Sr. Director:
He leído con especial atención el artículo publicado en vuestra revista sobre aplicaciones de robótica en la cirugía1. Me gustaría destacar en este artículo su originalidad y su utilidad para situar al cirujano en esta realidad. Al mismo tiempo, quisiera añadir y destacar la labor a favor de la cirugía, la telemedicina, la robótica y la simulación virtual del Prof. J. Marescaux, desde Estrasburgo (Francia), quien es uno de los primeros en aplicar la robótica a la cirugía sobre humanos2. Tal y como comenta en su artículo, fue la Armada norteamericana la que desempeñó un gran papel en el desarrollo de las nuevas tecnologías, y ello a pesar de que los datos que aparecían en la literatura científica de los cirujanos de ésta hacían poco probable lograr realizar una intervención completa a distancia debido a las limitaciones en la velocidad de la transmisión de datos y al retraso entre el orden de movimiento y el retorno visual sobre el monitor del gesto efectuado3. Por este motivo, se apostó desde Francia por la fibra óptica de alto débito; en septiembre del 2001, se realizó la primera colecistectomía laparoscópica desde Nueva York a un paciente que se encontraba en Estrasburgo4. La información viajó 14.000 km, pero esa distancia no fue perceptible. El futuro de la robótica y de la realidad virtual forma parte de nuestro espacio cotidiano y deberemos implantar estas nuevas herramientas en nuestro país con una apuesta fuerte por parte de nuestros profesionales.