Sres. Directores: Agradecemos el comentario sobre el artículo X«Actitud ante un prurito generalizado en atención primaria» que corrobora nuestra opinión sobre la importancia de estudiar y no infravalorar este síntoma que, aunque inespecífico, puede originar gran malestar psicosocial, y en muchas ocasiones ser el síntoma inicial de diversas patologías sistémicas.
El tiempo de evolución del prurito no nos parece un dato fundamental a considerar en la caracterización y diagnóstico diferencial del prurito.
El algoritmo de Champion (1984) es un esquema simplificado que puede no ser práctico y crear más confusión.
Además hay en él errores de transcripción o concepto. La urticaria, por definición, conlleva lesión cutánea («habón») que si no está presente en el momento de la exploración en muchas ocasiones se puede desencadenar según la etiología de la misma (dermografismo, frío...). Así mismo el exantema se presenta con otro tipo de lesiones cutáneas. Ambos lógicamente no pueden ser incluidos en la subclasificación: no existen lesiones cutáneas.
En enfermos con VIH pueden manifestarse diversas patologías pruriginosas, como las mencionadas escabiosis y linfomas, que son frecuentes tanto en la población general como en el VIH. Patologías con prurito propias del VIH son la erupción papular pruriginosa y la foliculitis eosinofílica, ambas dermatosis de reciente descripción, con lesiones más o menos específicas que pueden originar problemas diagnósticos y terapéuticos.