Sres. Directores: En la clínica diaria son indispensables las actividades de registro con el fin de analizar la información, evaluarla, medir su calidad y proponer medidas correctoras1-3. En nuestro centro de salud se ha diseñado un sistema informatizado para registrar y analizar la morbilidad crónica y sus tratamientos asociados4, aunque en el caso de los pacientes pediátricos, deseamos resaltar algunas diferencias5.
En los niños, la morbilidad crónica presenta diferencias cualitativas respecto a los adultos. Entre los 1.777 niños registrados en esta base de datos, destacan por su frecuencia los trastornos alérgicos (asma, dermatitis atópica y rinoconjuntivitis alérgica), caries e hiperlipemia (tabla 1).
Hemos registrado diagnósticos observados casi exclusivamente en niños, como la enfermedad neonatal, cromosomopatías, reacción vacunal, intoxicación, accidente con secuelas, retraso del aprendizaje y del crecimiento, y estrabismo. Otros diagnósticos se basan en la repercusión que tienen las actividades preventivas en esta edad, como son la infección del tracto urinario causada por un reflujo vesicoureteral, hiperlipemia, obesidad, y por antecedentes familiares de hiperlipemia y alergia.
En la misma línea de promoción de la salud, nos interesa defender los derechos del niño frente al medio, muy agresivo en nuestra área sanitaria (como se observa en la tabla), con los diagnósticos de riesgo psicosocial (abandono, pobreza, alcoholismo familiar), alteración psicológica, fracaso escolar y drogadicción en la familia.
El registro de medicamentos es similar al del adulto, con diferencias en la presentación farmacéutica y dosificación. Algunos tratamientos son exclusivos del niño (hormona del crecimiento), y otros reflejo de los esfuerzos llevados a cabo por el equipo en las tareas preventivas (vacunas en el programa del niño sano, administración sistémica de flúor en el subprograma de salud bucodental y de vitamina D en la prevención antirraquítica).
En pediatría es más frecuente la morbilidad aguda. Para recogerla, el diseño debería haber sido longitudinal. Pero este estudio transversal ha demostrado ser útil en la recogida de diagnósticos crónicos pediátricos, actividades de prevención y promoción de la salud, y cumplimiento del programa del niño sano.