Varón de 75 años con antecedente de reparación endovascular de un aneurisma de aorta torácica con dos endoprótesis 9 años antes. Presenta una endofuga tipo IIIA con desconexión y migración de las endoprótesis torácicas y una endofuga tipo I proximal a 2 cm del origen de la arteria subclavia izquierda.
La tomografía computarizada mostró un desplazamiento de las endoprótesis adoptando una configuración ortogonal sin ningún punto de alineamiento y permitiendo la reperfusión directa de un aneurisma aórtico de 85 x 78 mm.
Debido a la posición en ángulo recto que adoptaron las endoprótesis resultaba imposible pasar una guía directamente de una endoprótesis a otra para realinearlas. Por ello, vía arteria humeral derecha se condujo una guía hidrofílica angulada larga al saco aneurismático y, vía arteria femoral izquierda, se introdujo un lazo para capturar dicha guía. Para descartar que la guía estuviese atrapada en alguno de los stents libres, se introdujo un catéter balón Berenstein.
La morfología sinusoidal de la aorta torácica descendente y una anatomía desfavorable del arco aórtico combinadas con la disposición aberrante de las endoprótesis previas requirió una maniobra de push (braquial) - pull (femoral), protegida sobre catéter, para curvar una guía extrarrígida en la aorta ascendente.
Se desplegaron dos nuevas endoprótesis, con un solapamiento de 6 cm entre ambas, para lograr la exclusión del aneurisma de aorta torácica, así como el sellado de ambas endofugas.
Este caso refleja una de las complicaciones tardías más graves de la cirugía endovascular de aorta torácica descendente y su complejo tratamiento posterior.