Un aspecto controvertido en la operación de Glenn es la conservación o anulación del flujo pulmonar adicional. El objetivo es presentar nuestra actitud frente a dicho flujo y analizar sus efectos posteriores.
Material y métodoEstudio sobre 69 pacientes diagnosticados de corazón univentricular sometidos a cirugía de Glenn (51 con Fontan completado). En 42 pacientes (grupo A) se preservó un flujo pulmonar adicional controlado (FPAC), mientras que en los restantes 27 (grupo B) no se conservó. Se realizó comparación estadística de variables post-Glenn, pre- y post-Fontan aplicando el test exacto de Fisher o la t Student.
ResultadosEn la fase post-Glenn no hubo diferencias entre ambos grupos respecto a morbimortalidad, tiempo de intubación, estancia hospitalaria ni necesidad de vasodilatadores pulmonares, siendo mayores la saturación de oxígeno (SaO2) (p=0,0081) y presión vena cava superior (VCS) (p=0,0069) en grupo A. En cateterismo pre-Fontan no se observaron diferencias respecto a presión pulmonar, presión telediastólica ventricular (PTDV), existencia - grado insuficiencia válvulas auriculoventriculares (AV) ni función ventricular, siendo mayor en el grupo A el tamaño de ramas pulmonares (p=0,0140) y SaO2 (p=0,0002). Tras completar Fontan no se apreciaron diferencias en morbimortalidad, tiempo de intubación, estancia hospitalaria, necesidad de fármacos vasodilatadores pulmonares ni estadio funcional.
ConclusionesEl mantenimiento de FPAC no incrementa la morbimortalidad post-Glenn ni altera la conservación funcional del ventrículo único, permitiendo llegar a la fase pre-Fontan con mayor SaO2 y mejor tamaño de ramas pulmonares. La existencia o ausencia de FPAC no influyó en los resultados del Fontan posterior, aunque consideramos interesante mantenerlo, especialmente en casos con ramas pulmonares pequeñas. La paliación pre-Glenn tipo banding pulmonar se asoció a mayor imposibilidad de conservar un FPAC.