La invaginación intestinal en adultos constituye una entidad infrecuente (el 5% de todos los casos de invaginación), y sólo el 1–5% produce obstrucción intestinal1–5. En edad pediátrica representa habitualmente un proceso primario y benigno, y la reducción mecánica o hidrostática es suficiente para el tratamiento eficaz del 80% de los casos. Por el contrario, el 90% de las invaginaciones en adultos son secundarias a otra enfermedad subyacente, como carcinomas, pólipos, divertículos de Meckel, divertículos del colon o neoplasias que se diagnostican, de forma casual, en el curso de la intervención quirúrgica. Debido al riesgo asociado de malignidad (65%), la descompresión radiológica no representa el tratamiento de elección en adultos. Por esto, el 70–90% de los casos en adultos requiere tratamiento quirúrgico1–3.
Se presenta el caso de un varón de 31 años, sin antecedentes medicoquirúrgicos previos, que acudió al servicio de urgencias por un cuadro de dolor abdominal súbito en la región periumbilical, síndrome tóxico y signos de oclusión intestinal. A la exploración física destacaba un abdomen distendido; en la radiografía de abdomen se observaba la presencia de niveles hidroaéreos y distensión de las asas intestinales, sin que se apreciara neumoperitoneo (fig. 1A), y en la analítica destacaba leucocitosis de 22×106/l, con neutrofilia. Se realizó una tomografía computarizada (TC) abdominal, que mostró una obstrucción intestinal por invaginación intestinal ileoileal (fig. 1B).
A) Radiografía simple abdominal con presencia de niveles hidroaéreos. B) Tomografía computarizada abdominal con contraste intravenoso. Corte axial (B1) y reconstrucciones multiplanares (B2 y B3 en el plano sagital-oblicuo izquierdo), que demuestran distensión de las asas del intestino delgado proximal a la imagen de invaginación ileoileal (flecha blanca).
Se estableció la indicación quirúrgica urgente y en la laparotomía exploradora se halló un divertículo de Meckel edematoso con signos de invaginación (fig. 2) y distensión de las asas intestinales proximales. Se practicó exéresis del divertículo. La evolución postoperatoria fue favorable y el paciente permanece asintomático al mes de la intervención. La anatomía patológica evidenció una formación diverticular revestida en su mayor parte por mucosa de tipo ileal, y se identificó un foco de mucosa duodenal y un moderado infiltrado inflamatorio, con presencia de agregados linfoides.
Considerando la infrecuencia de la invaginación intestinal en adultos, el diagnóstico preoperatorio, la etiología y el tratamiento constituyen aspectos controvertidos. El diagnóstico preoperatorio habitualmente es difícil o tardío debido a la inespecificidad de los síntomas en la edad adulta, por lo que su diagnóstico es habitualmente intraoperatorio5. Sin embargo, el diagnóstico preoperatorio puede realizarse ante una alta sospecha clínica y empleando la TC como herramienta diagnóstica (capaz de identificar el 58–100% de los casos)1–5.
La invaginación se ha clasificado de acuerdo con su localización y potencial malignidad. Las invaginaciones localizadas en el intestino delgado son predominantemente benignas (el 90% de los casos), y su etiología es lipoma (30%), divertículo de Meckel (15%) y adenoma (7%). Por otra parte, las invaginaciones localizadas en el colon son en su mayoría lesiones malignas, habitualmente adenocarcinomas (84%) y linfomas (9%)4.
Por tanto, en pacientes con invaginación ileocólica, ileocecal o colocólica, especialmente en mayores de 60 años, debido a la alta incidencia de malignidad como factor etiológico, el tratamiento recomendado sería la resección con criterios oncológicos, sin reducción previa o intraoperatoria de la invaginación y con anastomosis primaria. Sin embargo, cuando puede establecerse el diagnóstico preoperatorio de lesión benigna, la reducción y la resección limitada constituyen el tratamiento de elección1–3. Algunos autores indican que, ante una invaginación intestinal con el intestino viable y el divertículo de Meckel como mecanismo causal, la realización de una diverticulectomía representa un tratamiento óptimo2,3.