Varón de 50 años con antecedentes de hipertensión arterial y trastorno ansioso-depresivo, que acude a urgencias por presentar dolor en la región posterior de la pierna derecha, tras sensación de «chasquido» en dicha pierna durante la práctica de pádel. En la exploración física se evidencia tumefacción y dolor a la palpación y con la flexión del tobillo en el tercio medio del gemelo interno. No se observa hematoma superficial ni escalón muscular. El signo de Thompson es negativo y la exploración neurovascular distal es normal. El paciente es remitido a domicilio con el diagnóstico de posible rotura fibrilar del gemelo derecho. Se coloca un vendaje con el pie en equino, se indica reposo funcional, con descarga con muletas, frío local y antiinflamatorio oral. A las 3 semanas el dolor es más intenso y presenta aumento de volumen de la pierna, por lo que se realiza ecografía en el centro de salud. Se observa una zona hipoecogénica en el espesor del gemelo medial, sugerente de rotura fibrilar parcial y una imagen lineal hipoecogénica de 119mm a lo largo de toda la zona posterior de la pierna, compatible con un gran hematoma interfascial entre el sóleo y el gemelo interno (fig. 1). Para confirmar el diagnóstico y descartar complicaciones, se remite a radiología de forma preferente para repetir la ecografía. Se confirma la rotura parcial del gemelo medial y se detecta una trombosis de la vena gemelar medial (fig. 2). Se pauta tratamiento anticoagulante durante 3 meses, reposo relativo con elevación del miembro inferior derecho y media de compresión normal. A los 4 meses el dolor ha disminuido y en la ecografía de control se observa una imagen lineal hipoecoica de 84mm en relación con el hematoma en regresión y los vasos de la pierna son permeables.
La rotura de fibras musculares se produce por un esfuerzo físico violento sin calentamiento previo. En la llamada «pierna del tenista» o tennis-leg, una de las lesiones más frecuentes en deportistas aficionados de mediana edad, se produce una rotura del gemelo interno con desinserción del músculo de la aponeurosis adyacente común con el sóleo1,2. En la ecografía se observa una alteración de la ecoestructura fibrilar normal, con aspecto hipoecoico mal definido, que con frecuencia se acompaña de hematoma local3,4. En el 10% de los casos se asocia una trombosis venosa profunda (TVP) distal, que afecta principalmente a las venas gemelares1. Las TVP distales o infrapoplíteas tienen una incidencia del 12-33%, y se asocian con mayor frecuencia a factores de riesgo transitorios (inmovilización, cirugía reciente, traumatismo). Son asintomáticas en el 75% de los casos. Aunque la progresión a un tromboembolismo pulmonar es muy rara (5%), el riesgo de que una TVP distal no diagnosticada progrese a territorio proximal es del 20-30%. En la ecografía se observa falta de compresibilidad de la vena (signo principal), ausencia de flujo sanguíneo con doppler color y/o material ecogénico intraluminal5,6. Aunque la sensibilidad de la ecografía para las TVP distales es menor que para las proximales (40 versus 95%)5, la disponibilidad de la ecografía en las consultas de atención primaria es una herramienta de gran utilidad para descartar esta entidad en un paciente con rotura gemelar y así instaurar un tratamiento adecuado de la complicación vascular.