Pacientes y métodos. Se han evaluado los resultados en 21 enfermos sometidos a trasplante de páncreas con drenaje vesical, de los que cinco fueron trasplantes sólo de páncreas, dos fueron trasplantes de hígado-páncreas (uno de ellos precisó un trasplante renal secuencial), dos, trasplantes de hígado-páncreas-riñón y 12, trasplantes de páncreas-riñón.
Resultados. La supervivencia de los enfermos al año fue del 90%. La supervivencia de los injertos al año del trasplante fue del 85% en los pancreáticos, del 93% en los renales y del 75% en los hepáticos. A los 5 años la supervivencia del injerto pancreático es del 62% y del 75% en los renales. La pérdida de injertos pancreáticos se debió a trombosis venosa, abandono de la inmunosupresión, pancreatitis aguda grave y rechazo crónico. Las complicaciones más importantes en el postoperatorio inmediato fueron la trombosis del injerto (4,7%) y la pancreatitis aguda (14%). La incidencia de episodios de rechazo fue tan sólo del 14%, mientras que la incidencia de infecciones oportunistas como el citomegalovirus fue del 28,5%. Cuatro enfermos (19%) precisaron conversión entérica.
Conclusiones. Aunque nuestra experiencia es limitada, la realización de un trasplante de páncreas ha permitido que un alto porcentaje de enfermos permanezcan euglucémicos más allá de los 3 años del trasplante, habiéndose obtenido buenos resultados en los casos en los que se necesitó un doble o triple trasplante de hígado-páncreas-riñón.