Sr. Director: Recientemente se ha publicado en la Revista una carta de investigación1 en la que los autores analizan una serie de pacientes con uretritis crónica en una zona de amebiasis endémica y, basándose sólo en el examen en fresco de un hisopado uretral, se diagnostica a 35 pacientes (61%) de uretritis amebiana y se recomienda el uso de preservativo para las relaciones anogenitales.
El artículo no define los criterios de uretritis crónica, no menciona que se realizaran procedimientos para descartar causas habituales, como Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia o Ureaplasma, no se aportan imágenes de las células identificadas como amebas ni se comenta la evolución tras el tratamiento. Tampoco se investiga la presencia de amebas en heces ni en el exudado vaginal de sus parejas habituales.
Entamoeba histolytica es morfológicamente idéntica a Entamoeba dispar, excepto por su incapacidad de fagocitar hematíes. Dicha característica puede ser difícil de determinar en el examen en fresco2. En un estudio, la especificidad del examen microscópico (con tinción tricrómica) para la detección de E. histolytica/E. dispar, comparada con las técnicas de detección antigénica, es del 68% para laboratorios de referencia y del 9,5% para otros laboratorios3. Los manuales habituales recomiendan la realización de tinciones permanentes para el diagnóstico de protozoos intestinales, aunque se admite que los métodos diagnósticos más fiables son los que se basan en la detección de antígenos específicos y en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR)4.
La presencia de Giardia en dos muestras uretrales, presumiblemente por contaminación fecal, debilita de manera considerable la fiabilidad del estudio. Aun así, la altísima tasa de E. histolytica encontrada sugiere la confusión con leucocitos del exudado inflamatorio. En un estudio realizado con médicos parasitólogos de una zona endémica, casi 60% de los viales de muestras fecales que contenían leucocitos se identificaron incorrectamente como E. histolytica/E, dispar5.
Aunque se conocen otros casos demostrados de afección de la piel o las mucosas genitales, consideramos que los revisores de la publicación debieron exigir pruebas de laboratorio adicionales antes de aceptar un estudio que revoluciona los conocimientos actuales sobre amebiasis y uretritis crónica. La publicación de casos basados en la interpretación de una imagen al microscopio ha dado lugar a algunas identificaciones sorprendentes6-8 que deberían considerarse en función de evidencias clínicas, epidemiológicas y de laboratorio aportadas.