Mujer de 63 años con antecedentes de cardiopatía congénita, estenosis pulmonar y comunicación interventricular.
Se interviene de forma urgente por diverticulitis perforada, y se realiza intervención de Hartmann. En el postoperatorio presenta buena evolución clínica. Para el control hemodinámico postoperatorio se insertó un catéter de Swan-Ganz.
Tras múltiples intentos, se accede al ventrículo derecho y la arteria pulmonar, en que se aprecia hipertensión pulmonar severa sin poder enclavarlo. Se decide retirarlo, pero resulta imposible por encontrar resistencia; en la radiografía se aprecia una gran lazada (fig. 1). Mediante radiología intervencionista, se arrastra el catéter hasta la vena femoral derecha (fig. 2); su tamaño obliga al abordaje quirúrgico para su exteriorización (fig. 3).