Introducción. En los últimos años se han comercializado los AINE inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2 (COX-2). Las actividades de promoción comercial de estos fármacos han sido intensas y se han generado grandes expectativas de una mayor seguridad, sobre todo gastrointestinal. Sin embargo, no existen estudios sobre las indicaciones clínicas y las condiciones de uso de estos nuevos AINE en la práctica clínica.
Objetivo. El objetivo del estudio fue evaluar las características de la utilización de los nuevos AINE inhibidores selectivos de la COX-2 en atención primaria.
Diseño. Estudio descriptivo, longitudinal y prospectivo.
Emplazamiento. Una oficina de farmacia rural de la provincia de Tarragona.
Participantes. Pacientes que solicitaron la dispensación de uno de estos fármacos (período del 1-II-2001 al 10-VII-2001). Se recogió información sobre variables demográficas de los pacientes, indicación de uso y coste de la dispensación. Se analizó la idoneidad del uso en función de los factores de riesgo de complicaciones gastrointestinales inducidas por AINE (edad >= 70 años, antecedentes de hemorragia o úlcera gastroduodenal y uso simultáneo de corticoides o anticoagulantes orales) y de las indicaciones autorizadas (rofecoxib y celecoxib en el tratamiento de la artrosis y celecoxib en el tratamiento de la artritis reumatoide). También se analizó el posible uso de otros fármacos analgésicos o AINE alternativos.
Mediciones y resultados principales. Dieciocho pacientes (edad mediana, 70 años; límites, 19-88 años) solicitaron la dispensación de un nuevo AINE inhibidor selectivo de la COX-2, y 5 no presentaban factor de riesgo alguno. Se prescribió celecoxib a 9 (50%) pacientes y rofecoxib a otros 9 (50%). Las indicaciones de uso fueron: artrosis (7,39%), artritis reumatoide (2,11%) y otras indicaciones no autorizadas (9,50%). El uso fue inadecuado en 13 (72%) pacientes. En todos era posible el uso de otros analgésicos y/o AINE alternativos. El coste total del tratamiento durante el período de estudio fue de 520.422 pts. (3.127,80 e) y la del tratamiento alternativo hubiera sido de 96.984 (582,89 e). La mediana de coste por paciente fue de 27.261 pts. (163,84 e) (límites, 6.727-59.472 pts.; 40,43-357,43 e) y la del tratamiento alternativo hubiera sido de 3.780 pts. (22,72 e) (límites, 756-28.518 pts.; 4,54-171,40 e).
Discusión y conclusiones: Los resultados sugieren una sobreutilización y un uso inadecuado de los AINE inhibidores selectivos de la COX-2 que condiciona un incremento del gasto farmacéutico. El problema de la sobreutilización de estos fármacos probablemente se debe a la promoción de su mejor perfil de toxicidad gastrointestinal. Los resultados de diferentes estudios endoscópicos y ensayos clínicos concluyen que estos nuevos AINE, en comparación con otros AINE, reducen en un pequeño porcentaje (1-2,4%) la incidencia de complicaciones gastrointestinales graves1-4. Sin embargo, no hay pruebas convincentes sobre la relevancia clínica de estos resultados en la práctica clínica. Por otra parte, estos fármacos no se hallan exentos de los otros efectos indeseados de los AINE, y recientemente se ha desencadenado una fuerte controversia porque se ha sugerido que podrían incrementar el riesgo de efectos cardiovasculares trombóticos4,5. Los estudios en la fase de poscomercialización (Reino Unido. Canadá y Australia) no han demostrado de forma convincente que su perfil de efectos indeseados sea diferente al del resto de AINE, ni que aporten ventajas clínicas notables6-8. A pesar de las indicaciones de uso autorizadas, se ha detectado un uso inadecuado porque se utilizan en otras indicaciones clínicas distintas de las autorizadas, para las que existen otras opciones terapéuticas eficaces y seguras. Además, el uso inadecuado de estos AINE se asocia a un elevado gasto, porque el precio de rofecoxib y de celecoxib es más caro que el de los AINE clásicos o el de los analgésicos no antiinflamatorios. Las empresas farmacéuticas han sugerido que estos nuevos AINE son coste-efectivos porque permiten reducir el coste de los antiulcerosos asociados al uso de los AINE clásicos, pero no existen estudios que confirmen este punto. Además, el uso de estos fármacos no significa que se evite el uso de los antiulcerosos, lo que supone un incremento del gasto todavía mayor. En conclusión, los resultados sugieren que el uso de los AINE inhibidores selectivos de la COX-2 suele ser inadecuado y caro. En la mayoría de casos todavía existe la posibilidad de emplear otros analgésicos y/o AINE alternativos eficaces, seguros y más baratos.