En patología mamaria oncológica, la excelencia en el tratamiento consiste en la resección del tumor con margen suficiente y en que este acto termine sin alterar la imagen corporal de la mujer, ya que ésta, además de tener derecho a curarse, lo tiene a hacerlo sin secuelas.
Las vías para llegar a este fin efectivamente pueden ser variadas y, desde luego, en una unidad de mama que disponga de un equipo multidisciplinario para hacer la cirugía, los resultados serán adecuados.
Los autores, en este sentido, ya empiezan anunciando que esta convivencia quirúrgica no está exenta de dificultades, y si estas dificultades son tales que hacen a la unidad imposible ofrecer esta posibilidad a una sola paciente, el sistema no es valido. Discrepo en que el sistema recomendado por los autores sea más económico o más satisfactorio para la paciente y los profesionales y no encuentro argumentos en que basar esta afirmación.
Es evidente que un cirujano plástico puede capacitarse para hacer cirugía oncológica mamaria y si lo hace será un excelente cirujano de mama, de la misma manera que un cirujano general o ginecólogo puede capacitarse para hacer técnicas oncoplásticas y llegar al mismo fin.
La Sección de Patología Mamaria pretende que no haya una sola mujer que no tenga la oportunidad de ser tratada de cáncer de mama correctamente, porque en la unidad a la que toca abordar su problema tenga déficit de conocimientos en técnicas esenciales para que su feminidad no se vea alterada con la cirugía, cosa que todavía hoy, por desgracia, es posible.