Justificación: La endocarditis infecciosa (EI) es una patología que se presenta con una elevada morbimortalidad que con frecuencia se presenta en sujetos con afectación valvular significativa y en aquellos portadores de dispositivos endocavitarios, precisando de un manejo multidisciplinar precoz.
Objetivo: Analizamos los pacientes (p) con EI en nuestra área, centrándonos en los factores predisponentes para su desarrollo y estableciendo su relación con el pronóstico.
Método: Incluimos todos los casos de p hospitalizados de mayo de 2009 a febrero de 2017 por EI confirmada a partir del diagnóstico microbiológico, siempre que dispusiéramos de todos los datos clínicos pertinentes (especialmente, ocurrencia de la misma y evolución hospitalaria).
Resultados: Obtuvimos un total de 52p, edad media 71±11años, 62% mujeres y con alta comorbilidad (Charlson ajustado por edad de 5 [3-7]). El 34,6% de los p presentaban como factor predisponente afectación aórtica con estenosis al menos moderada, el 9,6% insuficiencia y 3,8% doble lesión aórtica. La valvulopatía mitral se presentó en menor medida: un 15,4% con insuficiencia mitral, un 5,8% con estenosis y un 5,8% con doble lesión mitral. La mayor parte de las valvulopatías eran debidas a cambios degenerativos (59,6%). El 19,2% no presentaban valvulopatías significativas predisponentes, en el 13,5% la causa era reumática y en el 7,7%, congénita (presentado el 100% afectación valvular aórtica con predominio de la estenosis aórtica). Tan solo un p tuvo como factor predisponente la presencia de catéter intracavitario. La EI sobre cable de marcapasos se dio en el 9,6% de los p y sobre válvula protésica en el 21% (11,5% biológica y 9,6% mecánica). Los gérmenes más frecuentemente implicados fueron S.aureus (15p [29%]), E.faecalis y otros enterococos (12p [23%]), S.epidermis (7p [13%]) y estreptococos del grupo viridans (7p [13%]), que difieren un poco de los resultados del registro ICE-PLUS (en el que el germen más frecuentemente aislado fue el enterococo). La tasa de mortalidad hospitalaria global fue de 12/52p (23%) y la mortalidad global en el seguimiento, de 25/52p (48,1%).
Conclusiones: En nuestra serie, la valvulopatía predisponente mayoritaria fue la afectación valvular aórtica degenerativa. Pese a los continuos avances en el tratamiento médico y quirúrgico de esta enfermedad, la mortalidad de la EI se mantiene estable, con una tasa de mortalidad hospitalaria del 23% y global del 48,1% en nuestra serie, lo que remarca la necesidad de formación de grupos multidisciplinarios con experiencia en el manejo médico y quirúrgico de esta enfermedad.