La situación clínica, morfológica y funcional del páncreas tras el episodio de pancreatitis retorna a la normalidad si se elimina la causa primaria y las complicaciones. El objetivo del estudio es valorar si existen cambios en la morfología del conducto pancreático después de la pancreatitis aguda de origen biliar.
Pacientes y métodoSe estudia prospectivamente a 40 pacientes consecutivos con pancreatitis aguda biliar, 15 varones (37,5%) y 25 mujeres (62,5%), 27 leves y 13 graves. Durante la fase aguda se evaluó la gravedad siguiendo los criterios de Atlanta, así como la existencia de necrosis y su porcentaje mediante tomografía computarizada dinámica. A todos los pacientes se les practicó colecistectomía. Durante el seguimiento valoramos la morfología de la glándula y el conducto pancreático principal mediante colangiopancreatografía por resonancia magnética, realizando el mismo estudio con un grupo control. Analizamos si tras la pancreatitis aguda de origen biliar existe alteración de la morfología de la glándula y del conducto pancreático, y si estas alteraciones se relacionan con la gravedad del episodio, valorando su progresión hacia la cronicidad.
ResultadosSe aprecian algunas diferencias significativas al comparar el diámetro y la longitud del conducto pancreático principal de los casos y los controles. No se encontró ninguna relación entre la gravedad de la enfermedad y las alteraciones morfológicas del páncreas tras la pancreatitis.
ConclusionesTras la pancreatitis aguda se detectan alteraciones morfológicas pancreáticas consideradas como secuelas cicatrizales, sin traducción hacia la cronicidad y sin relación con la gravedad.
The clinical, morphological and functional features of the pancreas return to normal after an episode of pancreatitis if the primary cause of the episode and its complications are eliminated. The aim of this study was to evaluate whether the morphology of the pancreatic duct changes after acute biliary pancreatitis.
Patients and methodWe prospectively studied 40 consecutive patients with acute biliary pancreatitis. There were 15 men (37.5%) and 25 women (62.5%). Pancreatitis was mild in 27 patients and severe in 13. In the acute phase, severity was evaluated using the Atlanta criteria. The existence of necrosis and its percentage were evaluated through dynamic computed tomography. All patients underwent cholecystectomy. During follow-up, morphology of the pancreas and of the main pancreatic duct were evaluated through magnetic resonance cholangiopancreatography. A control group also underwent this procedure. We analyzed whether alterations occurred in the morphology of the pancreas and of the pancreatic duct after acute biliary pancreatitis and whether these alterations are related with the severity of the episode by evaluating their progression towards chronicity.
ResultsComparison of the diameter and length of the main pancreatic duct revealed some significant differences between cases and controls. No relationship was found between severity of the disease and morphologic alterations of the pancreas after pancreatitis.
ConclusionsAfter acute pancreatitis, morphologic alterations considered as scarring were detected. No relationship was found between these alterations and chronicity or severity.