Justificación: El desarrollo de un pseudoaneurisma es una complicación grave, aunque poco frecuente, de la endocarditis infecciosa. Aunque el tratamiento de elección es el quirúrgico, se han comunicado series de pacientes no intervenidos bajo determinadas circunstancias y con evolución favorable. Conocer el perfil del paciente que desarrolla esta complicación, así como la evolución de los pseudoaneurismas en cada centro, puede ser de interés a la hora de la toma de decisiones.
Objetivo: Conocer las características, el tratamiento y el pronóstico de los pseudoaneurismas como complicación de las endocarditis infecciosas en nuestro centro.
Método: Estudio descriptivo retrospectivo. Análisis de los datos de los pacientes con endocarditis infecciosa y diagnóstico de pseudoaneurisma pertenecientes a la cohorte de pacientes en seguimiento en el hospital Virgen de la Victoria, desde el año 1989 hasta junio del año 2017. Los datos han sido analizados con SPSS v19 para Windows.
Resultados: Se han analizado 18 casos de endocarditis infecciosa complicada con pseudoaneurisma, de un total de 363 pacientes endocarditis (incidencia 4,9%). El 78% (n=14) eran varones. La edad media fue de 52años (DE 18). Todos los pseudoaneurismas aparecieron como complicación de una endocarditis izquierda (94,4% sobre válvula aórtica, n=17), sobre prótesis valvular en el 61% de los casos (n=11). La infección protésica fue tardía en 10 casos. En relación al germen, los más frecuentes fueron Staphylococcus coagulasa negativos en el 44,4% (n=8) y S.aureus en el 16,7% (n=3). El 27,8% (n=5) tuvieron un episodio de endocarditis previa. El 38,9% habían presentado el diagnóstico previo de un absceso por ecocardiografía (n=7). Se procedió a cirugía en 15 casos (83,3%). El motivo de cirugía más importante fue la invasión miocárdica y la persistencia del cuadro séptico. El motivo de no cirugía más frecuente fue el mal pronóstico quirúrgico (=3, 100%). Cinco pacientes fallecieron durante el ingreso o en el primer mes post hospitalización. Cuatro pacientes reingresaron y en dos casos fue necesaria una segunda intervención quirúrgica. Al año de seguimiento hubo siete fallecimientos. Entre los pacientes que recibieron cirugía la supervivencia fue del 80% (n=12). Entre aquellos que no recibieron cirugía la supervivencia fue del 33,3% (n=1). Estas diferencias no fueron estadísticamente significativas.
Se consideraron factores de riesgo para el desarrollo de pseudoaneurisma: asentamiento sobre prótesis valvular (OR 2,87, Sig. 0,04), válvula aórtica (OR 11,9, Sig. 0,002), infección precoz (OR 4, Sig. 0,007), Staphylococcus coagulasa negativo (OR 3,63, Sig. 0,012), haber padecido un episodio de endocarditis previa (OR 3,7, Sig. 0,028), fenómenos embólicos como criterio de Duke (OR 4,15, Sig. 0,019) y diagnóstico de absceso por ecocardiografía (OR 3,18, Sig. 0,025). En un análisis multivariante ajustado por edad y sexo mantuvieron la significación estadística las variables afectación valvular aórtica (OR 15,8, Sig. 0,008), afectación valvular protésica (OR 4,3, Sig. 0,018), fenómenos embólicos como criterio de Duke (OR 4,6, Sig. 0,026) y el haber padecido un episodio de endocarditis previa (OR 3,59, Sig. 0,056).
Conclusiones: La aparición de un pseudoaneurisma sobre una endocarditis surge en nuestra cohorte de forma más frecuente en el contexto de una infección con afectación valvular aórtica, habitualmente protésica, y en pacientes con antecedente de endocarditis previa y con fenómenos embólicos. En nuestra serie la supervivencia ha sido mayor en los pacientes intervenidos.