Sres. Directores: Tras leer con sumo interés el artículo publicado en su Revista1, deseamos felicitar a los autores por su iniciativa y añadir los siguientes comentarios:
La informatización de la atención primaria y el uso de la historia clínica informatizada (HCI) conllevará un ahorro importante de tiempo a la hora de clasificar, disponer de diagnósticos, tratamientos, costes por proceso y por tratamiento, etc., de nuestros pacientes.
A medida que ampliemos la cobertura de población con HCI obtendremos de forma precisa y puntual datos de morbimortalidad, así como un mejor acceso por parte de los médicos de atención primaria a las historias de los pacientes que precisen ser atendidos, pertenezcan o no a nuestra consulta médica, evitando las molestias de búsqueda y tránsito de historias y disponiendo de una mayor claridad de datos2. No precisaremos, por tanto, hacer de forma específica bases de datos de morbimortalidad.
En el Centro de Salud de Tudela Oeste, colaborando con la Unidad de Investigación del Área de Tudela, comenzamos en enero de 1994 a informatizar las historias clínicas de dos consultas de medicina de familia. El modelo de HCI empleado es el que está en uso en nuestro hospital de referencia (Hospital Reina Sofía de Tudela, Navarra), con cuyo archivo de HCI estamos conectados mediante un módem de alta velocidad.
Los autores del trabajo referido hablan de una población atendida de 14.407 usuarios con historia clínica abierta. Los presentan en una pirámide de población en la que no podemos observar la distribución exacta por grupos de edad y nos plantea los siguientes interrogantes: ¿Cuántas personas mayores de 65 años hay? ¿Por qué se ha usado esa distribución etaria y no grupos de 5 años?
Nuestro centro de salud tiene una población mayor de 65 años que supone el 19,03% del total; entre 15 y 65 años, el 69,39%, y los menores de 15 años, el 11,58%. La población asignada es de 9.247 personas. Desgraciadamente no sabemos si estas cifras son comparables con las referidas en la pirámide de población del trabajo que estamos analizando. Por todos es conocida la influencia de la composición de las poblaciones en el número de enfermos crónicos y en el gasto farmacéutico correspondiente.
En el artículo analizado se da un gasto de 634.207 pesetas por día en dicho centro, con estos datos su gasto anual será de 231.485.555 ptas. en 365 días. No comprendemos cómo hallan el dato de 61 ptas./usuario/ día, ya que un gasto de 634.207 ptas. entre 14.407 usuarios equivale a 44,02 ptas./día/usuario. Las 14.712 personas con historia clínica abierta les supone el 89% de la población teórica adscrita, con lo que la población asignada será de 18.008 personas. El gasto por persona asignada y día será de 35,21 ptas.
En nuestro centro, el gasto farmacéutico anual es de 158.473.177 ptas. con un gasto diario de 434.173 ptas., que equivale a un gasto de 46,95 ptas./persona/día.
Hasta que podamos disponer de todas las HCI, y gracias a los datos que nos aporta el Departamento de Farmacia del Servicio Navarro de Salud, conocemos los siguientes parámetros: a) coste medio de las recetas prescritas por activo y por pensionista cada mes; b) evolución del coste por habitante y mes de los principales grupos terapéuticos: antihipertensivos, antiácidos, analgésicos, antiulcerosos, etc.; c) principios activos más consumidos en nuestro centro de salud; d) desviaciones de nuestros costes por usuario y por mes respecto al conjunto de los Centros de Salud del Servicio Navarro de Salud.
Finalmente quisiéramos animar a todos los profesionales de atención primaria a apostar por la informatización de las consultas de medicina de familia con un futuro inevitable a medio plazo.
