Introducción. Las toxicodermias son reacciones cutáneas producidas por fármacos debidas a un mecanismo inmunológico (reacciones alérgicas) o no inmunológico1. Cualquier fármaco puede producir toxicodermia, aunque ninguna es exclusiva de un medicamento en particular2.
El alendronato es un bisfosfonato indicado para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas. El eritema tóxico o erupción cutánea exantemática y la urticaria constituyen los dos tipos de toxicodermias más frecuentes en la práctica clínica, pero existen múltiples patrones de presentación2. El eritema fijo medicamentoso representa una dermatosis muy específica. Se presenta a las 24-48 horas de la administración del fármaco. Se inicia con una erupción constituida por una o varias placas redondeadas inicialmente eritematosas, aunque posteriormente adquieren un color eritematovioláceo. Se acompaña de sensación pruriginosa o incluso de dolor. Siempre se manifiestan en la misma localización tras la readministración del fármaco y tienden a desaparecer dejando una pigmentación residual1,2.
Caso clínico. Mujer de 75 años de edad con antecedentes de osteoporosis, gonartrosis, hipertensión arterial y diabetes mellitus en tratamiento con losartán más hidroclorotiazida, acarbosa, lorazepam y un gel de diclofenaco. En octubre de 1999 se le prescribe alendronato a una dosis de 10 mg/día. Al cabo de 8 días la paciente consulta por presentar a las 48 horas de la administración del fármaco una erupción maculopapular eritematosa en ambas piernas con sensación de escozor sin prurito. Las lesiones son de diferente tamaño. En principio se atribuyen al diclofenaco tópico o al alendronato recientemente introducidos, por lo que ambos fármacos se retiran, continuando con el resto de la medicación. A los 15 días algunas lesiones han desaparecido y otras presentan una ligera tonalidad violácea. Esta pigmentación desaparece en el curso de 2 meses tras la retirada de alendronato. La paciente había continuado automedicándose con diclofenaco tópico a pesar de la indicación expresa de su retirada.
Discusión y conclusiones. Esta reacción adversa medicamentosa (RAM) fue notificada al Centro Piloto de Farmacovigilancia de Castilla y León.
En la bibliografía revisada en Medline, con las palabras clave bisphosphonates and skin no hemos encontrado ninguna toxicodermia por alendronato, pero sí por pamidronato, clodronato y tiludronato por vía intravenosa3,4.
Aunque no se pueda descartar otra causa alternativa, la existencia de una secuencia temporal tras la introducción de alendronato, la desaparición de las lesiones tras su retirada y que existan otras toxicodermias por bifosfonatos sugiere que el alendronato pudiera ser el responsable del eritema fijo medicamentoso de nuestra paciente5. La prueba definitiva sería volver a introducir el fármaco (prueba de provocación), únicamente justificada en este tipo de reacción adversa (eritema fijo medicamentoso); sin embargo, por norma general no se aconseja la reintroducción, salvo que la medicación sea esencial para la vida del paciente (que no es este caso)1,2.
Las reacciones adversas a fármacos son frecuentes. La localización en la piel ocupa un 30-40% del total1,6. El médico de atención primaria desempeña un papel fundamental en su detección, porque es el responsable de la prescripción y seguimiento de cualquier tratamiento farmacológico.