Sr. Director:
La utilización de adhesivos biológicos como sustitutivos de suturas ha sido ampliamente descrita en oftalmología, cirugía vascular o plástica. Chevrel y Flament, en 19901, describen el uso de Tissucol® como adhesivo de la malla de prolene al tejido celular subcutáneo en pacientes operados de eventraciones. La intención era reducir el espacio muerto en este plano anatómico y mejorar la adherencia entre los dos planos2,3. La persistencia de espacio muerto dentro del plano subcutáneo favorece la acumulación de secreciones, lo que desemboca en aparición de seromas o hematomas, incrementando la morbilidad en la cirugía de pared abdominal4.
Se comentan los resultados iniciales de un estudio sobre la aplicación del adhesivo biológico embucrilato (Histoacryl®, B. Braun Melsungen AG, Alemania) en el tejido celular subcutáneo de pacientes operados por grandes eventraciones asociadas a dermolipectomía. El objetivo del mismo era evaluar la utilidad de este adhesivo para reducir el espacio muerto del subcutáneo, producido por la liberación de planos, y determinar su influencia en el desarrollo de complicaciones locales, evaluándose la estancia media y la evolución.
Se han incluido 34 pacientes divididos en 2 grupos: grupo A, compuesto de 18 pacientes sin Histoacryl®, y grupo B, de 16 pacientes con aplicación del mismo. El método utilizado para la reparación de la eventración fue, en 2 pacientes, la incisión vertical y, en el resto, transversa suprapúbica. Se practicó una dermolipectomía a demanda en todos los casos, asociándose una recolocación umbilical o realización de un neoombligo según los casos. El defecto aponeurótico se reparó mediante la colocación de una malla de polipropileno según técnica de Rives-Stoppa en situación retromuscular prefascial. Se suturó la hoja anterior de la vaina de los rectos siempre que no se contraviniera el principio de la reparación libre de tensión, precisándose en algún caso incisiones de descarga tipo Clotteau. Se aplicó el Histoacryl® en pequeños toques en el subcutáneo previa hemostasia. El número de envases utilizados osciló entre 3-8 (media de 5). Se dejaron drenes de tipo aspirativo sobre la malla y en el subcutáneo, retirándose cuando su débito era menor de 40. El vendaje fue compresivo mediante faja elástica tubular. Se administró profilaxis antibiótica en todos los casos con cefalosporina de primera generación y antitrombótica con enoxaparina subcutánea.
Los grupos fueron similares respecto a los datos clínicos (edad, sexo y enfermedades asociadas) y el peso de la dermolipectomía, siendo en el grupo A de un rango de 1.100-3.000 g (media, 2.200 g) y en el grupo B, de 500-6.700 (media, 1.800 g). La cirugía asociada al acto quirúrgico se realizó en el grupo A en 9 casos (50%) y en el B en seis (37,5%) destacando apendicectomía, colecistectomía, colectomía, resección de epiplón y liberación de adherencias con sutura intestinal. No hubo diferencia entre el tipo de contaminación del procedimiento en ambos grupos. Los drenajes se mantuvieron entre 6-12 días en el grupo A, y entre 2-6 días en el B, manteniéndose débitos superiores en el grupo A.
La morbilidad postoperatoria fue de 12 casos (66,6%) en el grupo A y de 5 casos (31,2%) en el B con una diferencia significativa que se mantiene cuando observamos por separado la morbilidad local. La morbilidad local en el grupo A fue del 55,5% (10 casos) incluyendo 6 abscesos, 2 hemorragias y 2 seromas. En el grupo B fue de 12,5% (2 casos) con un seroma y un granuloma a puntos. La morbilidad general fue similar en los dos grupos. En el A del 11,1% (2 casos) con una flebitis y una infección urinaria y del 18,7% (3 casos) en el B, con una flebitis, un embolismo pulmonar y una bronquiectasia sobreinfectada. No se ha detectado ningún tipo de morbilidad ni efectos secundarios atribuibles al Histoacryl® en el grupo B, tras un seguimiento entre 6-17 meses.
La estancia media presentó diferencias muy significativas (p < 0,1) siendo en el grupo A de 13,4 días (rango, 4-67 días) y en el grupo B de 6,8 días (rango, 3-17 días).
En el grupo A hubo 4 casos (22,2%) que precisaron cu ras durante 3-9 meses hasta la total cicatrización de la herida, precisando en un caso un nuevo ingreso de 23 días por celulitis de la pared. Un caso del grupo B requirió curas durante un mes.
A la vista de los resultados de este estudio podemos concluir de manera inicial que con la utilización del Histoacryl® en el tejido celular subcutáneo, tras despegamientos en eventraciones con dermolipectomías, se reduce a la mitad la aparición de complicaciones locales, siendo además mucho menos severas, disminuye la estancia media hospitalaria como consecuencia directa y el número de curas postoperatorias. Todo ello redunda en beneficio del paciente y en un claro ahorro del gasto sanitario por la reducción de la estancia en hospital, baja laboral, consultas de ambulatorio, material de curas y uso de antibióticos entre otros conceptos.
Por todo ello creemos que este acto quirúrgico puede ser de utilidad para mejorar los resultados de la cirugía de grandes eventraciones con dermolipectomía asociada, ahorrando gasto sanitario con un bajo coste asociado y sin efectos secundarios atribuibles al procedimiento.