Los profesionales hospitalarios son un colectivo generador de opinión para el resto de la población en temas sanitarios. La actitud no favorable de dicho grupo es un obstáculo hacia el incremento de las tasas de donación de órganos propios de cadáver.
ObjetivoAnalizar la actitud de los profesionales hospitalarios hacia la donación de los órganos propios en centros sanitarios españoles y latinoamericanos y determinar los factores que condicionan dicha actitud.
Material y métodoDel «Proyecto Colaborativo Internacional Donante» se seleccionaron 11 centros hospitalarios, 3 de España, 5 de México, 2 de Cuba y uno de Costa Rica. Muestra aleatorizada y estratificada por tipo de servicio y categoría laboral. La actitud hacia la donación y el trasplante se valoró mediante una encuesta validada. El cuestionario fue anónimo y autoadministrado. Estadística: tests de la t de Student, de la χ2 y análisis de regresión logística.
ResultadosDe los 2.785 profesionales encuestados, 822 son de España, 1.595 de México, 202 de Cuba y 166 de Costa Rica. El 79% (n=2.191) está a favor de la donación de órganos de cadáver. Por país, están a favor el 94% (n=189) de los cubanos, el 82% (n=1.313) de los mexicanos, el 73% (n=121) de los costarricenses y el 69% (n=568) de los españoles (p<0,001).
En el análisis multivariante, las variables con más peso específico son: 1) país, siendo más favorable en Cuba (odds ratio= 8,196; p<0,001); 2) ser médico (OR= 2,544; p<0,001); 3) realizar una actividad laboral relacionada con el trasplante (OR=1,610; p=0,005); 4) haber comentado a nivel familiar el tema de la donación y el trasplante (OR= 3,690; p<0,001); 5) la actitud a favor hacia la donación y el trasplante de la pareja (OR= 3,289; p<0,001); 6) considerar el encuestado que su religión está a favor de la donación y el trasplante (OR= 3,021; p=0,001); 7) no estar preocupado por la posible mutilación del cuerpo tras la donación (OR= 2,994; p<0,001); 8) la preferencia de otras opciones distintas de la inhumación en el tratamiento del cuerpo tras el éxitus (OR= 2,770; p<0,001) y 9) la aceptación de la realización de una autopsia si fuese necesaria (OR= 2,808; p<0,001).
ConclusionesLa actitud hacia la donación entre el personal hospitalario de centros sanitarios españoles y latinoamericanos es favorable, aunque un 21% no está a favor de donar. Dicha actitud es más favorable entre los profesionales latinoamericanos, y está muy condicionada por factores laborales y psicosociales.
Hospital personnel are a group which has an influence on the opinion of the rest of the population about healthcare matters. Any unfavorable attitude of this group would be an obstacle to an increase in organ donation.
ObjectiveTo analyze the attitude of hospital workers toward the donation of one's own organs in Spanish and Latin American hospitals and to determine the factors affecting this attitude.
Material and methodEleven hospitals from the «International Collaborative Donor Project» were selected, 3 in Spain, 5 in Mexico, 2 in Cuba and one in Costa Rica. A random sample was stratified by the type of service and job category. Attitude toward donation and transplantation was assessed using a validated survey. The questionnaire was completed anonymously and was self-administered. Statistical analysis: Student's t-test, the χ2 test and logistic regression analysis.
ResultsOf the 2,785 workers surveyed, 822 were from Spain, 1,595 from Mexico, 202 from Cuba and 166 from Costa Rica and 79% (n=2,191) were in favor of deceased organ donation. According to country, 94% (n=189) of Cubans were in favor, compared to 82% (n=1,313) of the Mexicans, 73% (n=121) of the Costa Ricans and 69% (n=568) of the Spanish (P<.001).
In the multivariate analysis, the following variables had the most specific weight: 1) originating from Cuba (odds ratio=8.196; P<.001); 2) being a physician (OR= 2.544; P<.001); 3) performing a job related to transplantation (OR = 1.610; P=.005); 4) having discussed the subject of donation and transplantation within the family (OR= 3.690; P<.001); 5) having a partner with a favorable attitude toward donation and transplantation (OR= 3.289; P<.001); 6) a respondent's belief that his or her religion is in favor of donation and transplantation (OR= 3.021; P=.001); 7) not being concerned about the possible mutilation of the body after donation (OR= 2.994; P<.001); 8) the preference for other options apart from burial for treating the body after death (OR= 2.770; P<.001); and 9) acceptance of carrying out an autopsy if one were needed (OR= 2.808; P<.001).
ConclusionsHospital personnel in Spanish and Latin American healthcare centers had a favorable attitude toward donation, although 21% of respondents were not in favor of donating. This attitude was more favorable among Latin American workers and was very much conditioned by job-related and psychosocial factors.
Las tasas actuales de donación de órganos para trasplante son insuficientes para cubrir las necesidades mínimas1. Este déficit de órganos es actualmente la principal causa de muerte de pacientes en lista de espera para trasplante1. Dado que estos tratamientos requieren obligatoriamente de una donación previa, se hace imprescindible una promoción activa de la misma en todos los centros sanitarios, y es aquí donde los profesionales de la salud juegan un papel fundamental. Constituye un acto más de promoción de la salud al que los profesionales se deben apegar de acuerdo al código deontológico.
El proceso de donación es multifactorial, en el que influyen diversos aspectos. En este sentido, los profesionales de centros sanitarios tienen un papel fundamental en su desarrollo. Así, una actitud negativa de dichos profesionales puede generar una conducta de actitud negativa a nivel poblacional2–4. Así, hay datos que apuntan a que el porcentaje de este personal en contra o indeciso ante la donación de órganos es relativamente alto2,3. Este aspecto es importante, pues por el hecho de trabajar en un centro sanitario son un grupo generador de opinión. Por ello, presentan una alta credibilidad en temas sanitarios entre la población, dado su puesto laboral5,6. Aquellos que muestran una actitud en contra, pueden predisponer negativamente a la población, particularmente a los miembros más cercanos a ellos2–4.
Algunos de los factores que influyen en la donación de órganos han sido controlados por los diferentes modelos de coordinación de trasplantes y la profesionalización del coordinador de trasplantes. Sin embargo, el rechazo familiar a donar provoca una pérdida de aproximadamente el 20% de los potenciales donantes en el modelo español de donación de órganos, que es el que ha demostrado una mayor efectividad7. Una de las barreras conocidas hacia la donación de órganos es encontrada entre los trabajadores de centros sanitarios, ya que existe un porcentaje de dichos profesionales que no están a favor de la donación de órganos, y su actitud podría afectar negativamente en las familias de los potenciales donantes2,3.
En el ámbito geográfico de habla hispana, existen pocos datos al respecto, destacando los presentados en un hospital trasplantador español por nuestro propio grupo3. En dicho estudio destaca que la actitud hacia la donación órganos de cadáver entre el personal de los hospitales trasplantadores es similar a la descrita en la población. Si este hecho es generalizado, sería un problema importante pues sería prioritaria la necesidad de realizar actividades de promoción de la donación en estos servicios, dada la importancia en la actitud poblacional que puede tener la actitud negativa de este colectivo. Pues la actitud negativa de los profesionales sanitarios podría influir no solo como potenciales donantes, sino también sobre la actitud de las personas de su ámbito de influencia.
El objetivo de este estudio es analizar la actitud hacia la donación de los órganos propios de cadáver de profesionales hospitalarios de centros hospitalarios de España y Latinoamérica (México, Cuba y Costa Rica), y determinar los factores que condicionan dicha actitud.
Material y métodosPoblación a estudioSe seleccionaron 11 centros hospitalarios, 3 de España, 5 de México, 2 de Cuba y uno de Costa Rica dentro del «Proyecto Colaborativo Internacional Donante». En los centros seleccionados se realizó un muestreo aleatorizado y estratificado por categoría laboral (médicos, personal de enfermería, auxiliares de enfermería y personal no sanitario) y entre los distintos servicios de los hospitales (tabla 1). En todos los centros el estudio fue aprobado institucionalmente de manera previa a ser incluido en el proyecto.
Distribución de los centros y profesionales encuestados por tipo de centro sanitario y país
España | México | Cuba | Costa Rica | Total | ||||||
Centros | n | Centros | n | Centros | n | Centros | n | Centros | n | |
Hospital trasplantador | - | - | 2 | 903 | 2 | 202 | 1 | 166 | 5 | 1.271 |
Hospital generador | 2 | 557 | 1 | 450 | - | - | - | - | 3 | 1.007 |
Hospital no relacionado | 1 | 264 | 2 | 242 | - | - | - | - | 3 | 506 |
Total | 3 | 821 | 5 | 1.595 | 2 | 202 | 1 | 166 | 11 | 2.785 |
La actitud hacia la donación de órganos se valoró mediante una encuesta sobre aspectos psicosociales hacia la donación y el trasplante de órganos, validada en nuestro medio («PCID–DTO Ríos»: cuestionario del Proyecto Colaborativo Internacional Donante sobre Donación y Trasplante de Órganos desarrollado por el Dr. Ríos) (α de Cronbach de 0,92)2,3,8. Para la distribución de los cuestionarios se contactó en cada servicio con el coordinador médico para los cuestionarios de los médicos, con el coordinador de enfermería para el personal de enfermería y auxiliares de enfermería y con un administrativo para el personal no sanitario, a los cuales se les explicó el estudio y fueron los responsables del reparto de la encuesta en los turnos seleccionados. El cuestionario se cumplimenta en unos 3-5 min, de manera anónima y autoadministrada.
Como variable dependiente se estudia la actitud hacia la donación de órganos propios tras el éxitus. Las variables independientes a estudio las agrupamos en 7 categorías: 1) variable demográfica: país; 2) variables sociopersonales: edad, sexo y estado civil; 3) variables laborales: tipo de centro hospitalario, tipo de servicio clínico donde trabaja, tipo de servicio según su relación con la donación y el trasplante de órganos, categoría laboral, personal sanitario, situación laboral y actividad laboral relacionada con el trasplante; 4) variables de conocimiento y actitud hacia la donación y el trasplante de órganos: experiencia personal con la donación y el trasplante de órganos, creer en la posibilidad de necesitar un trasplante para uno mismo en el futuro, conocer el concepto de muerte encefálica; 5) variables de interacción social y conducta prosocial: actitud hacia la donación de los órganos de un familiar, comentar con la familia la donación y el trasplante, opinión de la pareja hacia la donación y el trasplante y realizar actividades de tipo prosocial; 6) variables religiosas: religión del encuestado y conocer por parte del encuestado la actitud de su religión hacia la donación y el trasplante; 7) variables de actitud hacia el cuerpo: preocupación por la mutilación tras la donación, aceptación de la incineración, aceptación de la inhumación y aceptación de la autopsia si fuera necesario.
EstadísticaLos datos fueron almacenados en una base de datos y analizados por el paquete estadístico SPSS 15.0. Se realizó estadística descriptiva, y para la comparación de las diferentes variables se aplicaron los test de t de Student y el test de χ2 cumplimentado con un análisis de residuos. Para la determinación y evaluación de riesgos múltiples se hizo un análisis de regresión logística utilizando las variables que en el análisis bivariante dieron asociación estadísticamente significativa. En todos los casos, los valores de p inferiores a 0,05 fueron considerados estadísticamente significativos.
ResultadosActitud hacia la donación de órganos sólidos propiosLa tasa de cumplimentación del cuestionario fue del 91% de los profesionales seleccionados. De los 2.785 encuestados, 822 son de España, 1.595 de México, 202 de Cuba y 166 de Costa Rica.
El 79% (n=2.191) de los encuestados están a favor de la donación de cadáver. Como razones más frecuentes para donar destacan la reciprocidad (58%) y la solidaridad (46%).
Del 21% (n=594) de los no a favor, el 6% (n=167) está en contra y el 15% (n=427), indeciso; las razones más frecuentes para no estar a favor son la negativa asertiva (el no porque no, sin razón alguna) (33%) y el miedo a la muerte aparente (31%).
Factores que determinan la actitud hacia la donación de órganosVariable demográficaSe objetiva una actitud más favorable entre los profesionales de centros latinoamericanos que entre los españoles (tabla 2). Así, están a favor el 94% (n=189) de los cubanos, el 82% (n=1.313) de los mexicanos, el 73% (n=121) de los costarricenses y el 69% (n=568) de los españoles (p<0,001).
Variables demográficas y sociopersonales que influyen en la actitud hacia la donación de órganos de cadáver entre el personal hospitalario de España y Latinoamérica
Variable | A favor (n=2.191; 79%) | No a favor (n=594; 21%) | p |
Demográfica | |||
País: | |||
España (n=822) | 568 (69) | 254 (31) | <0,001 |
México (n=1.595) | 1.313 (82) | 282 (18) | |
Cuba (n=202) | 189 (94) | 13 (6) | |
Costa Rica (n=166) | 121 (73) | 45 (27) | |
Sociopersonales | |||
Edad: | |||
(36±10 años) | 36±9 | 36±10 | 0,717 |
Sexo: | |||
Varón (n=1.063) | 822 (77) | 241 (23) | 0,142 |
Mujer (n=1.707) | 1.360 (80) | 347 (20) | |
NS/NC (n=15) | 9 | 6 | |
Estado civil: | |||
Soltero (n=1.007) | 790 (78) | 217 (22) | 0,399 |
Casado (n=1557) | 1.237 (79) | 320 (21) | |
Viudo, separado, divorciado (n=208) | 157 (75) | 51 (25) | |
NS/NC (n=13) | 7 | 6 |
Los factores de tipo sociopersonal analizados no se asocian con la actitud hacia la donación de órganos propios de cadáver (tabla 2).
Variables laboralesEntre las variables laborales se objetiva asociación de la mayoría de ellas con la actitud hacia la donación (tabla 3). En cuanto al tipo de hospital, los profesionales de centros relacionados con el trasplante, tanto trasplantadores como generadores de donantes de órganos, tienen una actitud más favorable que los de centros que no tienen relación con el trasplante (82 y 77 versus 73%) (p<0,001) (tabla 3). Con respecto al tipo de servicio donde trabajan, la actitud es menos favorable entre los profesionales de servicios centrales (78% de los encuestados a favor) y los de servicios no sanitarios (65% a favor) (p<0,001). En cuanto al tipo de servicio según su relación con la donación y el trasplante, destaca que son los que trabajan en servicios que siguen a pacientes trasplantados los que están más a favor de la donación de órganos de cadáver (91% a favor) (p<0,001) (tabla 3).
Variables laborales que influyen en la actitud hacia la donación de cadáver entre el personal hospitalario de España y Latinoamérica
Variable | A favor (n=2.191; 79%) | No a favor (n=594; 21%) | p |
Tipo de centro hospitalario | |||
Hospital trasplantador (n=1.271) | 1.038 (82) | 233 (18) | <0,001 |
Hospital generador (n=1.008) | 781 (77) | 227 (23) | |
Hospital no relacionado con el tx (n=506) | 372 (73) | 134 (27) | |
Tipo de servicio clínico donde trabaja | |||
Quirúrgico (n=523) | 422 (81) | 101 (19) | <0,001 |
Médico (n=1.241) | 1.037 (84) | 204 (16) | |
Materno-infantil (n=144) | 127 (88) | 17 (12) | |
Servicios Centrales (n=278) | 217 (78) | 61 (22) | |
Servicios no sanitarios (n=599) | 388 (65) | 211 (35) | |
Tipo de servicio según su relación con la donación y el trasplante | |||
Unidades generadoras de donantes (n=303) | 241 (79) | 62 (21) | <0,001 |
Servicos extractores-trasplantadores (n=249) | 209 (84) | 40 (16) | |
Servicios que siguen a trasplantados (n=67) | 61 (91) | 6 (9) | |
Servicios sin relación con trasplantes (n=1.308) | 1.093 (84) | 215 (16) | |
Servicios clínicos centrales (n=268) | 208 (78) | 60 (22) | |
Servicios no sanitarios (n=590) | 379 (64) | 211 (36) | |
Categoría laboral | |||
Médico (n=601) | 544 (91) | 57 (9) | <0,001 |
Enfermería (n=767) | 637 (83) | 130 (17) | |
Auxiliar enfermería (n=365) | 256 (70) | 109 (30) | |
P. no sanitario (n=1.052) | 754 (72) | 298 (28) | |
Personal sanitario | |||
Sí (n=1.733) | 1.437 (83) | 295 (17) | <0,001 |
No (n=1.052) | 754 (72) | 298 (28) | |
Situación laboral: | |||
Plaza en propiedad (n=1.131) | 898 (79) | 233 (21) | 0,305 |
Interino, contratado (n=1.587) | 1.234 (78) | 353 (22) | |
NS/NC (n=67) | 59 | 8 | |
Actividad laboral relacionada con el trasplante: | |||
Sí (n=619) | 511 (83) | 108 (17) | 0,008 |
No (n=2.166) | 1.680 (78) | 486 (22) |
NC: no contesta; NS: no sabe.
Negrita: significación estadística
Cursiva: datos perdidos
En cuanto a la categoría laboral, los profesionales con formación sanitaria están más a favor de la donación de órganos de cadáver que los que no tienen este tipo de formación. De manera que los médicos y el personal de enfermería tienen una mejor aceptación de la donación que los auxiliares de enfermería y el personal no sanitario (91 y 83 a favor versus 70 y 72% respectivamente) (p<0,001). Estas diferencias se mantienen si se analiza el personal en función de que sea sanitario o no; son los sanitarios los que están más a favor de la donación que los no sanitarios (83 versus 72%) (p<0,001). También se asocia con la actitud hacia la donación el trabajar en un servicio relacionado con el proceso donación–trasplante de órganos (83 versus 78%) (p=0,008) (tabla 3).
Variables de conocimiento y actitud hacia la donación y el trasplante de órganosEl haber tenido experiencia personal con la donación y el trasplante (conocer entre los amigos o familiares a un donante o trasplantado) favorece la actitud hacia la donación de órganos frente a los que no tienen ninguna (87 versus 75%) (p<0,001) (tabla 4). Los que consideran la posibilidad de necesitar un trasplante en el futuro si fuese necesario están más a favor de la donación de cadáver que los que no se plantean esta opción (85 versus 68%) (p<0,001). El conocimiento del concepto de muerte encefálica facilita la actitud a favor de la donación de cadáver sobre todo frente a los que tienen un concepto erróneo o no lo conocen (84 versus 68%) (p<0,001) (tabla 4).
Variables de conocimiento y actitud hacia la donación y el trasplante de órganos que influyen en la actitud hacia la donación de cadáver entre el personal hospitalario de España y Latinoamérica
Variable | A favor (n=2.191; 79%) | No a favor (n=594; 21%) | p |
Experiencia personal con donación y trasplante: | |||
Sí (n=853) | 745 (87) | 108 (13) | <0,001 |
No (n=1.927 | 1.444 (75) | 483 (25) | |
NS/NC (n=5) | 2 | 3 | |
Posibilidad de necesitar un trasplante: | |||
Sí (n=1.454) | 1.240 (85) | 214 (15) | <0,001 |
No (n=41) | 28 (68) | 13 (32) | |
Dudas (n=1.284) | 918 (72) | 366 (28) | |
NS/NC (n=6) | 5 | 1 | |
Conoce el concepto de muerte encefálica: | |||
Sí conoce el concepto (n=1,791) | 1509 (84) | 282 (16) | <0,001 |
No lo conoce (n=728) | 498 (68) | 230 (32) | |
Concepto erróneo de muerte encefálica (n=262) | 181 (69) | 81 (31) | |
NS/NC (n=4) | 3 | 1 |
Se observa que los que autorizarían la donación los órganos de un familiar están más a favor que aquellos que no los donarían (94 versus 43%) (p<0,001) (tabla 5). El haber comentado a nivel familiar el tema de la donación y el trasplante favorece una actitud positiva (88 versus 56%) (p<0,001), al igual que tener una pareja con una actitud a favor de la donación y el trasplante (87 versus 58%) (p<0,001). Respecto a las variables de conducta prosocial, los que realizan actividades de carácter altruista tienen una actitud más favorable frente a los que no (86 versus 64%) (p<0,001) (tabla 5).
Variables de interacción social y conducta prosocial que influyen en la actitud hacia la donación de cadáver entre el personal hospitalario de España y Latinoamérica
Variable | A favor (n=2.191; 79%) | No a favor (n=594; 21%) | p |
Actitud hacia la donación de órganos de un familiar: | |||
Sí, los donaría (n=1.209) | 1.136 (94) | 73 (6) | <0,001 |
No los donaría (n=222) | 96 (43) | 126 (57) | |
Respetaría su opinión (n=1.334) | 949 (71) | 385 (29) | |
NS/NC (n=20) | 10 | 10 | |
Comentario familiar sobre donación y trasplante: | |||
Sí (n=1.985) | 1.745 (88) | 240 (12) | <0,001 |
No (n=793) | 442 (56) | 351 (44) | |
NS/NC (n=7) | 4 | 3 | |
Opinión de la pareja hacia la donación y el trasplante: | |||
Sí, a favor (1.494) | 1.301 (87) | 193 (13) | <0,001 |
No la conozco (n=608) | 380 (63) | 228 (37) | |
Sí, en contra (n=113) | 65 (58) | 48 (42) | |
No tengo pareja (n=443) | 355 (80) | 88 (20) | |
NS/NC (n=127) | 90 | 37 | |
Realizar actividades prosociales: | |||
Sí (n=717) | 619 (86) | 98 (14) | <0,001 |
No (n=196) | 125 (64) | 71 (36) | |
No, pero me gustaría (n=1.803) | 1.401 (78) | 402 (22) | |
NS/NC (n=69) | 46 | 23 |
Los encuestados ateos y agnósticos son los que están más a favor de la donación de órganos (89%), seguidos de los católicos (78%) y por último los que refieren otras religiones (70%) (p<0,001) (tabla 6). En los creyentes, los que consideran que su doctrina está a favor de la donación y el trasplante están más a favor de la donación que los que consideran que está en contra (83 versus 59%) (p<0,001) (tabla 6).
Variables religiosas y de actitud hacia el cuerpo que influyen en la actitud hacia la donación de cadáver entre el personal hospitalario de España y Latinoamérica
Variable | A favor (n=2.191; 79%) | No a favor (n=594; 21%) | p |
Religiosas | |||
Religión del encuestado: | |||
Católico (n=2.361) | 1.848 (78) | 513 (22) | <0,001 |
Otras religiones (n=87) | 61 (70) | 26 (30) | |
Ateo/agnóstico (n=258) | 229 (89) | 29 (11) | |
NS/NC (n=79) | 53 | 26 | |
Conocer la actitud de su religión hacia la donación y el trasplante: | |||
Sí, a favor (n=1.339) | 1.117(83) | 222 (17) | <0,001 |
Sí, en contra (n=68) | 40 (59) | 28 (41) | |
No la conozco (n=1019) | 740 (73) | 279 (27) | |
NS/NC (n=22) | 12 | 10 | |
Actitud hacia el cuerpo | |||
Preocupación por la mutilación tras la donación: | |||
Me preocupa (n=458) | 248 (54) | 210 (46) | <0,001 |
No me preocupa (n=2.202) | 1.872 (85) | 330 (15) | |
NS/NC (n=125) | 71 | 54 | |
Aceptación de la incineración: | |||
Sí (n=1.232) | 988 (80) | 244 (20) | 0,094 |
No (n=1.543) | 1.197 (78) | 346 (22) | |
NS/NC (n=10) | 6 | 4 | |
Aceptación de la inhumación: | |||
Sí (n=1.118) | 745 (67) | 373 (33) | <0,001 |
No (n=1.655) | 1.439 (87) | 216 (13) | |
NS/NC (n=12) | 7 | 5 | |
Aceptación de la autopsia si fuese necesaria: | |||
Sí (n=856) | 735 (86) | 121 (14) | <0,001 |
No (n=1.919) | 1.450 (76) | 469 (24) | |
NS/NC (n=10) | 6 | 4 |
De los profesionales encuestados, a los que no les preocupa la posible mutilación del cuerpo tras la donación están más a favor de la donación de órganos (85 versus 54%) (p<0,001) (tabla 6). También se observa una actitud más favorable entre los que no aceptarían la inhumación como tratamiento corporal tras el fallecimiento frente a los que sí lo harían (87 versus 67%) (p<0,001). Además, los que aceptarían la realización de una autopsia, si fuera necesaria, tienen una actitud más positiva hacia la donación de cadáver (86 versus 76%) (p<0,001) (tabla 6).
Análisis multivarianteEn el análisis multivariante, las variables con más peso específico en la actitud hacia la donación de órganos de cadáver son (tabla 7): 1) el país, siendo más favorable en Cuba (odds ratio= 8,196; p<0,001); 2) ser médico (odds ratio= 2,544; p<0,001); 3) realizar una actividad laboral relacionada con el trasplante (odds ratio=1,610; p=0,005); 4) el haber comentado a nivel familiar el tema de la donación y el trasplante (odds ratio=3,690; p<0,001); 5) la actitud favorable de la pareja hacia la donación y el trasplante (odds ratio=3,289; p<0,001) o no tener pareja (odds ratio= 2,958; p<0,001); 6) considerar el encuestado la actitud de su religión a favor (odds ratio= 3,021; p=0,009) o no conocerla (odds ratio= 2,079; p=0,034); 7) el no estar preocupado por la posible mutilación del cuerpo tras la donación (odds ratio= 2,994; p<0,001); 8) la preferencia de otras opciones distintas de la inhumación en el tratamiento del cuerpo tras el éxitus (odds ratio= 2,770; p<0,001) y 9) la aceptación de la realización de una autopsia si fuese necesaria (odds ratio=2,808; p<0,001).
Variables que influyen en la actitud hacia la donación de cadáver entre el personal hospitalario español y latinoamericano, estudio multivariante
Variable | Coeficiente de regresión (β) | Error estándar | Odds ratio (intervalos de confianza) | p |
País: | ||||
España (n=822) | 0,601 | 0,158 | 1 | <0,001 |
México (n=1595) | 2,104 | 0,561 | 1,824 (2.487-1.338) | <0,001 |
Cuba (n=202) | 0,535 | 0,284 | 8,196 (24.390-2.732) | 0,060 |
Costa Rica (n=166) | 1,706 (2.985-0,977) | |||
Categoría laboral: | ||||
Auxiliar de enfermería (n=365) | 0,933 | 0,239 | 1 | <0,001 |
Médico (n=601) | 0,416 | 0,198 | 2,544 (4.065-1.592) | 0,036 |
Enfermería (n=767) | 0,189 | 0,183 | 1,517 (2.237-1.028) | 0,304 |
P. no sanitario (n=1.052) | 1,207 (1.730-0.843) | |||
Actividad laboral relacionada con el trasplante: | ||||
No (n=2.166) | 0,476 | 0,171 | 1 | 0,005 |
Sí, (n=619) | 1,610 (1.152-2.249) | |||
Comentar con la familia sobre donación y trasplante: | ||||
No (n=793) | 1,305 | 0,130 | 1 | <0,001 |
Sí (n=1.985) | 3,690 (4.761-2.857) | |||
Actitud de la pareja hacia la donación y el trasplante: | ||||
Sí, en contra (n=113) | 1,190 | 0,263 | 1 | <0,001 |
Sí, a favor (n=1.494) | 0,371 | 0,270 | 3,289 (5.494-1.960) | 0,168 |
No la conozco (n=608) | 1,084 | 0,283 | 1,449 (2.457-0,854) | <0,001 |
No tengo pareja (n=443) | 2,958 (5.154-1.697) | |||
Conocer la actitud de su religión hacia DTO: | ||||
Sí, en contra (n=68) | 1,107 | 0,348 | 1 | 0,001 |
Sí, a favor (n=1.339) | 0,733 | 0,345 | 3,021 (5.988-1.529) | 0,034 |
No la conozco (n=1.019) | 2,079 (4.081-1.058) | |||
Preocupación por la mutilación tras la donación: | ||||
Me preocupa (n=458) | 1,098 | 0,151 | 1 | <0,001 |
No me preocupa (n=2.202) | 2,994 (4.032-2.232) | |||
Aceptación de la inhumación: | ||||
Sí, (n=1.118) | 1,019 | 0,135 | 1 | <0,001 |
No (n=1.655) | 2,770 (3.610-2.127) | |||
Aceptación de la autopsia si fuese necesaria: | ||||
No (n=1.919) | 1,034 | 0,165 | 1 | <0,001 |
Sí, (n=856) | 2,808 (3.816-2.070) |
El trasplante de órganos sólidos se ha consolidado como la terapia más eficiente y que mejor calidad de vida aporta a un determinado grupo de pacientes con enfermedad terminal de un determinado órgano9–12. Sin embargo, el desarrollo de los programas de trasplante está dificultado principalmente por la escasez de órganos disponibles. Esta carencia de órganos para trasplante está siendo combatida desde 2 frentes: la obtención de órganos procedentes de donante vivo13,14 y aumentando las tasas de donación de órganos procedentes de donante cadáver1. Conocer la actitud hacia la donación de órganos permite determinar los factores que influyen en dicha actitud y poder elaborar campañas, adecuadamente diseñadas y costo-efectivas. Sin embargo, es conocido que además de factores poblacionales del ámbito psicosocial8,15,16, una de las barreras que impiden obtener más órganos para trasplantar parece localizarse dentro de la estructura sanitaria, ya que un porcentaje no despreciable de los profesionales que trabajan en un hospital pueden estar en contra de la donación de órganos2,3,13,14,17, lo cual en un momento determinado, puede actuar como un obstáculo hacia la donación.
A nivel teórico, se sabe que casi todos los servicios de un hospital acaban a lo largo del tiempo teniendo contacto más o menos directo con diferentes pacientes trasplantados, independientemente de su actividad habitual. Este roce más o menos continuo con donantes y receptores hace pensar en una sensibilización especial hacia el tema. Sin embargo, los datos obtenidos por nuestro grupo hace una década en un centro trasplantador español mostraba que el índice de personal que estaba a favor de la donación era solo discretamente superior al descrito en nuestra población general (69% versus 64%)3,15. Dato bastante sorprendente si lo que se persigue en España es disminuir el 15-25% de negativas familiares a la donación1. Aunque eran datos de un solo centro, y que precisaban confirmación con estudios como el que presentamos actualmente, había estudios pequeños realizados en algún otro hospital español que, a pesar de sus limitaciones metodológicas, apuntaban en esta misma línea18,19. Este es uno de los motivos que animó a realizar el presente estudio: poder sacar conclusiones más generales.
El estudio que presentamos muestra una actitud entre los profesionales de centros españoles totalmente similar, donde solo el 69% de los profesionales están a favor de la donación de órganos. La eficacia del modelo español de coordinación de trasplante supera esta limitación generalizada en los centros españoles1. En países del entorno europeo, la situación ha sido descrita como mucho más favorable4,20–24. Sin embargo, su análisis más detallado muestra que la mayoría tienen un grado de cumplimentación del cuestionario muy bajo, lo cual puede producir un sesgo positivo en la selección de la muestra, pues suelen responder más los que están a favor que los que están en contra o indecisos. Así, en el estudio de Molzahn21, donde el 92% de encuestados de enfermería están a favor, o en el estudio británico de Sque et al.22 donde lo están el 78%, el grado de cumplimentación es escasamente superior al 50% en ambos. Todos estos hechos nos hacen pensar que la situación descrita es bastante generalizable entre los distintos países europeos y hospitales. Por la razón comentada anteriormente, consideramos que un estudio con un grado de cumplimentación inferior al 75-80% carece de utilidad real ya que permite muchas interpretaciones. De ahí la razón de que el grupo «Proyecto Colaborativo Internacional Donante» no publique estudios con bajo grado de cumplimentación, excepto que tenga una justificación clara como ocurrió en el estudio poblacional español de actitud hacia la donación de órganos de vivo, donde la baja tasa de cumplimentación en el medio rural fue por el miedo a dicha donación25. En este caso, si hubiéramos analizado las encuestas obtenidas, habríamos tenido el resultado contrario al real, que la actitud era muy positiva, cuando la realidad era la contraria25.
En el ámbito latinoamericano la situación es muy poco conocida, dada la escasez de estudios al respecto y la heterogeneidad de países que lo componen. El presente estudio incluye 3 países de dicha área geográfica, y muestra una gran variabilidad en la actitud hacia la donación de órganos entre los profesionales de unos países y otros. Es de destacar que las actitudes son significativamente más positivas entre los profesionales de los países latinoamericanos que entre los profesionales de centros españoles. Sin embargo, estas actitudes tan favorables no se ven refrendadas por unas cifras proporcionales de trasplantes realizados por millón de habitantes anualmente. Esta disparidad entre marco el teórico y la realidad pudiera ser el resultado de la emisión de simples opiniones no meditadas suficientemente, no inmersas en el ámbito de la cotidianeidad y por lo tanto sin mucho involucro real, pensando más en lo que «sería deseable» que en lo que «es». Este mismo fenómeno ocurre a nivel de población general, donde a pesar de contar con muestras que señalan una buena aceptación de la donación, a la hora de la verdad no se refrendan estos datos, existiendo aún un elevado porcentaje de negativas familiares26. Posiblemente, otro factor que pudiera contribuir a este fenómeno radica en el modelo organizativo para la obtención de órganos1. En Latinoamérica, aunque se hacen esfuerzos en muchos países, entre ellos México, la figura del coordinador hospitalario de trasplantes dista mucho de ser una realidad y más aún su reconocimiento profesional1. Derivado de esta situación no hay un despegue de los programas de donación de cadáver a pesar de la aparente buena voluntad de los profesionales. De ser real esta actitud tan entusiasta entre los profesionales latinoamericanos, podría traducirse en el futuro en un incremento importante de las tasas de donación si se dan condiciones estructurales, políticas y económicas. Es precisamente el modelo organizativo el que ha permitido en España conseguir altas tasas de donación de cadáver a pesar de actitudes no tan favorables.
También hay que indicar que en España las tasas de donación son altas, y este contacto frecuente podría aumentar el temor hacia la posibilidad real de encontrarse frente a la decisión de donar los órganos de un familiar o la propia donación de órganos. Mientras que en países con tasas menores de donación, el dar una opinión o actitud es algo más teórico.
En cuanto a los factores psicosociales que influyen en la actitud hacia la donación y el trasplante de órganos se han descrito diferentes8,15. En los profesionales sanitarios existe bastante concordancia con los descritos a nivel poblacional2,3,15,16, si bien existe un grupo de factores que adquieren especial importancia entre el personal hospitalario. Además, las variables sociopersonales no son tan determinantes como a nivel poblacional8,15,16. En este sentido, como puede verse en la tabla 1, no se objetiva relación con la edad, el sexo ni el estado civil.
Un grupo de factores determinantes de la actitud hacia la donación de órganos corresponde a los factores laborales2,3. En este sentido es determinante la categoría laboral. Así, el personal médico está a favor de la donación de órganos en más del 90% de los profesionales encuestados. Por el contrario entre los auxiliares de enfermería y el personal no sanitario solo están a favor de la donación entre el 70 y el 72% de los encuestados, tasas superponibles a las descritas a nivel poblacional en el ámbito hispano15. Todo esto es importante pues no solo el personal médico tiene la responsabilidad en cuanto a la promoción de la donación y el trasplante, sino que es responsabilidad de todos. En este sentido si una persona que trabaja en un centro hospitalario tiene una actitud desfavorable, creará un temor hacia dicha terapéutica entre la gente que la escuche2,3. Este hecho refleja, en parte, nuestro fracaso, pues implica que somos capaces de realizar campañas poblacionales, escolares27, etc. pero por el contrario no nos hemos preocupado de que nuestro personal esté informado y comprenda bien lo que realizamos.
La categoría laboral está muy ligada al conocimiento o aceptación del concepto de muerte encefálica3. Así, la mayoría de los médicos conocen o aceptan dicho concepto pero en el resto de categorías laborales va descendiendo dicho conocimiento. Por este hecho, el conocimiento del concepto de muerte encefálica no aparece en el análisis multivariante, pues su peso específico lo absorbe la categoría laboral. Este hecho ya lo habíamos descrito previamente3, pero no parece coherente, al trabajar en un centro hospitalario, que no se conozca o acepte la muerte encefálica como la muerte de una persona. Además, este hecho queda reflejado en la razón más frecuente indicada para no estar a favor de la donación, que es el miedo a la muerte aparente. Por ello, indicamos la necesidad de ampliar la información no solo sobre la donación y el trasplante de órganos, sino también sobre la muerte encefálica, especialmente entre los colectivos no médicos5,28. Ya algunos autores destacan que la creación de protocolos informativos sobre el diagnóstico de muerte encefálica aumenta la seguridad en el proceso y disminuye la incertidumbre29–31. Hay que recordar que una opinión negativa en este colectivo trasmitida a las personas del entorno supone una barrera difícilmente franqueable por campañas externas. La concienciación de los profesionales hospitalarios es un aspecto fundamental en el proceso de donación y trasplante de órganos, y deben saber que cuando un paciente entra en muerte encefálica, acaban las expectativas vitales de ese paciente pero se abren posibilidades de esperanza para otros pacientes y familias que esperan el trasplante.
Otro aspecto importante dentro de las variables laborales es el lugar de trabajo. Así, el tipo de hospital tiene una influencia directa en la actitud, de tal manera que hospitales con actividad relacionada con la donación y trasplantes (hospitales trasplantadores y hospitales generadores de donantes) tienen unos profesionales con una actitud más favorable. Y dentro de estos la actitud es más favorable entre las unidades relacionadas con el proceso donación–trasplante de órganos, sobre todo en las unidades de seguimiento de los pacientes trasplantados28,31–33. Los profesionales pertenecientes a servicios que controlan el curso posterior al trasplante de los pacientes son testigos presenciales de los beneficios del trasplante en la calidad de vida de los pacientes trasplantados. Por el contrario, el mayor contacto con el momento de la muerte, la extracción de órganos y las complicaciones quirúrgicas inmediatas de las unidades trasplantadoras y generadoras puede derivar en una actitud menos favorable a la donación28,31–36.
También hay que indicar que en este proceso de actitud hacia la donación de órganos, influyen claramente factores de reciprocidad (hacer para los demás lo que uno desearía para sí mismo) y de solidaridad (adhesión circunstancial al objetivo de otros)2,3,15. En este sentido estas son razones indicadas con frecuencia para avalar la actitud favorable hacia la donación de órganos, y suele correlacionarse con la experiencia personal del encuestado con el proceso de donación-trasplante (haber conocido a algún donante y persona trasplantada), y con haber considerado la posibilidad de necesitar un trasplante para uno mismo. Estos factores se han descrito a nivel poblacional8,15 y se confirman también entre los profesionales de centros sanitarios2,3.
Además de los factores laborales, hay otros 2 grandes grupos de factores que condicionan la actitud hacia la donación. En primer lugar, las variables de interacción sociofamiliar. En este sentido el plantear el tema a nivel familiar y la pareja son aspectos muy condicionantes de la actitud hacia la donación. Al igual que se indica a nivel poblacional, es fundamental fomentar el diálogo familiar sobre los temas de donación y trasplante15, ya que suele tener un efecto positivo.
En segundo lugar, las variables de actitud hacia la manipulación del cuerpo tras la muerte. Los profesionales sanitarios no son menos sensibles que la población general en cuanto a los sentimientos que afloran por la manipulación de un cuerpo, y se objetiva que mantienen gran dificultad para admitir actuaciones sobre el cadáver, aun con fines tan bien aceptados como los trasplantes2,3,8,15. Así, es muy llamativo que hasta un 69% de los encuestados no aceptarían una autopsia si fuera necesaria. Teóricamente, el hecho de trabajar en un centro sanitario, donde el contacto con el proceso de la muerte es algo habitual, al igual que la manipulación del cadáver, hacía pensar que no sería un aspecto tan determinante en la actitud hacia la donación. Sin embargo, es un factor muy vinculante, sobre todo entre el personal no médico. Factores culturales y antropológicos están muy vinculados a esta situación y muy arraigados en la población hispana, y posiblemente llevará tiempo un cambio al respecto.
Por último, cabe indicar que en el ámbito hispano siguen siendo importantes los factores religiosos, al igual que en la población15, y condicionan la actitud hacia la donación. Así, solo un 9% de los encuestados se consideran agnósticos/ateos, y entre los religiosos destacan los católicos. Las campañas de promoción de la donación a través de la iglesia católica deben tenerse en cuenta a la hora de plantear la promoción de la donación.
En conclusión, la actitud hacia la donación de órganos propios de cadáver entre el personal hospitalario de centros sanitarios españoles y latinoamericanos es favorable, aunque un 21% de los encuestados no está a favor de la donación. La actitud es más favorable entre los profesionales latinoamericanos que entre los españoles, siendo discordante la actitud de los distintos profesionales y las tasas reales de donación de cada país. Los factores psicosociales que condicionan esta actitud son similares a los descritos en población de habla hispana, si bien adquieren una importancia preponderante los factores laborales, sobre todo la categoría laboral.
Contribución al estudio de los autoresConcepción y diseño: Ríos A.
Adquisición de la parte sustancial de los datos: Ríos A, López-Navas A, Ayala-García MA, Sebastián MJ, García JA, Abdo-Cuza A, Alán J, Martínez-Alarcón L, Ramírez EJ, Muñoz G, Suárez-López J, Castellanos R, Ramírez R, González B, Martínez MA, Palacios G.
Análisis e interpretación de los datos: Ríos A, López-Navas A, Ayala-García MA, Sebastián MJ, Abdo-Cuza A, Alán J, Ramírez P, Parrilla P.
Diseño y escritura del manuscrito: Ríos A.
Revisión crítica del manuscrito para mejorar el contenido intelectual: Ríos A, López-Navas A, Ayala-García MA, Sebastián MJ, Abdo-Cuza A, Alán J.
Análisis estadístico: Ríos A, López-Navas A.
Obtención de fondos para el proyecto: Ríos A.
Supervisión: Ríos A, López-Navas A.
Aprobación final de la versión para ser publicada: Ríos A, López-Navas A, Ayala-García MA, Sebastián MJ, Abdo-Cuza A, Alán J, Martínez-Alarcón L, Ramírez EJ, Muñoz G, Suárez-López J, Castellanos R, Ramírez R, González B, Martínez MA, Ramírez P, Parrilla P.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.