Agradecemos los comentarios realizados por los Dres. González Moreno, Bretcha Boix y Muñoz Casares a nuestro articulo «Mucocele apendicular: presentación de 31 casos»1 por la aportación y la actualización sobre esta poco frecuente enfermedad tumoral.
Comentan los citados autores la dificultad de categorizar de benignidad o malignidad estas tumoraciones y la conveniencia de usar el término neoplasias de «bajo y alto grado». Nosotros hemos querido seguir la clasificación anatomopatológica de la Organización Mundial de la Salud2.
El término seudomixoma peritoneal es una inespecífica condición que solo indica la existencia de mucina extracelular en la cavidad abdominal y algunos autores dividen los hallazgos histológicos en adenomucinosis, adenomucinosis híbrida y adenocarcinoma mucinoso2.
Se nos indica la poca referencia que hacemos de los trabajos de Sugarbaker, pero reconociendo la importantísima aportación de este cirujano en el tratamiento de las neoplasias apendiculares mucinosas y fundamentalmente de sus complicaciones peritoneales (protocolo de Sugarbaker), queremos resaltar que no se le cita más por el propósito del trabajo: estudio retrospectivo de estas neoplasias durante 18 años en nuestro centro, y no una puesta al día del tratamiento del seudomixoma peritoneal.
Con respecto al tratamiento, estamos de acuerdo en los procederes quirúrgicos indicados, que son los referidos por nosotros, pero diferimos en el hecho de que la realización de una hemicolectomía derecha se base, como se indica en el comentario, en la presencia de adenopatías regionales pues, además de su poca frecuencia (5%), su sola existencia no influye en la supervivencia3. Según ello, también cabría la posibilidad de realizar esta exéresis en casos de tumoraciones benignas con adenopatías y dejarla en casos de cistadenocarcinomas por el hecho de no existir adenopatías4-6. Sugarbaker señala la realización de hemicolectomía derecha en todo carcinoma apendicular invasivo con o sin presencia de adenopatías incluso en ausencia de invasión peritoneal7.
Esta cirugía propuesta de resecciones localizadas contrasta con la amplia cirugía citorreductora que propugnan Sugarbaker y su grupo, que se basan en el hecho de que los factores pronósticos de supervivencia residen en una completa citorreducción, la histopatología de la tumoración y la extensión del proceso8. Nosotros hemos realizado ileocolectomías en 15 casos (en 6 resección ileocecal y en el resto colectomías derechas), debido a la presencia de moco libre peritoneal, duda diagnóstica de benignidad del proceso o hallazgo de una tumoración mal definida en una intervención de urgencias.
Indicamos que estas lesiones apendiculares con seudomixoma presentan una alta mortalidad por nuestros malos resultados y en la literatura revisada. Cierto es que en los últimos años la cirugía de citorreducción combinada con quimioterapia intraperitoneal perioperatoria está consolidándose como arma terapéutica en casos seleccionados de neoplasias de asiento peritoneal9,10. Estamos de acuerdo en que, por la rareza y la complejidad de estos tipos de tumoraciones, debe ser referida a centros y grupos con alta experiencia en patología oncológica tumoral como el ya citado de Sugarbaker.