a los alumnos de primero fue el mismo que a los del último curso de la universidad.
El cuestionario fue autocumplimentado de forma anónima, con un total de 36 preguntas; en este artículo se analizan las 4 escalas siguientes: grado de información sanitaria sobre RCV, consumo de tabaco, consumo de alcohol y realización de ejercicio físico (anexo 1 en internet).
Para el análisis estadístico se utilizó la prueba de la χ2 de Pearson (variables cualitativas) para detectar la asociación. En caso de variables ordinales se utilizó el test no paramétrico de la U de Mann-Whitney.
El análisis se realizó con el paquete estadístico SPSS-PC+ y la significación estadística se aceptó para p<0,05.
Esquema general del estudio. Estudio descriptivo transversal de la comparación de las respuestas de los alumnos del primero y el último curso de la universidad. RCV: riesgo cardiovascular.
ResultadosConforme a los criterios establecidos de inclusión, han participado en el estudio alumnos que cursaban el primero y el último curso de las carreras o estudios que se imparten en la UCAM: se seleccionó aleatoriamente a 664 estudiantes del primer curso y 515 del último curso para superar así el tamaño muestral mínimo necesario.
Respecto al grado de información sanitaria de los estudiantes universitarios, se los clasifica en bien o mal informados, y se objetiva que los estudiantes de primer curso de sus respectivas carreras en la UCAM están peor informados sobre este tema (p<0,001) (tabla 1).
Se observa una mayor frecuencia de fumadores entres los estudiantes universitarios del último curso, donde se declaran fumadores el 39,2 frente al 36,4% de los del primer curso. No obstante, la diferencia de frecuencias encontradas no alcanza la significación estadística.
En el contraste de hipótesis que analiza la tendencia del hábito según los estudios universitarios, se observa la relación entre este ítem y la variable curso, en los EU de último curso el paso por la universidad ha supuesto una tendencia a fumar más con respecto a los de primero, pero sin significación estadística (tabla 2).
Paso por la universidad y consumo de tabaco según el curso
n | Tendencia del habito tras el paso por la universidad* | |||||
Sigo sin fumar | Deja de fumar | Fuma menos | Fuma igual | Fuma más | ||
Primer curso | 659 | 398 (60,4%) | 28 (4,2%) | 33 (5%) | 112 (17%) | 88 (13,4%) |
Último curso | 513 | 281 (55%) | 35 (7%) | 21 (4,1%) | 81 (16%) | 95 (18,5%) |
Total | 1.172 | 679 (58%) | 63 (5,4%) | 54 (5%) | 193 (16,5%) | 183 (16%) |
Se observa que, con relación al curso, no hay diferencia de tendencias en el consumo del alcohol. El patrón de consumo de alcohol queda reflejado en la tabla 3.
Frecuencia del consumo de alcohol
Primer curso, n (%) | Último curso, n (%) | Total, n (%) | |
Hábito de consumo de alcohol* | |||
Alumnos, n | 663 | 515 | 1.178 |
Sin consumo | 95 (14,3) | 69 (13,4) | 164 (14) |
⩽4 días/semana | 548 (82,5) | 437 (84,9) | 985 (83,9) |
>4 días/semana | 20 (3) | 9 (2) | 29 (2,5) |
Patrón de consumo* | |||
Alumnos, n | 663 | 514 | 1.177 |
Sin consumo | 108 (16,3) | 75 (14,6) | 183 (15,5) |
Sólo fines de semana | 541 (81,6) | 417 (81,1) | 958 (81,4) |
Todos los días o entre semana | 14 (2,1) | 22 (4,5) | 36 (3) |
Influencia de la universidad* | |||
Alumnos, n | 682 | 513 | 1.175 |
Sin consumo | 147 (22) | 116 (23) | 263 (22,4) |
Deja o consume menos | 83 (12,6) | 65 (13,6) | 148 (13) |
Bebe igual | 373 (56,3) | 276 (54) | 649 (55,2) |
Consume más | 59 (9) | 56 (11) | 115 (10) |
En el análisis de resultados sobre la influencia que ha supuesto el paso por la universidad con respecto al consumo de alcohol, tampoco hay asociación significativa entre el cambio de hábito de consumo influido por el paso por la universidad y el curso (tabla 3).
Con relación a si realiza algún tipo de ejercicio físico de forma habitual, en la valoración general se observa que un 39% de los EU refieren no realizar ejercicio físico, y un 61% realiza algún tipo de ejercicio. En el análisis por curso, se observa que no realizan ejercicio físico el 37% de los EU de primer curso y el 41,2% de los del último curso. No obstante, estas diferencias no resultan estadísticamente significativas.
La tabla 4 muestra la práctica de ejercicio físico por cursos; se observa que las diferencias no son estadísticamente significativas.
Paso por la universidad y ejercicio según el curso
Primer curso | Último curso | Total | |
n | 645 | 502 | 1.147 |
Sin ejercicio | 89 (13,8%) | 64 (12,7%) | 153 (13,3%) |
Menos ejercicio | 212 (33%) | 185 (37%) | 397 (34,6%) |
Igual ejercicio | 207 (32,1%) | 153 (30,5%) | 360 (31,4%) |
Más ejercicio | 137 (21,2%) | 100 (20%) | 237 (20,7%) |
Sin significación estadística.
A la luz de diferentes estudios publicados en ámbitos internacional y nacional, la universidad no tiene el papel significativo en cuanto a potenciar estilos de vida sanos y abandono de estilos nocivos para la salud17. Este estudio ratifica el hecho de que el paso por la universidad modifica escasamente los estilos de vida de los jóvenes. Sin embargo, ha supuesto una mejora en relación con la información sobre RCV y factores de riesgo. Estos resultados no parecen ser suficientes a la hora de modificar en sentido favorable los estilos de vida adoptados por los jóvenes, excepto para la influencia que un mayor conocimiento tiene en el consumo de alcohol18,19.
Un estudio, realizado con una muestra de 1.845 estudiantes de diferentes universidades en China20, observó que la entrada en la universidad conllevaba una mayor progresión en el consumo de cigarrillos, lo que indica la necesidad de prevenir el hábito tabáquico en estos estudiantes. Otro estudio reciente21, realizado en 21.410 estudiantes de 13 universidades de Texas (Estados Unidos), puso de manifiesto un aumento de los índices de consumo de tabaco entre adultos jóvenes.
En el estudio de Murcia, de Abellán22, también se analiza la influencia del paso por la universidad, y encuentra que, según el 15,1% de los encuestados, ha propiciado a fumar más, frente al 2,5% que dice que ha llevado a fumar menos y el 82,4% que declara no haberles influido. Datos similares se obtuvieron en la muestra de estudiantes de Oviedo en este aspecto. El presente estudio encuentra datos que, a pesar del paso de más de 3 lustros, concuerdan con los obtenidos en el estudio de Abellán22 respecto de la influencia de la universidad en el hábito tabáquico de los EU. También concuerdan en que el consumo de alcohol no se modifica en ningún sentido en relación con el paso por la universidad.
Uno de los posibles sesgos de nuestro estudio es que se realizó solamente en una universidad, lo que podría cuestionar su validez externa para extrapolarlo a otros estudiantes españoles. Para mejorar la validez de los resultados también hubiese sido necesario comparar la evolución de los comportamientos estudiados con población de la misma edad no universitaria.
Por lo tanto, en la prevención, se precisa de medidas que deben iniciarse antes de que los jóvenes adopten estos estilos de vida, en la edad escolar, antes de los 13 años, así como identificar las motivaciones que llevan a los jóvenes a experimentar en el consumo de tabaco y alcohol, al objeto de establecer las medidas o campañas preventivas específicas, e identificar las diferencias por sexo para realizar actividades con ese enfoque21–25.
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Los estilos de vida nocivos, entre los que se incluyen conductas de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas en los jóvenes, representan un tema relevante en nuestra sociedad, que precisa de un abordaje multifactorial y multidisciplinario.
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La caracterización de los factores de riesgo cardiovascular modificables de la población joven española es útil en la orientación y la planificación de actuaciones, consejos e intervenciones de carácter preventivo.
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La adopción de estilos de vida saludables en los jóvenes debería ser una de las tareas a cumplirse en la universidad, por medio de la promoción de la salud.
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El paso por la universidad no modifica favorablemente el hábito tabáquico en los jóvenes, incluso fuman más en el último curso; el porcentaje de fumadores que dejan de fumar es menor que el de los que se inician en el hábito.
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En cuanto al grado de conocimiento que supone el paso por la universidad, en general, mejora en relación con la información sobre el riesgo cardiovascular, de modo que los estudiantes del último curso tienen más probabilidades de estar bien informados que los del primer curso.
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Hay necesidad de propiciar hábitos y estilos de vida sanos en los jóvenes sin descuidar el abordaje preventivo y de promoción de la salud en la etapa universitaria.