Sres. Directores: Agradecemos al Dr. Fernando León Vázquez et al sus interesantes y sinceros comentarios sobre nuestro trabajo1 relativo al impacto de los nuevos criterios diagnósticos propuestos por la Asociación Americana de Diabetes (ADA-97)2. La distinta metodología adoptada en su trabajo hace que las prevalencias sean diferentes. En nuestro caso1 estudiamos solamente a los pacientes de más de 45 años (al ser la diabetes mellitus del adulto poco frecuente por debajo de esta edad), mientras que su grupo de trabajo ha incluido a pacientes mayores de 14 años, aunque la proporción de nuevos diabéticos diagnosticados es similar (2,7 y 2%, respectivamente). En todo caso, sería muy interesante que cuando su trabajo sea publicado se estratifique por edades para poder comparar sus resultados con nuestro estudio y otros similares. Es posible que las prevalencias en nuestro medio sean más altas, debido a la elevada proporción de pacientes de más de 65 años de nuestro centro de salud. Entre tanto, se ha publicado otro trabajo realizado en nuestro país3, con pacientes de 40-69 años, en el que la aplicación de los nuevos criterios ha supuesto un aumento del 2,9%. Coincidimos por tanto con el Dr. León et al en que la aplicación de los nuevos criterios propuestos por la ADA-97 supondrá un incremento de la prevalencia diagnóstica de alrededor del 2-3% y que básicamente deben estudiarse los mayores de 45 años, recomendación adoptada recientemente por la semFYC4.
Esta «réplica» a la carta de F. León et al tiene en realidad un segundo objetivo, que es el de reflexionar sobre la investigación en atención primaria. Actualmente los médicos de atención primaria desarrollamos un importante número de trabajos, con la gran ventaja que supone que prácticamente la totalidad de los pacientes pasan en algún momento por nuestras manos. Por desgracia, las trabas a dicha labor investigadora son abundantes. Algunas no dependen de nosotros, como el escaso soporte por parte de nuestras respectivas administraciones o la falta de tiempo en consultas masificadas, pero en otros casos está en nuestras manos solucionar problemas como la dispersión de los investigadores, el excesivo individualismo o la falta de coordinación entre grupos que trabajan en idénticos o similares proyectos. La creación de una base de datos de los investigadores de la semFYC, que podría tener un acceso fácil mediante Internet podría subsanar parte de estos problemas. En el caso de nuestros trabajos, podría haber servido para realizar un trabajo multicéntrico, de mucho más valor, o bien para haber enfocado nuestros respectivos trabajos de distinta manera. En resumen, tenemos los pacientes, tenemos la capacidad y las ganas de investigar, tenemos una gran cantidad de grupos de trabajo y una ingente cantidad de publicaciones, pero nos falta dar un salto cualitativo hacia una investigación de mayor calidad, que en el caso de la atención primaria debería basarse en la realización de trabajos multicéntricos y con metodologías más sólidas, que sin duda tendría una mayor trascendencia que la investigación actual.