Hemos leído con atención el artículo de los Dres. Ruiz-Tovar et al.1 exponen un interesante caso clínico en el que se describe una nueva indicación para el reflujo gastroesofágico tras un procedimiento restrictivo endoscópico, la conversión a bypass gástrico en una anastomosis (BAGUA/OAGB). El caso clínico presenta, pese a los excelentes resultados expuestos, algunos puntos de conflicto que puede ser interesante discutir.
En primer lugar, los beneficios de la cirugía bariátrica en pacientes con obesidad grado I son tema de discusión frecuente en los foros de cirugía bariátrica, y ya disponemos de evidencia que soporta el beneficio de la cirugía bariátrica2,3 por debajo 35kg/m2. En este grupo de pacientes, el tratamiento antirreflujo convencional puede ser igualmente efectivo4–6. En el caso concreto de la paciente que se presenta, con los antecedentes de la técnica endoscópica restrictiva, esta no sería una contraindicación puesto que el fundus suele estar indemne o con mínimos cambios por la plicatura7,8.
El punto de mayor discusión es la elección de un BAGUA/OAGB para un caso como el descrito. Los autores tienen una amplia y larga experiencia con este procedimiento, y sus resultados publicados son excelentes tanto en pérdida ponderal, como en complicaciones a corto y largo plazo. Los argumentos expuestos sobre el efecto beneficioso de esta cirugía y las características morfológicas para prevenir el reflujo son válidos, pero chocan con las recomendaciones generales de reservorio pequeño para la prevención del mismo9. Por otro lado, puede ser discutible el hecho de escoger una técnica malabsortiva para un paciente con obesidad clase I.
Uno de los puntos débiles, a priori, del BAGUA/OAGB es el reflujo biliar. Pese a que en las series más largas el porcentaje no supera el 10%, este es el peor enemigo para un paciente con reflujo y esofagitis por el riesgo de degeneración a Barrett mediado por el reflujo biliar10. Los autores citan varias revisiones y series de casos que reducen de forma significativa esta complicación, pero no podemos olvidar que esta técnica es aún relativamente joven. Hemos de resaltar que incluso el bypass gástrico, técnica de referencia para los pacientes con reflujo, tiene un riesgo no desdeñable de recidiva del reflujo.
Pese a que los resultados presentados son excelentes, es importante resaltar que todavía tenemos muchos interrogantes sobre si la opción planteada es la más indicada para el caso expuesto. Este caso puede servir para ampliar la base de conocimiento, pero en el momento actual no disponemos de suficiente evidencia para poder recomendar la estrategia publicada.