Estudios comparativos muestran que las bombas axiales implantables presentan mejores resultados que los ventrículos pulsátiles en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca terminal, tanto como puente al trasplante cardíaco como para la terapia de destino. Presentamos la técnica quirúrgica del implante y explante.
Material y métodosSe trata de una mujer de 43 años, con fallo cardíaco terminal y fracción de eyección (FE) 23% bajo tratamiento con dobutamina, debido a una cardiomiopatía tóxica después de un cáncer bilateral de mama, tratado con resección y quimioterapia (doxorubicina y trastuzumab).
Se implantó una bomba axial ventricular izquierda (Incor) con circulación extracorpórea (CEC) y fibrilación ventricular inducida durante la perforación del ventrículo izquierdo (VI) y la canulación del mismo. Tras su conexión a la bomba se desfibriló. Luego se anastomosó a la aorta ascendente. Tras su puesta en marcha se salió de CEC con normalidad.
ResultadosSe le dio un flujo de 4,6 1/min, con curso postoperatorio (PO) normal. La función ventricular fue mejorando, llegando la FE al 55%.
Se retiró a los 135 días, sin CEC y taponando el orificio del VI con un oclusor.
Después de 2,5 años la evolución cardíaca es buena, manteniendo la FE.
ComentariosLa técnica de implantación y explantación presentadas no es muy compleja y es reproducible. La aplicación de bombas axiales está obteniendo muy buenos resultados, por lo que creemos que su uso debe generalizarse.