Sr. Director:
La dirofilariasis (DP) es una zoonosis que se transmite al ser humano mediante mosquitos de las especies Aedes, Culex y Anopheles. La enfermedad se produce en zonas tropicales o subtropicales, y sólo casos aislados se dan en Europa1.
Presentamos a un paciente de 47 años, fumador de 30 cigarrillos/día, en el que, al realizarse un chequeo médico, se descubrió en la tomografía computarizada (TC) un nódulo indeterminado en el lóbulo inferior derecho.
La exploración física, analítica y fibrobroncoscópica fueron normales. Una punción del nódulo tampoco obtuvo un diagnóstico etiológico, por lo que fue intervenido mediante videotoracoscopia, con las que se localizó en la zona lateroinferior del pulmón derecho. El estudio anatomopatológico mostró un infarto pulmonar subpleural con una arteriola trombosada que contenía restos de Dirofilaria immitis. El paciente fue dado de alta 4 días después de la intervención, y actualmente está asintomático.
La DP es una enfermedad que afecta ampliamente al reino animal. Las microfilarias circulan por la sangre del animal infectado y los mosquitos las transmiten mediante la picadura2. En el ser humano hay inmunidad natural contra el parásito, que muere y puede embolizar e infartar el pulmón. Puede adoptar la forma de un nódulo pulmonar solitario, por lo que se debe descartar otros diagnósticos3. En ocasiones, los nódulos pueden ser múltiples y semejar metástasis o confundirse con histoplasmosis, embolias sépticas o granulomatosis de Wegener. Los síntomas, de producirse, son inespecíficos e incluyen tos, hemoptisis, dolor torácico y fiebre4.
La lesión suele ser redondeada y bien circunscrita, presenta el parásito muerto en su interior, una arteriola trombosada con fenómenos de necrosis y tejido granulomatoso circundante5. La DP debe ser incluida en el diagnóstico diferencial de los nódulos pulmonares solitarios, especialmente en las zonas endémicas de DP.