Objetivo. Evaluar la validez de los datos autodeclarados de peso, estatura e índice de masa corporal (IMC).
Diseño. Estudio transversal con grupos paralelos.
Emplazamiento. Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
Participantes. De los 457 adultos jóvenes españoles matriculados se estudió a 182 (40%), de los cuales 130 eran varones.
Mediciones. Los datos autodeclarados para el IMC fueron obtenidos por medio de un cuestionario y los contrastes de pesos y medidas se realizaron en un laboratorio. Los grupos de estudio de varones (GEV) y mujeres (GEM) fueron emparejados para la formación de los grupos control (GCV y GCM), conforme criterios de edad y talla. Se utilizaron la prueba de la t de Student para grupos dependientes y el coeficiente de correlación r de Pearson. Se estimaron la validez, la sensibilidad y la especificidad del IMC. La clasificación utilizada fue dicotómica: normopeso (hasta 24,9) y exceso de peso (é 25).
Resultados. Hubo alta concordancia (entre 0,93 y 0,96) entre los valores medidos y los autodeclarados entre los varones y las mujeres, así como en los grupos de estudio al ser comparados con los respectivos grupos control. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre los valores informados y medidos de peso y estatura. Los valores del IMC presentaron concordancias similares (0,96) en ambos sexos, pero en las mujeres se observaron diferencias estadísticamente significativas (GEM 0,76 y GCM 0,95). La validez se estimó en un 80%, un 77% en mujeres y un 83% en varones. Los índices de sensibilidad fueron del 60% en global, el 54% en el sexo femenino y el 66% en el masculino. La especificidad del 100% en los 2 grupos garantizó la negatividad del diagnóstico con valores autodeclarados.
Discusión y conclusión. Martínez-Ros1 describió que algo más del 60% de la población de Murcia presentaba algún tipo de exceso de peso. Gutiérrez-Fisac et al2 presentaron datos de prevalencia en España mayores en el año 1997 que en 1987. Serra-Majem3 alertó a propósito de la validez de la autoestimación del peso y la talla. Rámalle-Gomara et al4 indican la aplicación de las pruebas de sensibilidad y especificidad para evitar diagnósticos falsos positivos, o certificar de su mayor o menor grado de confiabilidad, al igual que Quiles-Izquierdo et al5. Los coeficientes de correlación fueron muy elevados para todas las variables, de acuerdo con otros estudios, y más altos que los comunicados en España por Álvarez-Torices et al6. Así, los cálculos del IMC con datos autodeclarados pueden ser validados al ser comparados con sus medidas reales en la población universitaria de adultos jóvenes.
Agradecimientos
A la Dra. María Teresa Martínez Ros (Unidad Docente de la Gerencia de Atención Primaria de Murcia, España) por las sugerencias ofrecidas desde el delineamiento del estudio.
Al Dr. José Manuel Canteras, catedrático de Bioestadística (Facultad de Medicina, Universidad de Murcia, España) por su asistencia en el programa informático y el análisis de los datos.
Al Dr. José Antonio Villegas García (docente de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, España) por su ayuda en la coordinación de la colecta de datos en el laboratorio.