Introducción. La prevalencia del insomnio aumenta con la edad, y llega a ser el trastorno más frecuente en la población anciana. La arquitectura del sueño cambia significativamente en las personas de edad avanzada: el inicio del sueño es más difícil, el tiempo total y su eficiencia están reducidos, la onda delta disminuye y la fragmentación aumenta1-3. El insomnio puede causar fatiga física y mental, ansiedad e irritabilidad, lo que genera un impacto negativo en la calidad de vida1,4,5. La farmacoterapia es la estrategia más utilizada en el insomnio, pero está asociada a la aparición de efectos adversos, especialmente en los ancianos2,6. Además, no se dispone de evidencia de sus beneficios a largo plazo. Por ello, la búsqueda de otras estrategias terapéuticas es reconocida como una necesidad7.
Las terapias lumínicas son una estrategia terapéutica alternativa para el insomnio, consisten en la exposición de los pacientes a una fuente de luz muy intensa (de 2.000 a 10.000 lux, por 45 min a 2 h diarias). Esta alternativa se fundamenta en que muchas personas que duermen mal tienen alterado su ritmo circadiano. La fototerapia regula la secreción de la melatonina en la glándula pineal, que interviene en la regulación del ciclo vigilia-sueño7,8. En este sentido, es importante establecer la evidencia disponible de la efectividad de la fototerapia en el tratamiento del insomnio en pacientes de edad avanzada.
Fuente de datos. Se realizó una búsqueda en PubMed con los siguientes términos combinados: «Phototherapy» (MeSH, Mayor Topic) y «Sleep initiation and maintenace disorders» (MeSH). La búsqueda se limitó por edad (mayores de 65 años), idioma (inglés y español) y publicados en los últimos 10 años (hasta el 27 de febrero de 2007).
Resultados. Se encontraron 6 estudios, uno no disponible, 4 con tamaños de muestra muy pequeños y una revisión Cochrane (tabla 1). Kirisoglu et al9 mostraron que la latencia y el tiempo total de sueño mejoraban de forma significativa, aunque este estudio no permite diferenciar la contribución de la higiene del sueño y la terapia lumínica. Usui et al10 observaron, en 3 pacientes sin queja de insomnio, que el triazolam generaba un mejor resultado que la fototerapia, aunque produjo resaca en algunos casos. En el estudio de Cooke et al11, los beneficios fueron modestos, pero el tamaño de muestra y el período tan corto son limitaciones importantes. Suhner et al12 observaron que aunque hay cambios significativos en el ritmo de temperatura corporal con este tratamiento, no hay mejora en la calidad de sueño observada con dos exposiciones semanales a luz brillante. Por su parte, la revisión Cochrane7 muestra que no hay evidencia de buena calidad, ya que ninguno de los estudios revisados cumplía los criterios de inclusión que se prefijaron.
Discusión y conclusiones. Las terapias no farmacológicas pueden ser una buena alternativa para el tratamiento del insomnio en los ancianos, debido a que se han considerado más efectivas a largo plazo, aunque son más lentas en mostrar su eficacia7. Las terapias farmacológicas basadas en los receptores de la melatonina (MT1 y MT2) aún no han evidenciado su efectividad en ensayos clínicos bien diseñados5,13. Estimular la melatonina endógena podría ser otra vía de regular el ciclo vigilia-sueño5, sobre todo en ancianos que parecen tener gran variabilidad en la función de esta hormona8. Este efecto se podría conseguir mediante la exposición a la luz brillante. Los estudios analizados así lo han demostrado, pero tienen grandes inconvenientes para respaldar la efectividad de esta terapia.
Todos los estudios tienen una muestra muy pequeña, por ello la inferencia de sus resultados al resto de la población es difícil. Sin embargo, los resultados muestran la importancia de realizar trabajos mejor diseñados sobre esta novedosa terapia. Adicionalmente, es necesario valorar la contribución que la fototerapia y la adecuada higiene del sueño tendrían en la efectividad de la farmacoterapia, incluso con una disminución importante de dosis de los hipnóticos.
La limitación principal de este trabajo es la escasa cantidad de artículos obtenidos con la estrategia de búsqueda, aunque el hecho de que uno de ellos sea una revisión Cochrane respalda la conclusión de esta revisión. La inclusión de todos los artículos, a pesar del tamaño muestral, pretende mostrar que este tipo de tratamiento, aunque de forma no muy extendida hasta el momento, se está intentando utilizar para mejorar el insomnio en ancianos, a lo que se suman resultados esperanzadores. Sin embargo, se debe tener presente que la evidencia para recomendar la fototerapia, como terapia de elección en el insomnio, aún es insuficiente. Como conclusión, las terapias lumínicas podrían ser efectivas para el tratamiento del insomnio en ancianos. Sin embargo, aún no hay una evidencia suficiente que respalde su efectividad, y es necesaria la realización de ensayos clínicos controlados.