Sr. Director:
La elección de la técnica anestésica para la cirugía laparoscópica extraperitoneal de la hernia inguinal no está resuelta. El trabajo de Moreno-Egea et al1 sugiere que la "anestesia regional" es de elección frente a la anestesia general, pero la metodología del estudio no permite, en nuestra opinión, sustentar esa opinión. En primer lugar porque no se especifica la técnica anestésica utilizada. La expresión "anestesia regional" es excesivamente genérica y puede incluir muchos procedimientos anestésicos. En segundo lugar, no se exponen complicaciones específicamente anestésicas ocurridas durante la intervención o en el período postoperatorio. En tercer lugar, porque no se pueden atribuir a la técnica anestésica determinados efectos (p. ej., el acortamiento de la estancia postoperatoria) como consecuencia de un estudio retrospectivo y no aleatorizado en cuyo desarrollo hay un factor distorsionante de primera magnitud, como es el proceso de aprendizaje de la técnica quirúrgica, que asocia una de las técnicas anestésicas investigadas (la anestesia general) a la primera mitad de la casuística (que tiene un tiempo quirúrgico, porcentaje de hernias bilaterales y complicaciones intraoperatorias sensiblemente superior).
Coincidimos con los autores en que la cirugía laparoscópica extraperitoneal de la hernia inguinal puede realizarse bajo alguna forma de anestesia regional, aunque en nuestra experiencia2, con anestesia intradural hemos observado que en casi el 50% de los pacientes presentan complicaciones intraoperatorias como malestar, agitación, dolor (generalmente referido al tórax), náuseas y vómitos y alteraciones hemodinámicas (bradicardia e hipotensión), que dificultan el trabajo anestésico y quirúrgico y obligan a la sedación y analgesia, a veces profundas, y a la administración de fármacos vasoactivos. Estas complicaciones suelen asociarse a un neumoperitoneo accidental que no siempre puede verificarse.
Por otra parte, se proporciona en la Discusión una valoración poco matizada de los riesgos de la anestesia general (los autores la contraindican, p. ej., en pacientes con múltiples intervenciones quirúrgicas previas o con alteraciones de la coagulación) y se establece un discutible paralelismo entre cirugía mínimamente invasiva y "su" anestesia más adecuada.
Pensamos que no existe una base científica sólida para recomendar una técnica anestésica concreta para la cirugía laparoscópica de la hernia inguinal, y que no pueden atribuirse a la anestesia ventajas o inconvenientes no adecuadamente investigados.