Las hernias pulmonares se caracterizan por una protrusión del pulmón a través de un defecto de la pared torácica. Las hernias pulmonares pueden ser adquiridas o espontáneas. Se han descrito factores predisponentes como la obesidad, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el uso crónico de corticoides. Presentamos 4 casos clínicos de hernias pulmonares espontáneas, intervenidas en nuestro hospital en el año 2015.
El primer caso es el de un paciente de 60 años con antecedentes de sobrepeso y EPOC, que consultó en el mes de febrero por la aparición de un hematoma en pared torácica derecha, y se diagnosticó mediante una TAC de una hernia pulmonar derecha entre la 8.ª-9.ª costilla. Se realizó, a través de toracotomía, un cierre primario con sutura irreabsorbible. En el mes de abril consultó nuevamente por derrame pleural compatible con empiema por S. aureus, se colocó drenaje torácico, y se complementó tratamiento con instilación de urocinasa intrapleural durante 4 días, con resolución del cuadro. En controles de consultas externas fue dado de alta en mayo de 2015, sin datos de recidiva.
El segundo caso se trata de un paciente de 56 años con antecedentes de EPOC y obesidad grado III, que consultó en el mes de febrero por dolor costal izquierdo acompañado de hematoma en pared torácica, y se diagnosticó mediante TAC de una hernia pulmonar izquierda entre la 9.ª-10.ª costilla (fig. 1a). Se realizó, a través de toracotomía, un cierre primario con sutura irreabsorbible. En el mes de mayo consultó nuevamente por dolor costal izquierdo, se realizó TAC con imagen compatible con hernia pulmonar izquierda entre la 8.ª-9.ª costilla (fig. 1b). Se realizó cierre del defecto con colocación de malla de politetrafluoroetileno. En febrero de 2016 presentó cuadro de infección respiratoria con recidiva de la hernia pulmonar entre la 8.ª-9.ª costilla, y se decidió tratar de forma conservadora con la colocación de faja, y se recomendó valoración por parte de endocrinología para la pérdida de peso. Seguimos evolución en consultas externas.
El tercer caso es un paciente de 68 años con sobrepeso, que consultó en el mes de febrero por dolor costal intenso que se acompañaba de la aparición de un hematoma, en la TAC torácica se observó, a nivel de la 9.ª-10.ª costilla izquierda, un hematoma con sangrado activo, que cesó de forma espontánea. A los 10 días presentó cuadro de induración en la zona del hematoma, confirmándose la presencia de una hernia pulmonar. Se realizó, en el mes de marzo a través de toracotomía, cierre primario del defecto con sutura irreabsorbible. Último control en el mes de abril de 2016, sin datos de recidiva.
El cuarto caso se trata de un paciente de 60 años con antecedentes de sobrepeso y asma, que en el mes de agosto presentó cuadro de dolor torácico derecho. En la TAC se observó hernia pulmonar entre la 8.ª-9.ª costilla, y se intervino de forma programada en el mes de noviembre a través de toracotomía con cierre primario del defecto con sutura irreabsorbible. Último control en el mes de marzo de 2016, hasta ese momento sin datos de recidiva.
Las hernias pulmonares son una entidad poco frecuente, se describió en 1499 por Roland. En 1845, Morel-Lavallée realizó una descripción detallada de las hernias pulmonares, clasificándolas según su etiología y localización anatómica1,2.
La hernia pulmonar se define como una protrusión del parénquima pulmonar a través de la pared torácica. Se pueden clasificar en espontáneas, traumáticas y posquirúrgicas. Las hernias pulmonares espontáneas suponen el 30% de los casos, y la mayoría no presentan complicaciones1,3.
Las hernias pulmonares generalmente son asintomáticas y se presentan como una masa poco consistente que protruye a través de los espacios intercostales con las maniobras de aumento de presión de la cavidad torácica1,2. La TAC torácica es una prueba muy sensible para el diagnóstico de las hernias pulmonares, y permite valorar orificio y saco hernianos así como la relación con los músculos pectorales e intercostales2.
La finalidad del tratamiento quirúrgico es cerrar el defecto de la musculatura intercostal, mediante el cierre primario con puntos intercostales o con la colocación de material sintético2. En la actualidad, para el tratamiento de las hernias pulmonares, no existen estudios que nos indiquen qué tipo de reparación quirúrgica es la mejor3.
En resumen, presentamos 4 casos de hernias pulmonares espontáneas, que ocurrieron durante el año 2015. En todos los casos se realizó cierre primario del defecto con sutura irreabsorbible, teniendo en cuenta el tamaño del defecto del espacio intercostal, y la capacidad de aproximación de las costillas mediante los puntos. El único caso de recidiva herniaria, se presentó en el paciente con obesidad tipo III, y se produjo a pesar de la colocación de una malla sintética. En nuestra experiencia, la obesidad es un factor que influye negativamente en la evolución tras la reparación quirúrgica de una hernia pulmonar. El cierre primario con puntos irreabsorbibles, sin colocación de una malla, puede ser un tratamiento quirúrgico adecuado en el caso de hernias pulmonares espontáneas simples.
AutoríasStephany Laguna Sanjuanelo: redactora principal de la revisión de casos y estructuración del manuscrito.
Iker López Sanz: revisor principal del manuscrito.
Jon Zabaleta Jiménez y Borja Aguinagalde Valiente: cirujanos de las intervenciones quirúrgicas realizadas, partícipes en la revisión del manuscrito.
José Miguel Izquierdo Elena: revisión crítica y aprobación de la versión final.
Los datos publicados en este artículo han sido previamente presentados como póster oral en el Congreso Nacional de Cirugía Torácica (SECT), 5 de mayo de 2016.