Sr. Director:
Debido a que la malrotación intestinal se diagnostica raramente después de la infancia, la mayoría de las publicaciones sobre su tratamiento en adolescentes y adultos corresponden a series pequeñas o casos aislados1-5.
Fig. 1. Disposición derecha del paquete intestinal delgado y compresión duodenal (banda de Ladd).
Fig. 2. Disposición izquierda e inferior del colon.
En un reciente estudio, amplio y bien documentado1, se han registrado las características de una amplia base de datos administrativa para describir las características demográficas y clínicas de niños adolescentes y adultos sometidos a un procedimiento de Ladd para tratar la malrotación intestinal en los Estados Unidos. En él se comprueba que pocos centros admitieron más de 1 paciente por año y ninguno admitió más de 10. Se hallaron casos diagnosticados dentro del primer año de edad2, si bien el número de intervenciones mayor se realizó dentro del segundo y tercer año. Después de 3 años de edad, el procedimiento de Ladd se realizó con frecuencia semejante a los observados en la adolescencia y edad adulta. Aunque la malrotación es sintomática habitualmente, requiere el reconocimiento y el tratamiento tempranos. No obstante, muchos pacientes con malrotación pueden permanecer asintomáticos hasta la edad adulta. Sintomáticos o no, se ha descrito una tasa de malrotación en estudios autópsicos de 3 por 10.000 (0,03%), mientras que se encontró una tasa mucho más elevada (0,2%) en el estudio de adultos sometidos a estudio baritado digestivo3.
Casi la mitad de los pacientes sintomáticos fueron ingresados como una emergencia, y una proporción significativa presentó volvulación. Estos datos sostienen que la realización de un procedimiento profiláctico de Ladd en niños mayores y adolescentes podría evitar dichas complicaciones evolutivas4.
La ocurrencia de malrotación entre niños remitidos a procedimientos antirreflujo ha sido descrita previamente5. Dado que los pacientes con malrotación pueden exhibir síntomas que semejan los del reflujo gastroesofágico, estos síntomas pueden resolverse después de los procedimientos de Ladd que obvian la necesidad de realizar un procedimiento antirreflujo. El tratamiento quirúrgico de la malrotación en niños mayores y adolescentes puede prevenir las raras pero devastadoras complicaciones de esta anomalía.