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Vol. 53. Núm. 4.
(abril 2021)
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Vol. 53. Núm. 4.
(abril 2021)
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Relaciones sexistas en la generación X y Millennials
Sexist relationships in Generation X and Millennials
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Juan Francisco Rubio-Labordaa, Pilar Almansa-Martíneza,b, María del Mar Pastor-Bravoa,b,
Autor para correspondencia
marpastorbravo@um.es

Autor para correspondencia.
a Departamento de Enfermería, Universidad de Murcia, Murcia, España
b IMIB-Arrixaca, Murcia, España
Este artículo ha recibido

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Estadísticas
Figuras (1)
Tablas (5)
Tabla 1. Nuevas formas de violencia en la pareja a través de las redes
Tabla 2. Características poblacionales agrupadas por sexos
Tabla 3. Conductas de riesgo en entornos virtuales agrupados por Generación, Sustancias, Sexo, y Orientación Sexual
Tabla 4. Violencia sufrida agrupada por Generación, Sustancias, Sexo, y Orientación Sexual
Tabla 5. Violencia ejercida agrupada por Generación, Sustancias, Sexo, y Orientación Sexual
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Material adicional (1)
Resumen
Objetivo

Identificar características de violencia sexista en las distintas generaciones tecnológicas (Millennials y Generación X).

Diseño

Estudio transversal descriptivo.

Emplazamiento

Región de Murcia, España.

Participantes

Un total de 1.269 usuarios de redes sociales pertenecientes a la generación Millennials (19-38 años) y Generación X (39-54 años) que tienen una relación de pareja.

Mediciones principales

Se utilizó el “Cuestionario sobre las nuevas tecnologías para transmitir la violencia de género” que analiza el uso de las redes, la violencia sufrida y la violencia ejercida en la pareja. Las variables de estudio han sido el grupo generacional, edad, sexo, consumo de alcohol y drogas, nivel de educación formal, país de origen y de residencia, y orientación sexual.

Resultados

Los Millennials muestran una asociación estadísticamente significativa con los items sobre patrones de riesgo en redes relacionados con el Phising, Sexting, Flaming, falsos ofrecimientos, Cyberstalking y secuestros webcam (p<0,05), mientras que respecto a la violencia sufrida solo se ha observado asociación en ítems relacionados con Flaming (OR: 0,405) (IC 95%: 0,226-0,726) y coacción sexual (OR: 0,420) (IC 95%: 0,200-0,882). Las drogas aumentan las actividades de riesgo, así como la violencia sufrida y ejercida (p<0,05). Las mujeres de la muestra refieren sufrir más presiones en actividades sexuales (OR: 2,587) (IC 95%: 1,702-3,931) y miedos por parte de sus parejas (OR: 2,598) (IC 95%: 1,749-3,857).

Conclusión

El estudio muestra mayores patrones de riesgo, así como violencia sufrida y ejercida en el grupo Millennial respecto a la Generación X. Destacando también el incremento que generan el alcohol y las drogas en la violencia sufrida y ejercida de los sujetos del estudio. Por otra parte, se evidencian diferencias entre las conductas y la violencia sufrida y ejercida según los distintos sexos, donde la violencia sufrida por mujeres se relaciona con el miedo y las actividades de índole sexual.

Palabras clave:
Violencia de Pareja
Sexismo
Internet
Red Social
Atención primaria
Abstract
Objective

To identify sexist violence features on different technological generations (Millennials and Generation X).

Design

Descriptive cross-sectional study.

Site

Region of Murcia, Spain.

Participants

A total of 1269 users of social networks belonging to the Millennials generation (19–38 years) and Generation X (39–54 years) who are in a romantic relationship.

Main measurements

The instrument “Questionnaire about new technologies to transmit gender violence”, analyzes the use of social networks, suffered and exercised violence on couples. The study variables have been the generational group, age, sex, alcohol and drug consumption, the level of formal education, origin and residence country and sexual orientation.

Results

Millennials show a statistically significant association with the items on risk patterns in networks related to phising, sexting, flaming, false offers, cyberstalking, and webcam hijacking (p<0.05), while regarding violence suffered only has been observed association in items related to flaming (OR: 0.405) (95% CI: 0.226–0.726) and sexual coercion (OR: 0.420) (95% CI: 0.200–0.882). Drugs increase risky activities, as well as violence suffered and practiced (p<0.05). The women sample reports more pressure in sexual activities (OR: 2587) (95% CI: 1702–3931) and fears from their partners (OR: 2598) (95% CI: 1749–3857).

Conclusions

The study shows higher risk patterns, as well as violence suffered and practiced in the Millennial group compared to Generation X. Also, it shows an increase generated by alcohol and drugs in the violence suffered and practiced by the study subjects. On the other hand, there are differences between the behaviors and violence suffered and practiced according to the different sexes, where the violence suffered by women is related to fear and activities of a sexual nature.

Keywords:
Intimate partner violence
Sexism
Internet
Social networking
Primary health care
Texto completo
Introducción

Internet es un medio social, económico, político y cultural, cuya penetración en las sociedades más desarrolladas, se sitúa en torno a un 75 u 80 por ciento de la población1. Los jóvenes son el colectivo que posee unas habilidades tecnológicas de mayor envergadura2, por lo que las generaciones tecnológicas2 se clasifican según los años de nacimiento en inmigrantes digitales y nativos digitales. En el primer grupo se incluyen los Baby boombers (1.945-1.964) y la Generación X (1.965-1.980). Mientras que en los nativos digitales encontramos a los Millennials o Generación Y (1.981-2.000), la Generación Z (2.001-2.010), y la Generación Alfa (2.011- actualidad).

Haciendo una diferenciación por sexo de los usuarios/as de las nuevas tecnologías, se observa que son las mujeres las principales usuarias de las redes sociales, especialmente entre los rangos 14-34 años.3 Siendo éstas además, las que comienzan más tempranamente su uso. Se evidencian también diferencias en las motivaciones para el uso de las redes en función de los roles de género4. Los hombres las usan como forma de cubrir facetas emocionales y reforzar su autoestima, mientras que en las mujeres prima una función relacional/social. En esta línea, se explica que la tecnología puede cambiar las relaciones sociales en un futuro, pero no, los roles establecidos culturalmente5.

Las redes sociales en internet son el hábitat perfecto para algunos gérmenes de cultivo social, consideradas como “Enfermedades de trasmisión social”6, donde encontramos a la violencia de género como máximo exponente. Así se generan nuevas formas de violencia tales como flaming, sexting, o cyberstalking (véase tabla 1).

Tabla 1.

Nuevas formas de violencia en la pareja a través de las redes

Cyberstalking  Acoso cibernético 
Flaming  Mensajes insultantes en redes 
Sexting  Envío de fotos íntimas 
Phishing  Adquirir información y suplantar identidad 
Doxing o sexpreading  Revelación de datos 
Sextorsion  Extorsión de índole sexual 
Outing  Sacar del armario sin consentimiento 
Otros  Ciberjustificación de la violencia de género, control de mensajes y llamadas, control de geolocalización, control del correo electrónico, manipulación de fotografías, acceso a contraseñas, grabar conversaciones, vigilar historial web, troyanos y secuestros webcam, mensajes impersonales o anónimos 

Este tipo de violencia que se produce a través de móviles y redes sociales no es fácilmente identificable por la población universitaria, que identifica la violencia de género con carácter físico7, sin embargo, Lanire Estébanez8 la define como una relación violenta, es decir, una relación de dominio con manifestaciones de violencia psicológica sobre la pareja, siendo virtual pero con las mismas consecuencias que en la violencia tradicional9.

Así, internet también puede utilizarse para usos destructivos10, donde el carácter anónimo del agresor en la red, intensifica comportamientos sobre los que recae una coerción social11. Castells1, considera que “Internet es un instrumento que desarrolla pero no cambia los comportamientos, sino que los comportamientos se apropian de Internet, y por tanto, se amplifican y se potencian a partir de lo que son”. En esta línea de pensamiento, el crecimiento exponencial de la violencia de género en la red, sufrido por una de cada diez mujeres desde los 15 años12, podría explicarse por el hecho de que esta violencia contra las mujeres no se está erradicando, sino que se está ocultando.

El objetivo de este estudio es identificar características de violencia sexista sufrida y ejercida a través de las nuevas tecnologías en las distintas generaciones tecnológicas, así como su asociación con el consumo de sustancias, país de origen y residencia, sexo u orientación sexual.

Metodología

Estudio transversal descriptivo aplicado sobre una muestra poblacional usuaria de redes sociales que abarca desde los 19 hasta los 54 años de edad (m=24,89; DT=6,94). La población de estudio se trata de individuos con alta formación educativa de preferencia universitaria que tuvieran como criterio de inclusión el ser usuarios de nuevas tecnologías en su vida diaria y mantener una relación de pareja en la actualidad. Entre los criterios de exclusión se encontraban aquellos que no tenían conocimiento del idioma Español, no hacer uso de medios tecnológicos y el estado civil de soltero. Por ello, se dividió en dos grupos, según las generaciones tecnológicas: Millennials (19-38 años) y Generación X (39-54 años). La recogida de datos se realizó entre los meses de febrero y abril de 2019, a través de la herramienta encuestas de la Universidad de Murcia. Los cuestionarios fueron enviados a los correos de titulados y egresados de dicha universidad mediante muestreo aleatorio probabilístico para lo que se utilizó el programa Stats para el cálculo de la muestra con un nivel de confianza del 95%, lo que generó un tamaño mínimo muestral de 625 individuos.

Para la recogida de datos se utilizó el “Cuestionario sobre las nuevas tecnologías para transmitir la violencia de género”, validado anteriormente en población española13. Las primeras 14 preguntas están destinadas a conocer el uso que se hace de la red. Las siguientes 13 preguntas se usan para conocer si los encuestados/as han sufrido comportamientos sexistas por parte de sus parejas. Las últimas 14 preguntas se usan para conocer la existencia de sexismo ejercido por parte de los participantes hacia sus parejas (fig. 1). Las respuestas siguen un patrón de escala Likert con 5 opciones de respuesta. Para evaluar la fiabilidad del cuestionario se calculó el coeficiente Alfa de Cronbach sobre los 41 ítems, obteniéndose un resultado global de 0,862. Lo que indica una confiabilidad del instrumento muy alta. Sin embargo, dicho cuestionario no posee una puntuación umbral a partir de la cual se considere que dicha persona sufre violencia en la pareja, sino que permite visualizar de forma efectiva cuales son las características de conducta sexista que se repiten con mayor frecuencia en una determinada población.

Figura 1.

Esquema del estudio.

(0.26MB).

Las principales variables de estudio han sido el grupo generacional, edad, el sexo, el consumo de alcohol y drogas, el nivel de educación formal, país de origen y de residencia, y orientación sexual. Esta última, fue considerada una variable de respuesta opcional.

Se respetó el anonimato de los sujetos de estudio al no preguntar cuestiones identificativas. Los participantes respondieron al cuestionario de forma voluntaria, tras leer los objetivos, características del estudio y aceptar la participación en el mismo. Este estudio ha tenido en cuenta la privacidad de los participantes y la protección de datos obtenidos durante su realización. La investigación cuenta con el informe favorable de la Comisión de Ética en Investigación de la Universidad de Murcia.

Se planteó una estrategia de análisis de datos fundamentado en el uso de datos no paramétricos debido al diferencial de la muestra tanto a nivel generacional como de sexos. Al tratarse de un estudio descriptivo se optó por el uso de tablas de contingencia para observar la distribución de los ítems con respecto a las variables de estudio y el uso del estadístico chi cuadrado con el fin de observar las posibles asociaciones y permitiendo un error máximo aceptable del 5% con un nivel de confianza del 95%. El programa estadístico utilizado para dicho análisis fue el SPSS versión 22.

Los ítems y la variable relativa a sustancias se categorizaron en “Si” y “No”, con objeto de facilitar la significancia. En referencia a las variables de abuso de drogas categorizadas en “nunca, a veces y normalmente”. Se recodificaron de la misma forma en categorías de “Si” y “No”. Si bien, en el caso del alcohol, dada la asiduidad de este elemento en la sociedad actual, las categorías “No” y “A veces” se recodificaron en la respuesta “No”, mientras que sólo se consideró como “Si” la categoría “A menudo”. El análisis de asociación de ítems y variables se realizó con el estadístico chí cuadrado.

Resultados

De los 6.170 cuestionarios enviados, 1.364 fueron cumplimentados. Se hizo una primera pregunta sobre si los encuestados tenían y utilizaban habitualmente alguna red social siendo excluidos del estudio aquellos que contestaron negativamente (95) por no cumplir los criterios de inclusión.

Los 1.269 participantes en el estudio son en su mayoría mujeres (76,7%). Un 93,1% pertenece a la generación Millennials, mientras que el 6,9% a la Generación X. La mayoría posee estudios universitarios (63,7%), seguidos de estudios de máster o superior (23,8%). La mayoría tienen o tuvieron su última relación con una persona del sexo opuesto. En referencia al uso de sustancias, un 78,4% tomaba alcohol ocasionalmente y un 5,6% normalmente. Por otra parte, un 87,6% manifiesta no consumir drogas (tabla 2).

Tabla 2.

Características poblacionales agrupadas por sexos

  SexoTotal1269 (100%) 
  Hombre  Mujer   
  N 296 (23,3%)  N 973 (76,7%)   
País de origen
España  278 (93,9%)  902 (92,7%)  1180 (93%) 
Otros  18 (6,1%)  71 (7,3%)  89 (7%) 
País de residencia
España  290 (98,0%)  964 (99,1%)  1254 (98,8%) 
Otros  6 (2,0%)  9 (0,9%)  15 (1,3%) 
Orientación sexual
Heterosexual  244 (82,4%)  897 (92,2%)  1141 (89,9%) 
Homosexual  40 (13,5%)  53 (5,4%)  93 (7,3%) 
Nivel educativo
E. Primaria  1 (0,3%)  0 (0,0%)  1 (0,1%) 
E. Secundaria  1 (0,3%)  5 (0,5%)  6 (0,5%) 
F.P.  2 (0,7%)  10 (1%)  12 (0,9%) 
Bachiller  40 (13,5%)  100 (10,3%)  140 (11%) 
Universitario  155 (52,4%)  653 (67,1%)  808 (63,7%) 
Máster o superior  97 (32,8%)  205 (21,1%)  302 (23,8%) 
Alcohol
Nunca  54 (18,2%)  149 (15,3%)  203 (16%) 
A veces  217 (73,3%)  778 (80,0%)  995 (78,4%) 
Normalmente  25 (8,4%)  46 (4,7%)  71 (5,6%) 
Drogas
Nunca  250 (84,5%)  862 (88,6%)  1112 (87,6%) 
A veces  43 (14,5%)  103 (10,6%)  146 (11,5%) 
Normalmente  3 (1,0%)  8 (0,8%)  11 (0,9%) 
Generación tecnológica
Generación Y o Millennial  260 (87,8%)  921 (94,7%)  1181 (93,1%) 
Generación X  36 (12,2%)  52 (5,3%)  88 (6,9%) 
Total  296 (23,3%)  973 (76,7%)  1269 (100%) 

Al analizar los ítems de conductas de riesgo en entornos virtuales (tabla 3), violencia sufrida (tabla 4), y violencia ejercida (tabla 5), se observan diferencias según la generación tecnológica.

Tabla 3.

Conductas de riesgo en entornos virtuales agrupados por Generación, Sustancias, Sexo, y Orientación Sexual

    GeneraciónAlcoholDrogasSexoOrientación sexual
    XN (%)  YN (%)  Chi2  Sig  N (%)  Chi2  Sig  N (%)      HombreN (%)  MujerN (%)  Chi2  Sig  HeterosexualN (%)  HomosexualN (%)  Chi2  Sig 
                    Chi2  Sig                 
P1*  Si  49 (55,7%)  827 (70%)  7,882  0,005  57 (80,3%)  4,453  0,035  121 (77,1%)  5,417  0,020  213 (72%)  663 (68,1%)  1,549  0,213  791(69,3%)  66(71%)  0,109  0,741 
P2  Si  32 (36,4%)  314 (26,6%)  3,947  0,047  26 (36,6%)  3,318  0,069  51 (32,5%)  2,460  0,117  113 (38,2%)  233 (23,9%)  23,171  0,000  308(27%)  27(29%)  0,181  0,671 
P3  Si  11 (12,5%)  362 (30,7%)  13,002  0,000  23 (32,4%)  0,326  0,568  78 (49,7%)  35,535  0,000  56 (18,9%)  317 (32,6%)  20,408  0,000  338(29,6%)  31(33,3%)  0,565  0,452 
P4  Si  29 (33%)  579 (49%)  8,476  0,004  41 57,7%  2,915  0,088  95 60,5%  11,394  0,001  171 (57,8%)  437 (44,9%)  15,034  0,000  533(46,7%)  65(69,9%)  18,498  0,000 
P5  Si  35 (39,8%)  795 (67,3%)  27,459  0,000  55 (77,5%)  4,834  0,028  121 (77,1%)  10,773  0,001  210 (70,9%)  620 (63,7%)  5,237  0,022  740(64,9%)  64(68,8%)  0,594  0,441 
P6  Si  11 (12,5%)  260 (22%)  4,415  0,036  24 (33,8%)  6,938  0,008  54 (34,4%)  18,139  0,000  92 (31,1%)  179 (18,4%)  21,742  0,000  234(20,5%)  32(34,4%)  9,826  0,002 
P7  Si  3 (3,4%)  101 (8,6%)  2,879  0,090  9 (12,7%)  2,007  0,157  37 (23,6%)  56,267  0,000  29 (9,8%)  75 (7,7%)  1,317  0,251  92(8,1%)  11(11,8%)  1,593  0,207 
P8  Si  2 (2,3%)  21 (1,8%)  0,113  0,737  1 (1,4%)  0,069  0,793  9 (5,7%)  15,471  0,000  4 (1,4%)  19 (2%)  0,461  0,497  19(1,7%)  3(3,2%)  1,196  0,274 
P9  Si  51 (58%)  800 (67,7%)  3,550  0,060  54 (76,1%)  2,775  0,097  130 (82,8%)  20,100  0,000  275 (92,9%)  576 (59,2%)  116,735  0,000  760(66,6%)  77(82,8%)  10,326  0,001 
P10  Si  32 (36,4%)  854 (72,3%)  50,224  0,000  49 (69%)  0,023  0,879  112 (71,3%)  0,196  0,658  198 (66,9%)  688 (70,7%)  1,569  0,210  796(69,8%)  67(72%)  0,213  0,645 
P11  Si  3 (3,4%)  187 (15,8%)  9,931  0,002  14 (19,7%)  1,331  0,249  43 (27,4%)  21,696  0,000  68 (23%)  122 (12,5%)  19,410  0,000  174(15,2%)  11(11,8%)  0,790  0,374 
P12  Si  49 (44,3%)  855 (72,4%)  31,014  0,000  45 (63,4%)  1,805  0,179  111 (70,7%)  0,005  0,941  191 (64,5%)  703 (72,3%)  6,504  0,011  812(71,2%)  65(69,9%)  0,068  0,795 
P13  Si  39 (44,3%)  889 (75,3%)  39,940  0,000  57 (80,3%)  1,958  0,162  109 (69,4%)  1,249  0,264  174 (58,8%)  754 (77,5%)  40,424  0,000  835(73,2%)  68(73,1%)  0,000  0,989 
P14  Si  62 (70,5%)  1089 (92,2%)  45,959  0,000  69 (97,2%)  3,746  0,053  145 (92,4%)  0,582  0,445  261 (88,2%)  890 (91,5%)  2,920  0,087  1039(91,1%)  82(88,2%)  0,862  0,353 
*

P(n) de “conductas de riesgo” hace referencia al número de ítem del cuestionario que puede verse en el Anexo A. P1, 2, 4, y 10 se relacionan con el Phishing. P3, 7, y 8 se relacionan con el sexting o la sextorión. P5 y 11 se relacionan con el flaming y el cyberstalking. P6 se relaciona con falsos ofrecimientos. P9 se relaciona con la preconcepción de las relaciones sexuales. P12 se relaciona con secuestros webcam. P13 y 14 se relacionan con actitudes protectoras.

Tabla 4.

Violencia sufrida agrupada por Generación, Sustancias, Sexo, y Orientación Sexual

    GeneraciónAlcoholDrogasSexoOrientación sexual
    XN (%)  YN (%)  Chi2  Sig  N (%)  Chi2  Sig  N (%)  Chi2  Sig  HombreN (%)  MujerN (%)  Chi2  Sig  HeterosexualN (%)  HomosexualN (%)  Chi2  Sig 
P15*  Si  24(27,3%)  415(35,1%)  2,240  0,134  29(40,8%)  1,229  0,254  75(47,8%)  13,748  0,000  117(39,5%)  322(33,1%)  4,152  0,042  406(35,6%)  22(23,7%)  5,400  0,020 
P16  Si  16(18,2%)  220(18,6%)  0,011  0,917  20(28,2%)  4,551  0,033  43(27,4%)  9,147  0,002  57(19,3%)  179(18,4%)  0,111  0,739  216(18,9%)  13(14%)  1,395  0,237 
P17  Si  18(20,5%)  283(24%)  0,557  0,455  22(31%)  2,195  0,138  44(28%)  1,836  0,175  66(22,3%)  235(24,2%)  0,432  0,511  280(24,5%)  15(16,1%)  3,344  0,067 
P18  Si  17(19,3%)  224(19%)  0,007  0,935  16(22,5%)  0,614  0,433  39(24,8%)  3,985  0,046  55(18,6%)  186(19,1%)  0,042  0,837  219(19,2%)  16(17,2%)  0,221  0,638 
P19  Si  12(13,6%)  253(21,4%)  3,005  0,083  16(22,5%)  0,124  0,724  42(26,8%)  3,735  0,053  32(10,8%)  233(23,9%)  23,703  0,000  244(21,4%)  16(17,2%)  0,904  0,342 
P20  Si  7(8%)  71(6%)  0,536  0,464  4(5,6%)  0,034  0,853  14(8,9%)  2,384  0,123  14(4,7%)  64(6,6%)  1,343  0,246  75(6,6%)  0(0%)  6,509  0,011 
P21  Si  10(11,4%)  179(15,2%)  0,930  0,335  15(21,1%)  2,305  0,129  35(22,3%)  7,739  0,005  31(10,5%)  158(16,2%)  5,952  0,015  177(15,5%)  9(9,7%)  2,287  0,130 
P22  Si  14(15,9%)  376(31,8%)  9,761  0,002  24(33,8%)  0,333  0,564  70(44,6%)  16,152  0,000  85(28,7%)  305(31,3%)  0,738  0,390  346(30,3%)  34(36,6%)  1,569  0,210 
P23  Si  6(6,8%)  90(7,6%)  0,075  0,784  7(9,9%)  0,566  0,452  18(11,5%)  3,897  0,048  29(9,8%)  67(6,9%)  2,751  0,097  85(7,4%)  6(6,5%)  0,125  0,723 
P24  Si  16(18,2%)  260(22%)  0,707  0,400  19(26,8%)  1,110  0,292  42(26,8%)  2,634  0,105  64(21,6%)  212(21,8%)  0,004  0,951  252(22,1%)  19(20,4%)  0,138  0,711 
P25  Si  13(14,8%)  156(13,2%)  0,173  0,677  11(15,5%)  0,308  0,579  29(18,5%)  4,122  0,042  32(10,8%)  137(14,1%)  2,101  0,147  158(13,8%)  7(7,5%)  2,966  0,085 
P26  Si  12(13,6%)  133(11,3%)  0,456  0,499  12(16,9%)  2,228  0,136  29(18,5%)  8,786  0,003  35(11,8%)  110(11,3%)  0,060  0,806  139(12,2%)  3(3,2%)  6,774  0,009 
P27  Si  8(9,1%)  227(19,2%)  5,570  0,018  16(22,5%)  0,804  0,370  39(24,8%)  4,746  0,029  28(9,5%)  207(21,3%)  20,996  0,000  221(19,4%)  12(12,9%)  2,347  0,126 
*

P(n) de “violencia sufrida” hace referencia al número de ítem del cuestionario que puede verse en el Anexo A. P15, 16 y 22 se relacionan con el Flaming. P17 se relaciona con aislamiento P18, 20, 24 y 26 se relacionan con el control sobre la pareja. P19 se relaciona con el miedo. P23 se relaciona con el cyberstalking. P21 y 27 se relacionan con la coacción sexual. P25 se relaciona con la justificación de la violencia en la pareja.

Tabla 5.

Violencia ejercida agrupada por Generación, Sustancias, Sexo, y Orientación Sexual

    GeneraciónAlcoholDrogasSexoOrientación sexual
    XN (%)  YN (%)  Chi2  Sig  N (%)  Chi2  Sig  N (%)  Chi2  Sig  Hombre  Mujer  Chi2  Sig  HeterosexualN (%)  HomosexualN (%)  Chi2  Sig 
P28*  Si  12(13,6%)  248(21%)  2,725  0,099  18(25,4%)  1,092  0,296  48(30,6%)  11,185  0,001  48(16,2%)  212(21,8%)  4,325  0,038  243(21,3%)  14(15,1%)  2,033  0,154 
P29  Si  7(8%)  67(5,7%)  0,776  0,378  6(8,5%)  0,940  0,332  23(14,6%)  25,372  0,000  14(4,7%)  60(6,2%)  0,853  0,356  66(5,8%)  5(5,4%)  0,026  0,871 
P30  Si  3(3,4%)  77(6,5%)  1,342  0,247  9(12,7%)  5,170  0,023  15(9,6%)  3,204  0,073  14(4,7%)  66(6,8%)  1,620  0,203  73(6,4%)  6(6,5%)  0,000  0,984 
P31  Si  3(3,4%)  67(5,7%)  0,805  0,369  9(12,7%)  7,397  0,007  13(8,3%)  2,626  0,105  19(6,4%)  51(5,2%)  0,604  0,437  66(5,8%)  3(3,2%)  1,066  0,302 
P32  Si  2(2,3%)  39(3,3%)  0,278  0,598  4(5,6%)  1,389  0,239  11(7%)  8,168  0,004  19(6,4%)  22(2,3%)  12,549  0,000  38(3,3%)  2(2,2%)  0,382  0,537 
P33  Si  1(1,1%)  5(0,4%)  0,885  0,347  2(2,8%)  8,782  0,003  1(0,6%)  0,103  0,749  3(1%)  3(0,3%)  2,398  0,121  5(0,4%)  0(0%)  0,409  0,522 
P34  Si  2(2,3%)  38(3,2%)  0,240  0,625  3(4,2%)  0,284  0,594  11(7%)  8,719  0,003  1(0,3%)  39(4%)  10,016  0,002  39(3,4%)  1(1,1%)  1,505  0,220 
P35  Si  4(4,5%)  99(8,4%)  1,617  0,204  9(12,7%)  2,096  0,148  22(14%)  8,352  0,004  17(5,7%)  86(8,8%)  2,916  0,088  95(8,3%)  5(5,4%)  1,005  0,316 
P36  Si  2(2,3%)  9(0,8%)  2,175  0,140  2(2,8%)  3,328  0,068  3(1,9%)  2,273  0,132  4(1,4%)  7(0,7%)  1,055  0,304  10(0,9%)  0(0%)  0,822  0,365 
P37  Si  2(2,3%)  38(3,2%)  0,240  0,625  4(5,6%)  1,157  0,218  10(6,4%)  6,075  0,014  9(3%)  31(3,2%)  0,016  0,900  36(3,2%)  3(3,2%)  0,001  0,970 
P38  Si  9(10,2%)  182(15,4%)  1,721  0,190  14(19,7%)  1,281  0,258  33(21%)  4,991  0,025  33(11,1%)  158(16,2%)  4,598  0,032  176(15,4%)  13(14%)  0,139  0,710 
P39  Si  10(11,4%)  105(8,9%)  0,608  0,436  10(14,1%)  2,302  0,129  29(18,5%)  19,247  0,000  16(5,4%)  99(10,2%)  6,264  0,012  108(9,5%)  6(6,5%)  0,931  0,334 
P40  Si  2(2,3%)  41(3,5%)  0,360  0,549  6(8,5%)  5,887  0,015  11(7%)  7,164  0,007  29(9,8%)  14(1,4%)  48,435  0,000  42(3,7%)  1(1,1%)  1,736  0,188 
P41  Si  1(1,1%)  16(1,4%)  0,030  0,863  3(4,2%)  4,738  0,029  8(5,1%)  19,123  0,000  7(2,4%)  10(1%)  3,070  0,080  17(1,5%)  0(0%)  1,405  0,236 
*

P(n) de “violencia ejercida” hace referencia al número de ítem del cuestionario que puede verse en el Anexo A. P28, 29 y 35 se relacionan con el Flaming. P30 se relaciona con el aislamiento. P31, 33, 38 y 39 se relacionan con el control. P32 se relaciona con el miedo. P34 se relaciona con agresiones físicas. P36 y 40 se relacionan con sextorsión y coacción sexual. P37 y 41 se relaciona con justificación de la violencia en la pareja.

Así, el grupo Millennial muestra una mayor asociación con una p<0,05 con respecto a la Generación X en conductas de riesgo en redes, relacionadas con un mayor riesgo a sufrir suplantación de identidad o Phishing, chantaje con videos y fotos intimas o Sextorsión, insultos en redes o Flaming, acoso cibernético o Cyberstalking, ciberjustificación de conductas violentas, y secuestros webcam. Este grupo también muestra asociación estadísticamente significativa mayor que la Generación X (p<0,05) con los factores protectores de las conductas de riesgo en el uso de redes sociales, tales como hablar con la familia y amigos de sus actividades en internet. Sin embargo, mientras que los Millennials tienen un mayor nivel de violencia sufrida por coacción sexual, la Generación X solo se relaciona con riesgo de Phishing (p: 0,047).

Respecto al consumo de sustancias, existe asociación (p<0,05) entre tomar alcohol habitualmente y las conductas de riesgo en redes relacionadas con Flaming y Phishing. Así como el consumo habitual de alcohol y ejercer violencia basada en el control coercitivo, aislamiento, amenazas, coacción sexual y justificación de la violencia en la pareja. El consumo de alcohol también se asocia a sufrir violencia caracterizada por la minusvaloración (p:0,033).

Mientras que el consumo de drogas tiene asociación (p<0,05) con conductas de riesgo en redes basadas en Phishing, Sextorsión, Flaming, falsos ofrecimientos, preconcepción de las relaciones sexuales en la pareja y Cyberstalking.

Igualmente, el consumo de drogas se relaciona con la violencia sufrida a través de Flaming, minusvaloración, control coercitivo, coacción sexual, y justificación de la violencia en la pareja. Dicho consumo de drogas entre la población de estudio también se asocia a ejercer violencia contra la pareja mediante Flaming, minusvaloración, agresiones, miedo, justificación de la violencia en la pareja, control a través de las redes y coacción sexual (p<0,05).

Según los sexos se evidencia que en hombres, las conductas de riesgo en redes se identifican con la Phishing, Flaming, falsos ofrecimientos, preconcepción de las relaciones sexuales en la pareja, y Cyberstalking. Mientras que la violencia sufrida en varones se relaciona con Flaming, la violencia ejercida, se relaciona con actos de coacción sexual y miedo (p<0,05).

En mujeres, las conductas de riesgo con una p<0,05 se relacionan con una mayor posibilidad de Sextorsión, secuestros webcam y un ítem que indica un mayor factor protector o una mayor precaución en las redes respecto a los hombres. Por otra parte, la violencia sufrida por mujeres hace referencia al miedo y coacción sexual. Mientras que la violencia ejercida por mujeres fue principalmente a través del control de las redes, Flaming y agresiones.

No se encontraron asociaciones estadísticamente significativas entre las conductas de riesgo, violencia sufrida y ejercida dependiendo del país de origen o residencia, ni con el nivel de estudios.

Respecto a la orientación sexual, se observó asociación (p<0,05) entre las relaciones homosexuales y las conductas de riesgo en redes relacionadas con la preconcepción de las relaciones sexuales en la pareja, y Phishing. Mientras que las relaciones heterosexuales mostraron una mayor relación con la violencia sufrida a través de Flaming, coacción y control en redes.

Discusión

La presente investigación permite una comparación entre las características de las actitudes sexistas encontradas en el grupo Millennial y su contraposición con lo observado en la Generación X. Así, se observan asociaciones relacionadas con el cyberstalking, flaming, chantaje con videos y fotos íntimas, manipulación de fotografías, sexting, presión para actividades sexuales, troyanos y secuestros webcam, mensajes impersonales o anónimos y Phishing en el grupo Millenníal. Mientras que la Generación X solo muestra el Phishing como ítem de riesgo.

La generación X se ve influenciada por un macrosistema en el que abunda la tradición y conservación de valores machistas, mientras que los Millennials rompen con esa tendencia tradicionalista y se protegen más contra actitudes violentas.14 Sin embargo, a pesar de la ruptura con dichas tradiciones, los Millennials de nuestro estudio suelen presentar una mayor tasa de actitudes de riesgo en la red y de actitudes violentas tanto sufridas como ejercidas. Esto, coincide con el estudio de Martín Montilla15, donde las parejas jóvenes estudiadas mostraron conductas de intimidación, control, usurpación de identidad, y violación de la intimidad. Si bien, esta generación habla a sus amigos y familia de lo que hace en internet, lo que ha sido considerado un factor protector de la violencia de género, junto con la formación y sensibilización21.

El consumo de alcohol y drogas aumenta ciertas conductas de riesgo en redes y especialmente conductas de violencia ejercida y sufrida, generando así ciertos patrones de riesgo en internet que llegan a multiplicarse hasta por 416. Otros estudios17–19, también muestran una asociación entre consumo de drogas o alcohol y conductas de riesgo, como el sexting.

Respecto a las actitudes de riesgo en el uso de nuevas tecnologías, las mujeres del estudio tienen un mayor riesgo de exposición de su imagen privada, mientras que las actitudes de riesgo en hombres se caracterizan por el uso de la pornografía, que determina el aprendizaje de los roles sexuales, que en la mayoría de casos suponen la sumisión de la mujer o definen su papel como un mero objeto pasivo. Por otra parte, se observa que los hombres de la muestra sufren violencia mediante insultos, mientras que ejercen predominantemente el miedo y la presión para actos sexuales. Lo que coincide con la violencia que sufren las mujeres, donde predomina el miedo, y las presiones de carácter sexual. En la violencia ejercida por las mujeres del estudio, predominan los insultos y agresiones físicas, así como el control por móvil y contraseñas. Esto último, parece estar de acuerdo a diversos estudios24–26, donde los hombres manifestaban que sufrían un mayor control a través de móvil y contraseñas, aunque estos mismos estudios también resaltan el papel del agresor victimizado o las diferentes formas de reaccionar según sexos ante conductas de ciberacoso.

Es de destacar respecto a la presión ejercida por hombres y recibida por mujeres para realizar actividades sexuales entre los Millennials de la muestra, que las relaciones sexuales consensuadas de los Millennials están marcadas por la dominación masculina y las interacciones tecnológicas 20.

Nuestro estudio coincide en que las mujeres han sufrido más actos violentos de carácter sexual23 y es el grupo de mujeres el que presenta sentimientos de miedo hacia sus parejas. Si bien, al realizar la diferenciación por sexos también se observa que son las mujeres quienes tratan más con sus progenitores sus actividades en las redes, lo que se considera un factor protector22,

Así, se identifica un perfil de mujeres que suelen ser más vulnerables a la violencia de género digital, las cuales rondan entre los 18 y 30 años, siendo el 40% de los casos, agresiones cometidas por personas conocidas en las que hay una relación íntima, y en las que las mujeres son supervivientes de violencia física o sexual.27 Esto coincide con los resultados de nuestro estudio en el que las mujeres Millennials son más vulnerables a presiones sexuales y miedos hacia sus parejas, y que se agrava en mayor medida en aquellas jóvenes con mayor riesgo social28, sobre todo, dada la precocidad de los jóvenes en los comportamientos sexuales y el escaso nivel de educación sexual29 al que pueden acceder para mantener relaciones sanas.

En referencia a las relaciones según la orientación sexual, el control, los insultos y las agresiones se muestran más en relaciones heterosexuales. Sin embargo, las conductas de riesgo en las redes tienen una asociación mayor en el colectivo homosexual, lo que puede originar casos de outing o salida forzosa del armario como muestran algunos estudios30,31.

Entre las fortalezas del estudio se encuentra el ser, hasta donde conocemos, la primera investigación que compara las relaciones violentas de pareja en entornos digitales entre la Generación X y Millennials. Mientras que entre las limitaciones de este estudio se encuentra la posibilidad de sesgo en las respuestas por deseabilidad social, la diferenciación muestral intergeneracional, dado que la tasa de respuestas ha sido mayor en aquellos sujetos de la generación Millennial, y que los datos solo serían extrapolables a una población con alto nivel de educación formal. Igualmente se ha debido tener en consideración el extendido consumo de alcohol entre la población en el análisis de esta variable, así como el hecho de que el instrumento no indica una puntuación para diagnosticar la violencia en la pareja sino las características sexistas que se disponen con mayor frecuencia en los distintos grupos de análisis.

Entre las líneas futuras de investigación que ofrece este estudio, se encuentran las nuevas formas de expresión de las conductas sexistas a través de las redes, incidiendo en que grupos se suelen generar con mayor frecuencia dichas conductas lo que permitiría una prevención precoz de dichos comportamientos. Igualmente muestra un contraste a explorar entre las nuevas formas de violencia sexista en redes donde la exposición de la víctima es una forma de violencia en sí misma, en contraposición a la violencia de género tradicional que se ha mantenido oculta en el interior de los hogares. Este fenómeno que hemos denominado como “Paradoja de la violencia digital”, merece una exploración en profundidad en futuros estudios.

Conclusiones

El estudio permite identificar un perfil de sujetos vulnerables a relaciones violentas de pareja en entornos virtuales caracterizado por pertenecer a la Generación Millennial, con abuso de sustancias, donde las mujeres sufren presiones sexuales y son sometidas mediante miedo y los hombres control de móvil o contraseñas y agresiones. Con respecto a la orientación sexual las personas en relaciones homosexuales evidencian mayores actitudes de riesgo en redes, aunque son las parejas que mantienen relaciones heterosexuales las que tienen una mayor violencia sufrida.

Por otra parte, el perfil del sujeto que ejerce la violencia está íntimamente asociado al consumo de alcohol y drogas, con diferencias en los tipos de violencia ejercida según el sexo, los hombres ejercen violencia a través del miedo y la coacción sexual, lo cual, coincide con la violencia que expresan sufrir las mujeres del estudio. Mientras que en mujeres la violencia ejercida se relaciona con insultos u agresiones y control de las contraseñas en redes.

Así pues, teniendo en cuenta que las mujeres son los principales sujetos susceptibles de violencia en las redes, y el carácter sexual de la violencia sufrida, hemos acuñado al fenómeno observado de violencia en entornos virtuales, como “Paradoja de la violencia digital”. Dicho fenómeno hace referencia, en contraposición de la violencia de género tradicional, que suele desarrollarse en la intimidad del hogar y ocultarse, mientras que la violencia digital supone la exposición pública de la víctima con la intención de generar daño o perjuicio como es el caso del sexting o la sextorsión. El conocimiento de esta nueva realidad social y del perfil de los sujetos que ejercen y sufren violencia puede ser utilizada para la prevención de la violencia en la pareja desde atención primaria.

¿Qué se conoce?

La violencia en la pareja a lo largo del tiempo ha evolucionado tanto en patrones de aprendizaje como de ejecución, siendo ejemplo de ello los conocidos como neosexismos. Actualmente la violencia en la pareja se ha trasladado también a los entornos virtuales, tanto en la difusión malintencionada de contenido privado, o como medio de control.

¿Qué aporta?

Un análisis de las nuevas relaciones violentas de pareja a través de los entornos virtuales, diferenciadas por generaciones tecnológicas en Millennials y Generación X y factores asociados a estos, en el que se observa un aumento de la violencia sufrida y ejercida en aquellas personas consumidoras de alcohol y drogas, y un aumento significativo de las actitudes de presión para realizar actividades sexuales e insultos en los Millennials.

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